El ex ministro de Hacienda, Martín Kerchner, dice que la matriz productiva está agotada y que hay que modernizarla.
Kerchner: "Bajar impuestos sube la actividad económica y la recaudación"
Para Martín Kerchner hay realidades en Mendoza y en el país que no tienen discusión. Asegura que "bajar los impuestos aumenta la recaudación fiscal" y que el desarrollo argentino está tan por debajo de la media, producto de las políticas de presión impositiva, que en la Argentina "es más fácil acceder a un plan social que conseguir trabajo".
El actual senador provincial radical de Cambia Mendoza y ex ministro de Hacienda y Economía de la Provincia, se mete en esta entrevista con el informe de la Cepal que señala a Mendoza con uno de los peores crecimientos de los últimos 15 años.
También responde cuanto tiempo le costará a Argentina salir de esta crisis económica y contesta si hay o no, una salida posible y socialmente viable. Habla de como está la matriz productiva provincial y que hay que hacer con ella.
El informe de la Cepal muestra a Mendoza en una posición de crecimiento muy baja en los últimos 15 años. ¿Es comparable respecto de otras provincias y del promedio nacional?
Entender el movimiento de las regiones en un país, en especial en Argentina, sin entender el movimiento macroeconómico, es no entender cómo funciona la economía en nuestro país.
El desarrollo que tendría que haber tenido Argentina en los últimos 20 años ha estado por debajo de la media de toda la región y eso es producto de un impacto directo de la forma de gobierno, de la forma de administrar, del Estado que duplicó impuestos, que aumentó las trabas, que complicó la vida para tomar empleo, complicó a las pymes, un Estado asistencialista, donde es más fácil acceder a un plan que conseguir un trabajo.
Esas son las cosas que en los últimos 20 años han ido destruyendo la economía argentina, y coincidentemente en ese tiempo, el poder gobernante ha sido el populismo, que básicamente es el Frente de Todos, por no decir el kirchnerismo, expresamente. Un Estado que gasta de más, que se endeuda, que toma dinero para pagar lo que no tiene, no toma dinero para hacer obras, para desarrollarse, sino para hacer asistencialismo, que incrementa la presión fiscal sobre las pymes, que aprieta el cuello de la actividad económica y termina usando un salvavidas de plomo. Esto explica la mayor parte de la falta de desarrollo de las últimas dos décadas. Crecimiento con caídas que nos dejan en el mismo lugar.
En este contexto, la zona central de la Argentina, que es la zona más pujante de la economía, que abarca desde Mendoza hasta la Pampa Húmeda, Córdoba y Santa Fe, es la que está más expuesta a la posición de la Argentina en el mundo. Y en la medida de que esas zonas padezcan un gobierno que les pone el pie encima, que pisa la actividad económica, que les complica producir y generar empleo, ahí está la explicación principal de por qué la economía no se ha desarrollado.
Ver: "Impulso Tambero", el programa para compensar el precio de la leche
Después podemos hacer comparaciones de datos buenos y datos malos, pero hemos vistos datos de la Cepal que dice que la provincia que más desarrollo económico tuvo fueron Chaco y Santiago del Estero y claramente no ha sido por una cuestión de desarrollo económico privado, sino que ha sido por asistencialismo y por enviar dinero para generar beneficios, que es parte de la idea que tenemos todos de un pueblo federal: esto es, que los que más producimos aportamos más para que todos se desarrollen. Pero si a los que más producen no se los deja producir, no pueden aportar.
Y esto es lo que genera la crisis fiscal en la Argentina, que es la falta de disponibilidad de dinero para hacer actividades de desarrollo productivo concretas y no para hacer asistencialismo.
El gran debate de los últimos 10 años ha sido la matriz productiva. ¿Alcanza con lo que tenemos? ¿Hacia dónde tiene que ir?
El modelo productivo de Mendoza está agotado, desde el punto de vista de que debemos incorporar inversiones importantes a lo que ya tenemos.
Si miramos la agroindustria, esta requiere una inversión en tecnología para el manejo de agua, mucho más importante de la que estamos haciendo y para eso hay que contar con el dinero del Estado, que cada vez es más chico porque les saca a los que menos pueden pagar para que cada vez haya menos dinero y se paguen menos los impuestos.
Hay que revertir esto a una visión positiva, en la que desarrollando la actividad económica se logra que haya más movimiento y bajando más impuestos, se pague más dinero porque crecen los ingresos, y esos dineros destinarlos a subsidios, pero de forma inteligente, como hace el actual gobierno provincial, destinándolo al programa de Mendoza Activa, o a nivel nacional, destinarlo al desarrollo de actividades.
Y en el caso de Mendoza creo que la agroindustria tiene que tener un nuevo giro, un giro de eficiencia muy importante, pero para eso necesita oxígeno. Lo tiene que tener el turismo, que es un motor muy importante que tiene Mendoza y también va a tener en el futuro como centro turístico y logístico también, porque el 70% de las mercancías del Mercosur pasan por Mendoza. Está en nosotros saber administrar que eso deje valor agregado en Mendoza y no seamos un lugar de paso.
