La diputada nacional por Mendoza del FdT y La Cámpora aseveró que el presidente se equivocó. "No quiero que Alberto renuncie,
quiero que le vaya bien pero a veces hay que decir no", agregó.
Marisa Uceda: "Voté contra el acuerdo con el FMI porque es incumplible"
Tiene bajo perfil, pero no le falta discurso a la hora de argumentar. La diputada nacional Marisa Uceda fue una de las camporistas del Frente de Todos (FdT) que le dijeron no al acuerdo con el FMI, generando un fuerte crujido interno en las filas de la alianza que gobierna el país. La legisladora aseguró a Mendoza Post que el espacio que integra votó con sus convicciones, que no fueron escuchados ni bien atendidos por el ministro de Economía, Martín Guzmán. También recalcó que la Argentina desechó una posición de fortaleza que ya tenía para negociar por el capital comprometido por el Fondo y las irregularidades de su aprobación a favor de Mauricio Macri. Dejó en claro que esto no significa una ruptura sino una postura.
También habló de Mendoza. Señaló que la matriz productiva "está agotada" y que a su entender el debate por la 7722 y la minería no se ha terminado.
¿Por qué votó en contra del acuerdo con el FMI?
Esto no es un berrinche. Hacía tiempo que veníamos manifestando que los informes de la negociación de la deuda no nos gustaban, porque la veíamos incumplible y nos preocupaba el efecto de algunos de los términos del acuerdo.
Nunca contemplamos la posibilidad de un default. Manifestamos nuestras posiciones y las alternativas que se podían encarar y bueno, el acuerdo siguió adelante. A partir de ahí tomamos decisiones dentro de la tan renombrada teoría de la responsabilidad y las convicciones.
Decidimos, a partir de la responsabilidad, corrernos de la centralidad de la presidencia del bloque para que, en la negociación por los votos para llegar al acuerdo, esos votos se consiguieran. Nuestro silencio en todo este tiempo, fue para no condicionar los votos de nadie y tomar nuestra decisión, con el escenario lo más completo posible.
Cuando el gobierno tuvo los votos, de hecho, hace más de una semana y media que los tiene, los votos de la oposición y de muchos compañeros, entonces decidimos que podíamos, a partir de las convicciones, sentarnos a evaluar con libertad cuál iba a ser nuestra posición.
Y lo hicimos desde esa perspectiva, convencidos de que lo que nosotros tuvimos en las manos es un acuerdo que le exige al pueblo mucho más sacrificio del que ya viene haciendo.
Sabemos que no se han cumplido muchas de las expectativas que se tenían sobre este gobierno. A la vez, ha habido muchísimas decisiones muy correctas, como la campaña de vacunación, el IFE, el ATP, los Repro, los programas de fomento del empleo, el Más Cultura, el Pre Viaje y nosotros hemos acompañado y vamos a seguir acompañando.
Pero hay veces que uno tiene que decir que no y eso no significa que uno se va a ir del Frente o va a romper, pero Alberto (Fernández) cuando asumió nos dijo, ‘si me equivoco, háganmelo saber' y quizá nosotros, desde este lugar le estamos diciendo que creemos que se está equivocando.
Cree que el presidente se ha equivocado.
Creo que la negociación no llegó a donde tendría que haber llegado. Acá hay responsabilidades. Me cansé de leer el informe del Fondo Monetario Internacional acerca de la deuda otorgada al presidente (Mauricio) Macri. Esa deuda se anunció en mayo, se tomó en junio, en setiembre Macri eliminó el Ministerio de Salud, el de Trabajo y el de Educación porque estábamos en emergencia económica y financiera. El FMI nos otorgó dinero violando sus propios estatutos y sin controlar que se estaban fugando esas sumas delirantes que le estaban prestando al país y cuya devolución no se podía garantizar. Entonces ¿Si se pueden obviar los incumplimientos en el préstamo stand by pero no se puede flexibilizar a la hora de reconocer que entregaron casi el 25% de todo el dinero que tenía el Fondo a un país, en una situación crítica de fugas de capitales? ¡Acá hay responsabilidad de los dos lados! (John Maynard) Keynes (economista inglés) tenía una frase que decía que cuando uno le debe poca plata al banco el problema es de uno pero si uno le debe mucha plata, el problema es del banco.
¿Había otra opción a la que decidió el presidente Fernández?
Creemos que sí. El primer punto es cómo se llega a esta negociación con el acuerdo. No vemos que se hayan avanzado sobre los puntos planteados, no solo de nuestro espacio político sino de muchos compañeros que pensaban lo mismo, de que acá había una responsabilidad política internacional. Nosotros tenemos la obligación de saber quién fugó la plata que vas a pagar vos, tus hijas y tus nietas.
