El pedagogo evalúa el impacto del ChatGPT y la IA en la educación argentina.
Entrevista Post a Castro Santander: "No vamos a poder apagar la IA"
Con la irrupción de la inteligencia artificial, el chat GPT y los algoritmos que han potenciado el poder de las nuevas tecnologías, la pregunta obligada es: ¿A dónde va a parar la escuela y la educación de nuestros hijos?
En Mendoza y Argentina, esta ola de las tecnologías del conocimiento, sorprenden a un sistema escolar que aún enseña con pizarrones, tizas y pupitres, que utiliza cuadernos y lápices, y que funciona con soporte papel.
¿Está bien o está mal? ¿Hay que refundar la educación ante el nuevo mundo que se asoma? ¿Hay que dejarla como está? ¿Hay que incorporar la inteligencia artificial a las escuelas? ¿Cómo definimos un modelo educativo ante tamaño desafío? ¿Por dónde se empieza?
Todo esto lo hablamos en el Post con el mendocino Alejandro Castro Santander, Psicopedagogo Institucional de la Universidad Católica Argentina, Licenciado en Gestión Educativa de la Universidad del Aconcagua y Especialista en Gestión de la Convivencia Social y Escolar.
Además, el reconocido especialista es Director General del Observatorio de la Convivencia Escolar Argentina y del Observatorio de la Convivencia Escolar (UCC) Cátedra UNESCO de Juventud, Educación y Sociedad.
Apareció la inteligencia artificial de las películas, esa que interactúa con nosotros casi como otra persona. El chat GPT es hoy su referente de moda ¿Qué opina? ¿Qué hacemos con ella desde la educación?
Buenos, es un tema obligado que tenemos que abordar porque hace a lo social, más allá de la complejidad del uso. Pero la verdad, es que siempre que hemos intentado meternos en el ámbito educativo con las tecnologías hemos tenido problemas desde la educación.
¿Por qué?
Porque cualquier innovación que uno haga memoria, fue siempre a medio pelo, nunca se incorporó como corresponde, ya sea la televisión educativa, o cuando se quería hacer proyecciones con filminas, diapositivas, los cassettes, los CD (Compact Disc), lo que fuera, siempre terminó metido y amontonado en una biblioteca, con el mismo uso.
El famoso gabinete informático que nadie toca.
Exacto
¿Por qué dice que cada vez que se quiso meter la tecnología en la escuela había problemas?
Porque tenemos una escuela vieja que tiene un formato que no cambia, una escuela del siglo XIX, con docentes y padres del siglo XX y alumnos del siglo XXI, y esto hace tanto que pasa que cada vez la brecha es más grande.
La escuela sigue siendo del siglo XIX y casi todos los actores institucionales son del siglo XXI, son todos millennials en general, millennials, centennials, alfa, están todos metidos pero alejados de la escuela que debería ser para responder a las nuevas necesidades.
Me hace acordar mucho a lo que pasó con la televisión, se hablaba en ese momento de apocalípticos e integrados, así era la denominación. Estaban los que hablaban de que iba a ser el fin de la educación de calidad si se metía la televisión, que no era lo que le hacía falta al proceso educativo.
Y por otro lado todos los otros, que me parecían más razonables, que proponían que incluyamos la televisión en algo que pueda ser útil, que realmente uno pueda llegar a utilizarla bien en provecho de los aprendizajes.
Ahí aparecía la posibilidad de la televisión educativa a la que se prendían los canales de televisión, en donde había un horario determinado en el que los chicos podían ver documentales de distintos temas, pero también era con un uso muy restringido, que muy pocos podían aprovechar.
Ver: Preparando a los docentes en la IA: cómo adaptarse a la novedad tecnológica
Es un debate curioso, porque en realidad la tecnología es un medio para, y no el contenido en sí mismo, por lo que en principio la educación no tendría que estar amenazada.
Bueno, pero ahí es donde yo veo si sigo o no avanzando en esta línea. Porque en un debate escuché el otro día, y no estuve para nada de acuerdo, cuando alguien expresó que "al final nosotros somos los que mandamos y si no nos gusta lo que está haciendo la inteligencia artificial la apagamos".
