El diputado nacional advierte que Mendoza no puede permitirse no regular su río más caudaloso.
Cobos: "Si el laudo sale en contra hay que irse del COIRCO y hacer Portezuelo"
El diputado nacional Julio Cobos redobló la apuesta luego de que el presidente Alberto Fernández anticipara en La Pampa, que enviaría el proyecto de Portezuelo del Viento al freezer, porque exigiría un nuevo estudio de impacto ambiental.
Entrevistado por Mendoza Post, Cobos propuso, además, por si no se quiere esperar hasta 2024 para cobrar todo el dinero de la obra, que se puede volver al proyecto original de Portezuelo del Viento, pensado para el trasvase de aguas hacia el río Atuel, el que ya tiene un estudio de prefactibilidad y que costaría unos 500 millones, porque para ese fin no hacía falta una presa tan grande como la proyectada actualmente.
Esa opción -señaló- permitirá a Mendoza construir otra presa más, que podría ser la de El Baqueano, o el mismo trasvase si se desea, con los 500 millones restantes.
Recalcó, que es muy importante avanzar en Portezuelo para no dejar a Malargüe en el camino. El sureño departamento soporta una desgraciada seguidilla en los últimos años: cerró la mina de Vale que ahora se trata de encauzar, no funciona Las Leñas, le bloquearon el emprendimiento del centro de esquí de El Azufre, tiene Vaca Muerta sin desarrollar y como si fuera poco, no tiene gas natural, a pesar de ser el mayor productor provincial.
El presidente Alberto Fernández ya anticipó que no dará por válidos los estudios de impacto ambiental realizados por Mendoza y pedirá uno nuevo. ¿Cómo sigue esto?
Hay que esperar a que lo exprese en el laudo, pero si sale en contra de Mendoza, o pone a la provincia en una posición imposible, hay que irse del COIRCO como ya propuso el diputado nacional Omar De Marchi y hacer Portezuelo del Viento igual.
Hay que tener en cuenta que el COIRCO surge en 1975, porque la Nación era la que manejaba y hacía las obras hidráulicas. En esa década se hicieron grandes obras y no le dieron intervención a las provincias, entonces las provincias, para hacerse fuertes, se juntaron en grupos regionales como este. Eso, que fue útil al principio, hoy es un obstáculo en la relación con La Pampa.
¿Puede irse Mendoza del Comité Interprovincial del Río Colorado?
Así como Mendoza tuvo la libertad de ingresar, también tiene la libertad de salirse, porque si no, no vamos a poder realizar ninguna obra más, siempre va a estar esta discusión ya que La Pampa tiene una oposición visceral con Mendoza y no puede estar obstaculizando el progreso de la provincia.
¿E insistir con Portezuelo? Porque habría que esperar que se acredite la totalidad de los 1.000 millones de dólares ante este marco conflictivo.
Acá, lo más importante, es que no hay que desistir de regular el río Grande, porque es el más caudaloso que tiene Mendoza y es crucial hacerlo. Me pregunto: ¿Qué pasaría hoy si no tuviéramos regulado el río Mendoza a través del dique Potrerillos?
Ahora, si hay ansiedad de empezar ya a usar esos recursos, se podría volver al proyecto original de Portezuelo del Viento. Es una variante menos costosa que nos habilitaría, con esos mil millones, hacer ese Portezuelo y otra presa más, como por ejemplo la de El Baqueano.
A ver, lo estoy tirando como una idea. Ya que todos ahora están tirando ideas de las obras que se podrían hacer, no viene mal que este humilde ingeniero y ex gobernador opine, porque los ríos de la provincia tienen que estar todos regulados y no puede ser que el más importante en caudal no lo esté. En el futuro nos vamos a arrepentir de no haberlo hecho.
¿Cuál es la diferencia entre el Portezuelo original y el actual?