Toda negociación es parecida. Por un lado, está la postura de las partes que negocian y después está lo que se puede acordar, que no siempre coincide. ¿Por eso repregunto si el gobierno tenía opción?
Sí la tenía. Piense en la posición en que quedaron ellos, a quienes le estamos debiendo el 25% de su capital total. El FMI le ha prestado a la Argentina más dinero del que le ha mandado a Ucrania en una situación de guerra. Estamos convencidos de que teníamos una posición de fortaleza. Para colmo el dictamen que se cambia ayer (por el jueves) es uno que no compromete la responsabilidad del gobierno anterior (de Mauricio Macri) como estamos convencidos de que tiene que ser.
Fueron muchas cuestiones y aunque la gente está desacostumbrada y los medios también, se toman decisiones políticas desde la convicción y no nos da vergüenza decirlo. ¿Borrar la historia por un acuerdo que además no va a terminar siendo beneficioso para nuestro pueblo? La verdad, a mi me pesaba más eso que votar en contra de algo que ya sabíamos que iba a salir.
Ver: De los diputados por Mendoza, solo una legisladora votó en contra
¿No son desleales a su propio gobierno votando en contra?
No, no. Yo no me siento desleal. Este gobierno, este Frente, se conformó por el trabajo incansable de tres personas: Sergio Massa, Máximo Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Nosotros no vamos a romper lo que tanto nos costó construir. Además, yo soy leal al pueblo trabajador que quiere ser soberano y como antecedente, recuerdo que ya hubo un vicepresidente (Julio Cobos) que votó contra una decisión del Poder Ejecutivo y no se sintió desleal.
No es lo mismo, Cobos es radical y esa era una alianza de peronistas y radicales. Acá en cambio son todos peronistas.
El Frente de Todos es mucho más amplio que el peronismo. Acá también hay radicales, hay de la izquierda, hay kirchneristas, hay PJ ortodoxo, el PJ de los gobernadores, el PJ de los intendentes, tiene a La Cámpora, a Unidad Popular, a la CCC (Corriente Clasista y Combativa), a los movimientos sociales y a la gente de Alberto Fernández y claramente va a haber cosas en las que no vamos a ponernos de acuerdo pero nosotros, de una manera respetuosa, hemos guardado silencio hasta que dijimos: ‘Bueno, hasta acá podemos acompañar, esta vez no, y eso no significa que las otras sí'. Hay que entender que es el Frente de Todos el que está gobernando, no solo el peronismo.
¿Usted dice que no querían desde La Cámpora el default, pero ya estaban los vencimientos encima? ¿Qué alternativa quedaba? Las dos veces anteriores que entramos en situación de default terminamos mucho peor de lo mal que ya estábamos.
A pesar de que teníamos muchísimas dudas de acompañar todo esto, fuimos muy respetuosos y mantuvimos silencio como todos en nuestro espacio, hasta tener la garantía que el gobierno contaba con los votos. Nosotros nunca íbamos a obstaculizar el acuerdo.
¿O sea, que el voto en contra que emitieron no fue un obstáculo para Fernández?
No lo fue. Nunca hicimos manifestaciones públicas, ni salimos a hablar para decir lo que pensábamos u opinábamos. Todo lo hicimos internamente.
El gobierno tuvo que ir a buscar a la oposición los votos que les iba a faltar de ustedes, por eso me sorprende que no fueran un obstáculo.
El gobierno necesitaba igual los votos de la oposición porque con nosotros solos no le alcanzaba. Y cuando nosotros supimos que el gobierno tenía garantizado los votos del acuerdo, nos sentamos a hablar y tomamos la decisión.
¿Hablaron con el ministro de Economía, Martín Guzmán sobre este tema?
Si, tuvimos algunas instancias hasta que el ministro dejó de tenerlas.
¿Y cuando le plantearon todo esto de la negociación, de lo que ustedes creían que había que hacer, qué dijo?
Nosotros le pedimos una hoja de ruta de las negociaciones y hasta este momento no está esa hoja de ruta.
¿Nunca llegaron a tener esta charla con su postura de cómo había que encarar el tema?
No, no. Lo pedimos y se nos dijo que esa hoja de ruta no estaba y que ellos entendían que habían logrado la mejor negociación posible.
La impresión que hay hacia afuera es que el presidente Fernández está muy cuestionado desde adentro del Frente. Siempre hay chispazos, críticas públicas, incluso en los últimos días.
Yo voy a hablar por mí. En todo este tiempo no he salido en ningún medio ni en ningún lado criticando al presidente. Incluso en el diario para el que usted trabaja se quejaron por eso. Habría que preguntarles a las personas que hacen esos cuestionamientos.