Y no estoy de acuerdo porque eso es relativo, el ser humano ha demostrado que aun con evidencia de que puede ser muy peligroso, no necesariamente va a haber gente que lo quiera apagar.
El ejemplo típico es el de la energía nuclear, cuando llaman para el desarme nuclear hay un montón que dicen "sí ahí vamos" y hay otros que dicen "ni loco", porque le sacan un provecho, no importa cual.
Hay un temor fuerte a la inteligencia artificial y a las capacidades de las nuevas tecnologías.
Es que hemos tenido una especie de novela anticipatoria de la inteligencia artificial. Yo me acordaba de la película Ella, de hace unos diez años, que hablaba de esta inteligencia artificial que se comunicaba todo el tiempo con el protagonista a pesar de que él nunca la veía, y que al final, él se empieza a deprimir cuando se entera de que la IA se estaba comunicando con cientos de personas a la vez, además de con él y a cada uno le respondía e interactuaba como el otro esperaba.
Entonces, esto que estamos viendo es nuevo y me gusta mucho el nombre que tiene, el de Inteligencia Artificial Regenerativa, es algo realmente importante porque yo tengo un libro que se llama "Conflictos en la escuela de la era digital", que debe tener unos 9 años y recuerdo un capítulo en donde metía este tema.
Hablaba de esta sorpresa que se estaba investigando de los bots conversacionales, en donde uno hablaba con el bot y había miles de respuestas posibles a lo que se decía.
En ese momento, ya empezaba a aparecer que esa inteligencia artificial no solamente podía llegar a responder para lo que había sido programada, sino que empezaba a crear sus propios criterios de respuesta, o sea que aprendía, y esto de aprender daba lugar a que podía aprender algo desligado de lo que el creador había pensado.
Entonces, esto que pasó, de que tuvieron que parar una inteligencia artificial porque había creado su propio idioma y su creador no la podía seguir porque se comunicaba de manera independiente, son las cosas por las que entiendo por qué algunos lo podrán relacionar más con el tema del miedo.
¿Cómo habría que manejarlo?
Me parece bien esa actitud de prudencia de este grupo de gente que está pidiendo que se tome un tiempo, algo de seis meses, para ver cómo se maneja la parte ética y los límites, es decir, hasta donde se puede llegar a garantizar de tener cierto control sobre estas cosas, ante el riesgo de que una inteligencia tome algún tipo de decisión de manera independiente de su creador.
Es que claro, el problema es que es algo que no se había inventado antes, no existía. Esto hace 30 años era de ciencia ficción.
Claro, es el famoso drama de la película Terminator, en donde esta inteligencia artificial se independiza y decide sacarse de encima al ser humano.
¿Cuál es la preocupación de los docentes con la Inteligencia Artificial?
Hay dos posturas. Los que están de acuerdo en general, valoran las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, sobre todo su condición generativa, que da la posibilidad de seguir desarrollándose; y por otro, está la preocupación de quienes se preguntan hasta dónde se puede llegar
¿Por ejemplo?
En la parte educativa, se empezó a hablar de la capacidad que tiene. Uno le da un tema, y algunas pistas, y la IA arma una tésis doctoral, de grado, en donde ya no se trata del famoso cortar y pegar, sino que hay toda una especie de reformulación del contenido.
Es más, algunos le han pedido a la IA que haga una tésis desde la mirada de un pensador, o como si la hubiera escrito Einstein, por decir algo. O sea, la IA toma la personalidad y características, como si la hubiera escrito una persona conocida.
Es muy inquietante y fascinante.
Y es que hay todo un tema con eso, porque en general, el docente se enfrenta al problema de cómo evaluar, que es uno de los grandes temas entre muchos que tiene la educación. Cómo evaluar desde cosas muy sencillas a cosas muy complejas, como una tésis de grado.
Entonces, desde el punto de vista humano, ya tenemos una dificultad frente a esa complejidad, y ahora va a aumentarla más.
Ya no es tan fácil como hasta ahora, con esos programas que le decían de donde copiaron cada fragmento de una tesis, porque esta inteligencia artificial lo que hace es reformularlo, ya no corta y pega lo que toma.