El proyecto y concepción del convenio que yo firmé, era el de una presa más chica, con generación hidroeléctrica pero pensada más para trasvasar agua al río Atuel que para producir energía. El proyecto actual está pensado sobre todo para generar energía.
La diferencia entre uno y otro, es que, en el proyecto original la presa es 28 metros más baja que en el actual y se pensó así para que no se inundara la localidad de Las Loicas, con lo cual nos ahorrábamos la relocalización de esa zona poblada, como así también la inundación de 10 kilómetros de caminos y ruta nacional. Además, el muro no tenía que ser de concreto sino de tierra y material pétreo como el de Potrerillos, el costo de las turbinas sería menor porque iban a ser tres turbinas de 40 en vez de 70 y nos evitábamos replantear la ruta 226 del paso Vergara porque no quedaría bajo el agua.
Entonces, con el proyecto original podríamos hacer las dos obras, aunque bueno, hoy en Mendoza se está pensando en un dique en Uspallata.
Sería un Portezuelo más chico, porque el monto del proyecto actual de la obra, que es de 1.023 millones de dólares, insumiría 340 millones para la presa, 170 millones para la central hidroeléctrica, ahí ya tiene 510 millones y el resto, es decir la otra mitad de los fondos, se destinaría a los dos caminos nuevos que hay que hacer, a la relocalización de Las Loicas, las nuevas líneas de tensión, todo lo que quedaría bajo el agua.
En cambio, el Portezuelo original se podría afrontar con esos 500 millones y los otros 500 los tiene para construir El Baqueano y así se hacen dos obras, sin perder la oportunidad de regular el río Grande y aprovechar, además, todo lo que se ha hecho en capacitación en el pueblo de Malargüe, porque el proyecto ha tenido mucho impacto en el Sur provincial, por las expectativas que generó.
¿Pero si Mendoza se va del COIRCO y hace el Portezuelo que elija por su cuenta, no corre riesgo de un juicio?
Bueno, nadie va a estar exento de lo que haga La Pampa o cualquier ciudadano. Cuando fui ministro de la Provincia, tuve que enfrentar muchos problemas para realizar obras viales en rutas donde teníamos altos índices de accidentes mortales, porque íbamos a erradicar parte del arbolado y me cuestionaban eso y tuve que poner puño y letra como ministro porque todos se iban pasando la pelota.
Entonces, tenemos que estar preparados para un planteo de La Pampa y de cualquier ciudadano, pero yo no bajaría los brazos, porque si sentamos este precedente con el COIRCO, no vamos a poder regular ninguno de nuestros ríos nunca más.
Usted no tiene duda que hay que avanzar sí o sí
Es que lo importante acá es el recurso que genera la energía, que es de la provincia, que permitiría además avanzar en la ejecución de obras hídricas tendientes a optimizar la eficiencia del riego, obras de impermeabilización, automatización de compuertas, riego por goteo, etc. o bien destinarlo a escuelas, viviendas, seguridad entre otras necesidades.
¡Si se adopta otro camino, el recurso o el capital económico (los mil millones) se va a extinguir!
Por lo tanto, la decisión definitiva que se adopte, debe ser tomada sin que la ansiedad y tentación que originan disponer de esos fondos, tape la visión de futuro.
Pongo dos ejemplos de mi experiencia. Cuando termine mi gestión de gobernador, además de este plazo fijo que significó el convenio por Portezuelo del Viento, dejamos depositados en los bancos dos fiducias.
Una, vinculada al inicio de la primera etapa del metro tranvía que era de 37 millones de pesos, estamos hablando del año 2007; y la otra de 240 millones ,equivalentes a casi dos masa salariales, como fondo anticíclico, en cumplimiento con ley de responsabilidad fiscal.
¿Cómo terminó esto? Hoy el metrotranvía está funcionando y ampliándose. En cambio, el fondo anticíclico desapareció al año siguiente.
Pero bueno, hay que esperar el resultado formal del laudo y ahí decidir porque no tenemos que resignarnos a no regular las aguas del río Grande.