Hay que apostar mucho a la diversificación en servicios basados en el conocimiento. Tenemos un alto nivel de formación en Mendoza, y al no haber barreras mundiales para vender nuestras capacidades, tanto en software como en audiovisuales, como en el desarrollo de tecnologías médicas, todo lo que se produce con la mente estamos en capacidad de desarrollarlo y eso nos pone en el mapa mundial y es una de las cosas que hay que seguir acentuando.
Por supuesto que todo lo que tenga que ver con el desarrollo de materias primas como la de recursos naturales no renovables, como es el caso del petróleo, los convencionales y no convencionales, en especial en el sur provincial y lo que tenga que ver con el desarrollo de la minería, son pilares que a largo plazo.
Nos van a beneficiar porque tenemos una columna vertebral que es la cordillera de Los Andes que nos permite tener una gran capacidad de elementos que hoy necesita el mundo para poder vivir en esta modernidad. Lo de la matriz productiva es importante pero no necesariamente mirando sólo la minería, porque la minería es un paso más.
Hay varias actividades para potenciar
Creo que el primer motor de desarrollo inmediato de Mendoza es el turismo, es el primer camino, el primer activador, se notó mucho en 2017/18 con el aumento de vuelos a Mendoza que trajeron turismo familiar, de reunión, aventura, en fin, hay que copiarle en algunas cosas a Córdoba, porque ellos tienen en todas sus comunas productos turísticos distints y lo promocionan así.
Como dije, no hay que dejar de darle esta segunda vuelta a la agroindustria, como se ha hecho con producción y elaboración de papas fritas en Mendoza, que se producen en 1.500 hectáreas en nuestra provincia y después se pasan a una planta también en Mendoza y el 50% de esas papas fritas se consumen en los supermercados y restaurant de comidas rápidas de Sudamérica, saliendo unos 6.000 camiones al año de papas congeladas de la provincia. Esto es un ejemplo de cómo se puede modernizar y actualizar en la industria agroalimentaria.
En la infraestructura de servicios logísticos, Mendoza va a seguir siendo, por su ubicación, un punto neurálgico para trasladar alimentos y mercaderías desde América hacia el Asia. Los hub logísticos que se venían implementando con ProMendoza están ayudando a aumentar la cantidad de pymes que exportan. Actualmente tenemos 500 pymes que exportan, pero tenemos que llegar a 1.500 para que se acostumbren y vivan en el mercado mundial como su lugar natural, su lugar de origen y no, que exportar sea para ellos toda una odisea.
Entonces hay que favorecer a las pequeñas y medianas empresas para que exporten. Son pequeñas herramientas que puede potenciar la provincia, dentro de un marco macroeconómico, que esperemos que a partir de este año o 2024, el Estado en vez de ser un problema sea un facilitador.
Ver: Reyes Magos flacos: se vendieron pocos juguetes este año y hay malestar
¿Bajar impuestos para alentar el crecimiento tiene un límite? ¿Hasta donde puede servir para provocar un shock de crecimiento?
Bueno, yo lo pude acreditar siendo ministro. Cuando se bajan los impuestos aumenta la actividad económica en un proceso de expansión y a la vez aumenta la recaudación. Es una cosa totalmente contraria a lo que uno esperaría, pero la práctica dice otra cosa. Se bajan los impuestos, aumenta la actividad, se recauda más y aumenta la recaudación. Eso ayuda a redistribuir inteligentemente.
Hay que seguir bajando impuestos como lo estamos haciendo desde 2016 en Mendoza, el problema es que los impuestos provinciales son muy pequeños respecto a la presión fiscal nacional. Del cuarenta y pico por ciento que implica la presión fiscal en la Argentina, solo el 5% se explica por impuestos provinciales, y el 1 o 2% por impuestos municipales. O sea, que el 35% de toda la presión fiscal, es producto de los impuestos nacionales que lejos de bajar fueron creciendo en los últimos tres años, creando o modificando 16 impuestos, hecho esto por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, porque no es el gobierno de Alberto Fernández sino de Cristina.
Entonces, con el IVA, Ganancias y todos estos tipos de impuestos, lo único que han logrado es aumentar la presión fiscal, grandes volúmenes de impuestos que quedan en el Estado nacional y no son grandes herramientas para las provincias. Lo que hay que seguir haciendo en Mendoza es mantener el equilibrio fiscal, bajar los impuestos provinciales, concretamente ingresos brutos y lograr que la Argentina ingrese en ese camino, que copie el Modo Mendoza por decir un ejemplo, que consiste en la reducción gradual y sistemática de impuestos porque es la única que es sustentable.
Hoy se habla de que hay que exportar para crecer. ¿Ya no alcanza en la economía actual con el mercado interno?