Por eso digo que hoy se está hablando de tomarse tiempo, no solamente para entenderlo, porque los que nos convertimos en usuarios de estas innovaciones vamos en la práctica y de a poquito haciendo el control de calidad, a medida que se usa se va viendo que cosas son buenas y que cosas son malas.
¿Usted ha usado el chat GPT?
Lo he usado para hacerles preguntas y he tenido unas discusiones bárbaras, que las tengo ahí anotadas sobre algunos temas que hacen al clima social escolar.
¿Discusiones en qué sentido?
En que el chat me decía un montón de cosas que yo le marcaba que se estaba contradiciendo y se lo decía porque el tema que estábamos hablando era de mi área
¡Ah bueno! ¿Y qué pasó al final?
Lo que pasó al final de todo el debate es que la IA me terminó dando la razón, literalmente me dijo que tenía razón. ¿Y por qué? Porque la IA estaba aprendiendo. ¿Y de dónde sacaba la información previa que me estaba dando? La sacaba de otro, de internet. Entonces, a veces llega a conclusiones que son propias, pero pueden estar desacertadas, porque el mensaje lo toma de un lugar en donde la información no es buena.
O sea que desde esa perspectiva no sería muy sano que hoy cierta IA como esta, tenga un rol importante en la escuela
No, no, desde ya, más después de saber que a veces crea una realidad, inventa un personaje y una historia y la comunica como si fuera algo real, hablando de un caso tal que nunca existió. Hay que tener mucho cuidado porque esto recién está empezando.
Pero la IA es muchas cosas más, son toda una serie de herramientas que resuelven problemas por sí mismas sin intermediación humana.
No. Porque de lo que estamos hablando es de lo que irrumpió ahora, que es la inteligencia artificial generativa. Esa fue la novedad el año pasado.
Mire, yo he escrito 22 libros, y ya me sincero y le digo que mis libros no hubieran tenido la calidad o respondido a lo que yo quería hacer si yo no hubiera tenido la posibilidad de buscar por internet.
Para mi, internet, los buscadores, los buscadores académicos, acceder a bibliografía que sólo podía encontrarla por internet, utilizar traductores en línea que son fabulosos, fue fundamental.
Entonces, no podemos ser necios y estar en contra de estos avances e innovaciones que son fabulosas. El tema, y por eso nos desafía este tipo de inteligencia artificial, es porque genera conocimiento, pudiendo llegar a corregir a su interlocutor.
Pero resulta que si uno es especialista en un tema y la desafía y la convence, la IA lo acepta. Entonces el punto de discusión es si la inteligencia artificial lo aprendió y lo guardó y si va a guiar a otro con ese conocimiento que yo le di. Eso no lo tengo claro aún.
Claro, el problema del conocimiento de la IA es que no se sabe si lo que dice está chequeado, si está comprobado y es correcto.
Bueno, fue lo que me pasó a mi porque lo que hace el chat GPT es que entra en una especie de diálogo donde uno le va diciendo las cosas que de alguna manera transforma en un texto. Eso es lo que cambia y me parece muy bueno el formato porque lo hace más ameno.
El tema es que llega a una conclusión, con el riesgo de que esté tomando una respuesta que no es correcta o que directamente inventa. Esto recién empieza y no sabemos hasta dónde va a llegar
Entonces, ¿cuál va a ser el impacto de la inteligencia artificial y de los algoritmos en la escuela?
Yo creo que va a ser pobre, va a ser mínimo. Siempre va a haber un grupo de estudiantes, que son curiosos y avanzados, que se van metiendo en estas cosas, que van a hacer un uso, pero creo que va a ser un uso limitado.
¿Por qué?
Es increíble lo que voy a decir, pero tenemos una escuela que es tan vieja, que es como que tiene anticuerpos para todo lo nuevo que quiera meterse.
¿Dice que va a ser pobre el impacto porque la IA y las nuevas tecnologías no van a tener lugar en la escuela argentina para desarrollarse?
¡Claro! No le va a dar la posibilidad de que se meta porque la escuela sigue con el modelo viejo.