¿Se imaginó que iba a terminar en esto cuando firmó el acuerdo con el ex presidente Néstor Kirchner?
La verdad que no. En aquel momento fue más difícil firmar el acuerdo, estábamos en una situación económica complicada, todavía el país no salía del default y a mí me tocó transitar un camino lleno de espinas, negociando con Roberto Lavagna y con el propio Néstor Kirchner, porque había que destinar este monto que era muy grande para ese acuerdo. Nunca imaginé este camino tan largo y sinuoso.
¿Le sorprendió la decisión que anticipó el presidente?
No me sorprendió, porque el hecho de desarchivar el expediente fue no reconocer que ya estaba terminado el impacto ambiental que figuraba en acta 857 de 2019. Sabíamos que algo se iba a pedir.
Pero lo que yo entiendo y siendo conocedor, por mi profesión de ingeniero civil, es que una obra de estas características causa el impacto grande aguas arriba, que es donde se hace la obra, porque hay que relocalizar gente, se afecta la fauna, la flora, hay que hacer caminos, líneas de tensión, acueductos, movimientos de suelo, ese es el mayor impacto.
Y Mendoza realizó dos estudios de impacto ambiental, uno con su propia ley y otro con los términos de referencia, con dos universidades nacionales, la del Litoral y la de La Plata. Pero aguas abajo, el tema del impacto se reduce a cómo se regula el río, nada más.
Porque cuando se empieza la construcción de la presa no se deriva nada de agua, solo se hace una desviación de la totalidad del río para poder hacer la obra, y recién se tiene impacto, en la forma en que se llena el embalse y en cómo se regula.
Pero habida cuenta, de que el proyecto actual es una presa de central hidroeléctrica y nada más, a nosotros lo que nos interesa es que pase toda el agua posible, es decir no nos interesa retener agua porque mientras más agua pase más energía se genera y más recurso para la provincia.
Pero bueno, si nos atenemos a los argumentos de La Pampa, que están basados en la problemática del río Atuel y no del río Grande, habría que demoler la presa de Casa de Piedra también, que está sobre el mismo río, pero en Río Negro y es bastante grande.
Creo que el presidente Fernández tiene la oportunidad de consultar si hay alguna duda y liderar un consenso para acordar una regulación conjunta del río que sería el único impacto.
¿El impacto ambiental para La Pampa sería si con Portezuelo tiene menos agua, más agua o la misma cantidad?
Claro, nada más, no hay otro impacto y el único problema, que puede no serlo si se regula bien, es en el llenado de la presa, que es cuando se comienza a restringir caudales. Eso se puede acordar perfectamente.
El problema con La Pampa, es que tiene una postura visceral contra cualquier cosa que hagamos en Mendoza y eso también lo tiene que saber el presidente Fernández, porque podemos hacer 50 estudios más y ellos siempre van a buscarle el pelo al huevo.
¿Esta postura del presidente que va a La Pampa y dice esto, cree que está motivada por la interna que tiene?
No sé, la verdad es que este gobierno tiene tantos problemas a nivel nacional que cualquier suposición que uno pueda tomar, seguro coincide.
Acá, el único problema es La Pampa, que tiene una postura irremediable y doy un ejemplo: en el Senado de la Nación presenté un proyecto de ley, que finalmente se aprobó, para establecer un código de construcción para diques o presas, porque no había nada en la normativa. Si Usted hoy quiere construir su casa, la municipalidad le va a marcar que puede y que no por el código de edificación, pero no existía un código de este tipo para las presas y sobre todo para las presas de las empresas mineras.
Entonces trabajamos con universidades, cámaras empresarias, estamentos institucionales, un trabajo muy serio que aprobó el Senado.
Los únicos que se opusieron al proyecto fueron los dos senadores de La Pampa. Les dije, que esto no tenía nada que ver con el conflicto con Mendoza y ellos me dijeron que cualquier cosa que sea una presa, lo votaban en contra.