Hace poco estábamos viendo un informe del BID que habla sobre cómo ha evolucionado el comercio internacional en Sudamérica, centroamérica y norteamérica en el último año y el dato es que Argentina está por debajo de los crecimientos.
Sudamérica ha tenido un crecimiento del comercio, apoyado entre comillas por la guerra de Ucrania y por el rebote Covid, entonces ha sido una gran oportunidad. Argentina creció entre 2021 y 2022 un 15% en las exportaciones, pero eso 15% se ha basado en que los commodities como el trigo y la soja tuvieron mejores precios, es decir crecimos por precio. En volumen, en cantidad de kilos, bajamos dos por ciento.
Otros países no han tenido el crecimiento de precios que tuvimos nosotros, pero si tuvieron volumen. Así que evidentemente, a medida que pasan los años estamos perdiendo oportunidades, porque si estuviéramos concentrados en un país estable, con una inflación razonable, en generar productos para el mundo, estaríamos en el lugar donde se compran los productos para el mundo, pero lamentablemente estamos mirándonos el ombligo desde hace 20 años con el kirchnerismo y el populismo y estamos perdiendo oportunidades permanentes, desde haber perdido los precios de la soja que tuvimos con Nestor Kirchner, a volver a tenerlos ahora con precios muy buenos y haber perdido las oportunidades de estar en el mundo con estos productos, cuando nuestros vecinos, como Brasil, sí lo han aprovechado.
Si se miran los países que han traccionado el crecimiento, Argentina es uno de los más bajos en el último año y eso nos tiene que interpelar para poder mirar una forma de exponernos al mundo y de hacer fácil que la gente del mundo venga, compre y se pueda llevar productos con valor agregado.
A cuento de las exportaciones, ¿está el sector privado del país en condiciones de competir o ganar mercados externos si hubiese una situación estable?
¡Obviamente! Cuando Argentina y Mendoza estuvieron en épocas de estabilidad con el mundo, donde el mundo entraba y salía del país de una forma más razonable, las exportaciones de Mendoza mejoraron porque tenemos una economía altamente exportable.
Tenemos servicios turísticos, que es una forma de exportar, entran dólares y salen servicios. Mientras más fácil es venir a la Argentina y más fácil es cambiar dólares, los turistas viajan, vienen, consumen, hacen congresos, etc, y eso hace queden dólares en nuestra actividad económica y ayude al Banco Central.
Lo mismo pasa con el vino, con el sector industrial, con lo que tiene que ver con agroquímica que es muy fuerte en Mendoza y también tiene que ver con que la provincia tiene un centro de producción de energía muy importante, especialmente con la destilería de Luján de Cuyo. Si en algún momento Argentina empieza a exportar combustibles, bueno vamos a estar traccionados.
Estuvo al frente del Ministerio de Hacienda de la provincia. ¿Hay una fórmula que halle una salida de la crisis económica que vive la Argentina y que sea socialmente viable?
La fórmula es el sentido común. Eso implica que el Estado no sea un problema, no gaste más de lo que tiene, haga lo que tenga que hacer para que funcione, que cada vez funcione con menos dinero y más eficiencia. Eso lo hicimos, en su momento, en Godoy Cruz con Alfredo Cornejo, en la provincia también con Alfredo y con el gobernador Rodolfo Suárez. Creo que es un modelo que se puede aplicar en la Argentina, que requiere de mando y de voluntad política y requiere meterse en el lodo y trabajar desde ahí. Desde arriba nada funciona.
El Estado bien administrado, bajando los impuestos y gastando menos libera dinero para que la actividad privada se empiece a desarrollar. Eso, sumado a un Estado donde se quiten trabas, se permita de alguna manera comercial más libremente y solo se intervenga estrictamente cuando haya cuestiones de deformación del Estado.
Se trata de un Estado inteligente, esa es la forma más fácil de salir. ¿Se sale en un año? Imposible. ¿En 10 años? Es difícil. En 20 años, puede ser. Así que hay que entender que los procesos llevan mucho tiempo, nosotros venimos bajando impuestos en Mendoza en Ingresos Brutos hace siete años y a pesar de todo ese esfuerzo y de ese dinero que dejó de quedar en el Estado, y de que el Estado sigue funcionando, aun así, cuesta mucho que la actividad económica mejore porque Mendoza poco puede hacer como provincia si Argentina no mejora.
Si el país comenzara a tener 10 o 15 años de estabilidad y crecimiento y de pensar de que el que está afuera no nos viene a atacar sino a ayudar, porque quiere comerciar, porque tiene que tener una rentabilidad y dejar una rentabilidad acá, creo que esa es la forma.
¿Y lo social?
Y en lo social todo es viable en la medida que haya construcción y empleo. Una persona que llega a su casa, y por más que le cueste llegar a fin de mes pone arriba de la mesa el producto de su esfuerzo, lo que llamamos meritocracia, eso va a ir transformando a la Argentina en lo que era el país de hace muchos años, en donde el que más se esforzaba tenía posibilidad de desarrollarse y crecer.