¿Hay que pasar a una escuela más tecnológica, con herramientas de última generación e inteligencia artificial sí o sí?
No, no, yo creo que lo que se ha perdido es humanizar la escuela. Los chicos no necesitan una tecnología que la van a usar igual, en todo caso la escuela puede llegar a facilitar en ese sentido.
A ver: ¿Toda esta tecnología que le permitió escribir 20 libros se usó en la escuela mendocina o argentina en los últimos 20 años?
No, no que yo sepa. Es más, uno se encuentra con que muy pocos docentes hicieron buen uso de este tipo de cosas. Uno ve docentes muy cansados, muy frustrados, quemados, que cuando llegan a su casa, lo que menos quieren hacer es meterse con estos temas.
Nos pasó por arriba
Totalmente. Hay que repensar todo lo educativo de una vez por todas porque tenemos un problema, que es que a los políticos no les interesa la educación y tampoco le interesa a la sociedad en general. Las encuestas que se vienen haciendo desde el 2000 hasta hoy lo demuestran.
Entonces hay que sincerar todo esto, la gente, la sociedad tiene que definir si quiere que sus hijos aprendan realmente o solo que aprueben y sigan avanzando.
Decía esto porque en los últimos 25 años pasaron por el medio el video, el power point, el excel y un montón de herramientas super visuales, prácticas y atractivas, que en algún caso ya dejaron de usarse y que no se vieron por la escuela.
¡Exacto! Volvemos al principio, la escuela no cambió, siguió siendo vieja y cuando había que pasar un video en los colegios, cuando había que seleccionar un lugar, había que anotarse primero en el cuadernito para ver si la sala iba estar disponible, después desplazar alumnos y así.
Entonces, ¿cómo terminó la historia? Un grupo de docentes, entusiasmados, que lo quería usar, terminó dando clases como siempre.
Batalla perdida
Ese es el tema. La escuela no se movió. Hoy hay modelos de escuelas flexibles, que tienen un currículum flexible y un aula flexible. Hace unos cinco años participé en un congreso en México sobre hábitat educativo, sobre infraestructura educativa, y me encantó una especialista noruega que hablaba del aula o la escuela flexible.
Ella decía que no había que hacer las escuelas tipo Finlandia, no había que demoler escuelas para empezar desde cero sino lograr que las que tenemos sean flexible, donde se pueda programar que un día se hable con todos los alumnos, que otro día trabaje específicamente con un grupo, u ocupar de tres o cuatro chicos.
O sea, el aula es la que se transforma, es la que va cubriendo la necesidad para lo que se quiere, pero no para lo que quiere para todos, sino que se puede tener un trabajo para unos y otro para otros. Ahora, esto no es posible cuando se tienen 35 alumnos por aula.
Una gran cantidad de chicos tiene hoy teléfonos celulares. ¿No deberían ser usados como una herramienta escolar más?
Sí, una herramienta didáctica, es lo que se llama la educación móvil. En aquel libro que le conté al principio sobre los Conflictos en la escuela digital, le dediqué un capítulo a la educación móvil, porque la pregunta era esa: ¿Si la mayoría de los chicos tiene teléfonos, por qué prohibirles el teléfono?
Ahora, si como docente uno no sabe que pueden llegar a hacer los alumnos con el teléfono, o no sabe que va a hacer con ellos porque no lo planificó, lo mejor que se puede hacer es decirles que apaguen el teléfono.
A los alumnos hay que tenerlos haciendo actividades y haciendo actividades realmente productivas, que tengan que ver con el aprendizaje. Si para eso están ahí los docentes porque sino se aplica una frase que yo aprendí temprano, y que dice, "si no tenés ocupados a los chicos, los chicos te tienen ocupado a vos".
No hay ninguna duda en esto, el docente es la figura más importante porque él es el que ordena. Los alumnos son los destinatarios de la tarea, pero el docente es quien puede llegar a mover, o a motivar.
¿El problema de la escuela de hoy es por el contenido programático o porque el método de enseñanza es viejo?
Creo que es un problema de proyecto. No tenemos claro que le tenemos que dar a los chicos. En cambio, sí seguimos repitiendo un modelo viejo, antiguo, al que no le ponemos ningún condimento para que se entusiasmen.
Hay una palabra que tiene la misma raíz: saber y sabor. Y acá hay que ver cómo lograr que los alumnos saboreen el conocimiento, crear el asombro, la expectativa, porque el contenido ya viene dado, el sistema ya lo tiene previsto.
Y después evaluar si los chicos aprendieron o no aprendieron, porque ahí tenemos un conflicto bárbaro sobre cómo evaluar, este tema puntual es uno de los generadores de conflicto.
¿Cómo es el modelo en otros países del mundo? Una escuela de punta, ¿cómo trabaja?
Bueno, lo que está pasando en Suecia por ejemplo es que están diciendo que van a empezar a disminuir el uso de las pantallas y quieren meter más libros, libros papel.
¿Por qué?
Porque esto tiene una confirmación desde lo psicopedagógico, del valor que tiene la lectura, que tiene una ventaja respecto a la sola pantalla. Pero bueno, ahí tenemos un ejemplo de que no todo tiene que pasar por las nuevas tecnologías.
Acuérdese lo que pasó con la calculadora. Todo el debate que hubo con la calculadora. Los japoneses exportaban calculadoras a todo el mundo, pero ellos les decían a los chicos que sigan con el ábaco.
¿Entonces?
Es que primero hay que analizar eso, cuáles son las destrezas que se quiere que los chicos desarrollen por lo que hace a la neuroplasticidad, esto que ya sabemos, de que el esfuerzo en un razonamiento o en una acción determinada lo que hace es desarrollar neuronas, desarrollar conexiones, frente a la facilidad que a veces da y que es real porque facilita mucha tarea, cosas como la virtualidad, la computadora, la calculadora.
Entonces, tenemos que tener claro qué es lo que queremos desarrollar de la inteligencia humana porque van a haber cosas que van a ser importantes que se hagan, y otras que por ahí van a ser un capricho, como por ejemplo que el chico resuelva mentalmente un cálculo complejo en el momento. La verdad, para qué.
¿Hay que desarrollar un modelo educativo entonces?
Es que no tenemos, no tenemos sistemas educativos exitosos que tienen claro cada cosa. Nosotros no tenemos un proyecto educativo nacional, ni mucho menos provincial.
Entonces, es válido lo que puede llegar a hacer cada escuela. Alguna querrá hacer un proyecto educativo con el liderazgo directivo que lo piensa, los docentes que lo siguen y las familias de la comunidad que lo aceptan. Pero en general, esto no se ve. Solo va a ver que hay un currículum que bajar y punto.
Ahora se habla de una generación Einstein, relacionándolo con el manejo del multitasking que hacen los chicos que manejan varios dispositivos, que tienen esa destreza, y después están los otros, una generación más limitada, que ha perdido un montón de capacidades, por ahí algunas muy importantes.
Entonces, vuelvo, hay un debate a favor y en contra de todo este nuevo mundo artificial, hoy estamos metido en un mundo más artificial que natural, y por la inteligencia artificial, hemos ido abandonando la inteligencia natural.
Que es lo que se desarrolla en la escuela.
Claro, que es lo que se debería desarrollar en la escuela, exacto, pero en la escuela están cinco horas y el día tiene 24. ¿Qué pasó el resto del tiempo?
Entonces ahí gana puntos la escuela del siglo XIX.
Lo que pasa es que la escuela del siglo XIX era excelente en el siglo XIX. No fuimos capaces de ir adecuando a la realidad, lo que iba pasando, lo que se iba descubriendo, lo que se iba inventando, irlo acomodando en la transmisión de conocimiento en la escuela.
Deme un modelo educativo de algún país del mundo que se destaque.
Si uno se guía por los resultados se va a encontrar con que Singapur es el país que tiene los mejores resultados tanto en lengua como en matemática.
¿Cómo es la escuela allá? ¿Se dan clases como acá?
Ellos dieron en un momento de su historia un vuelco, y apostaron a la seguridad, al orden, y a la educación, más allá de que aún es un país con rasgos autoritarios.
Es decir, hay determinados exámenes educativos que se hacen en Singapur y cuando eso pasa se para el país, por la importancia que le dan, porque todo el mundo está pendiente de que sus hijos van a rendir y acá en nuestro país eso es apenas un detalle.
¿Les enseñan con cuadernos y lapiceras o usan tecnología moderna?
Ellos usan todo. En matemática priorizan lo pictórico, que me hace gracia porque era lo que yo aprendía en primer grado cuando a uno le hacían dibujar una cantidad de manzanitas y uno al lado le ponía el número.
Es decir, básicamente lo mismo: la imagen, el repetir, el pensar, el tiempo del problema a resolver. No solamente resolver un cálculo, había que meterse en el problema y resolverlo. Vuelvo a esto. Hay un montón de funciones básicas que se han ido perdiendo por falta de uso, como que no se han considerado importantes.
¿Y por qué pasa esto? Porque todavía se sigue discutiendo de qué manera hay que enseñar la matemática, de qué manera hay que enseñar la lectoescritura y al final uno se encuentra con que unos piensan una cosa y otros piensan exactamente lo contrario.
Mientras sigamos con esto, de que el que está políticamente de turno comulga con lo que le dijo alguien, al que considera un experto en el tema, o porque es parte del partido político o porque le vendieron el producto, el asunto es que se va cambiando todo el tiempo y no está bien esto porque uno no puede estar experimentando con los estudiantes.
¿Qué habría que hacer para actualizar la escuela argentina actual?
Y primero, tenemos que tener claro qué país queremos porque a la larga la educación es la que va a marcar el derrotero del país.
Creo que sigue siendo un ejemplo muy válido el de Domingo Sarmiento, más allá de lo que digan unos a favor y otros en contra, porque Sarmiento tenía muy claro el proyecto de país que quería y ese proyecto pasaba por lo educativo.
Fuera bueno o fuera malo, lo que importa es que él estaba convencido que a través de la educación se transformaba y en realidad es así, la educación transforma.
Yo, por ejemplo, trabajo con convivencia humana y con la carga negativa, con violencia, y tengo una frase que me encanta de Humberto Maturana, chileno, que dice "la educación es un proceso de transformación en la convivencia" y es tán lógico, pero también debemos reconocer que no lo cumplimos.
Aquí la convivencia es un tema totalmente descuidado. Recién hablamos de convivencia cuando hay un problemón, pero si no es un tema que no se habla, no forma parte de las políticas.
¿Y es importante?
Es muy importante. Los organismos internacionales vienen diciendo en los últimos años que la convivencia escolar es el mayor condicionante asociado a la calidad educativa que incide en la vida de la escuela.
Esto es, que el maestro pueda enseñar, que el alumno pueda aprender, que haya alumnos que se queden en la escuela, que se sientan parte de una comunidad educativa y lo mismo para los docentes.
Entonces, en la vida de las escuelas, lo que condiciona lo que va a pasar, es esto de cómo nos llevamos, si me siento bien, si me siento mal. Este tema, que hoy en el mundo está considerado como prioritario, no lo es aquí, directamente hay que empezar de cero.
Pero es sencillo. Tiene que haber un clima de respeto, dedicación y disciplina.
Claro, pero uno se encuentra con chicos y con familias que no respetan al docente. Empecemos por ahí, el docente ya no es una autoridad, ha perdido la autoridad pedagógica, la ha ido perdiendo.
Hoy es solamente un facilitador de algún aprendizaje, donde hay padres que ponen en duda su idoneidad, que le discuten que los hijos son más inteligentes, o que cuestionan la manera en que enseñan. Entonces, ahí tenemos un problema.
Usted dijo la palabra mágica: respeto, y el respeto se ha perdido porque el docente hoy no es considerado autoridad. Y cuando digo autoridad, me refiero como concepto a una persona que defiende valores con competencia. Hoy, el docente, el valor conocimiento, que es el que tiene que transmitir, no es visto como autoridad competente.
¿Hay que refundar todo entonces?
Sí. Tenemos que mezclar y dar de nuevo.