¿Dónde quedó la clásica mirada partidaria, de manual, de que al líder se le reclama internamente pero no públicamente por que sino se lo debilita? Acá hay siempre un cuestionamiento público.
Creo que va más allá de las personas. Al menos yo lo que estoy haciendo es cuestionar una medida. Yo quiero que a Alberto Fernández le vaya bien porque básicamente quiero que a la Argentina le vaya bien. No puedo querer otra cosa.
Tengo 43 años, crecí en la década menemista, sé lo que es tener al FMI pisándote la cabeza. Tengo una familia en la que mi papá laburaba entre 11 y 12 horas diarias arreglando heladeras y aires acondicionados para que nosotros pudiéramos ir a la universidad. Y teníamos un ministro de economía que se sentó y muy libre de cuerpo dijo que había que arancelar las universidades. Quince días duró ese ministro porque nos ensartó con el mega canje y ahora López Murphy se sienta en una banca a dar recetas mágicas. Yo sé lo que es vivir con el FMI y lo que es crecer en un país con el Fondo ahorcándote cada tres meses. No quiero lo mismo. Es eso, nada más. No significa que quiera que Alberto renuncie, no para nada, quiero, al contrario, que tenga un gobierno excelente y que lleve adelante las medidas que con el Frente soñamos como país. Quiero que llegue al 23 con la posibilidad de poder demostrar que el Frente sigue siendo una alternativa, pero en esta, por mis convicciones, no puede acompañar y eso no significó que lo obstaculizara.
Pero no fue un voto aislado suyo, es el voto de una agrupación central del kirchnerismo relacionada directamente con la vicepresidenta.
No fuimos nosotros, que solo somos 18, acá hubo 30 votos en contra, que representan el 35% del bloque. No es tan dramático.
Ahora que tiene esta experiencia como legisladora nacional ¿Qué piensa de la situación de Mendoza mirando hacia el futuro? ¿Qué cree que hay que hacer para sacar a Mendoza adelante?
Creo que una de las cosas que más necesita recobrar la provincia es su institucionalidad política, de la que siempre los mendocinos nos hemos sentido orgullosos y que se crea a través del respeto de las instituciones y del diálogo político. Seguro que como oposición tenemos alguna responsabilidad, pero, si lo veo desde hace seis años, hay una decisión muy fuerte (del oficialismo radical) de no abrir esa posibilidad, y creo que no hay un respeto institucional bajo ningún concepto, lo que hace más difícil poder avanzar en consensos. Creo que es por ahí. Nosotros teníamos esa institucionalidad, ese equilibrio en la Legislatura, bueno eso se perdió.
La institucionalidad es indiscutible, pero tampoco es que a Mendoza le fue muchísimo mejor con ella.
Me parece que había otra posibilidad de diálogo. A mí me ha tocado estar sentada en mesas donde han estado Julio Cobos y Celso Jaque y yo los escuchaba hablar y planteaban situaciones desde otra lógica, desde otro lugar, y hay que rescatar un poco eso, hay que volver, nosotros trabajando desde la oposición, pero quienes gobiernan y conducen los destinos de Mendoza, tienen la responsabilidad de generar otros ámbitos.
Muchas veces nosotros nos enteramos de temas importantes por los medios. No nos convocan, nos convocan para una foto y nada más y no hay un trabajo continuado porque creo que en Mendoza hay un montón de temas para consensuar.
Por ejemplo, lo que pasó con la ley 7722 fue un error de todos los espacios políticos, porque tal vez algunos pecaron de soberbia por la cantidad de votos y no se generó el espacio de sentarse y estudiar con el tiempo necesario una modificación que claramente no iba a ser legitimada en la sociedad.
Eso ha impedido que se arme cualquier discurso sobre que vamos a hacer con la matriz productiva de la provincia, que está agotada. Nos tenemos que sentar para usar la política como una herramienta de transformación y no para hacer trincheras que garanticen negocios y cargos políticos para siempre.
No quiero tener que irme de mi provincia ni que mis hijas se vayan porque no hay oportunidades y se nos están acotando, están siendo cada vez más chiquitos los espacios para explotar y el problema es que no hay una decisión fuerte.
Si me dijera que hay una decisión fuerte sobre el turismo: 'Gobernador: ¿Usted quiere que invirtamos en turismo?' Bueno vamos a hacer todo lo posible para levantar más el turismo, pero tampoco hay una decisión ahí. La vitivinicultura, por ejemplo: la verdad que yo no veo al gobernador muy entusiasmado con la vitivinicultura.
¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a ir por la explotación de los espacios públicos, los espacios verdes? ¿Va a hacer El Azufre? ¿Por qué estamos debatiendo sobre la legalidad de El Azufre, que es un emprendimiento que está bueno? ¡Porque lo hicieron mal! ¡Porque se ha perdido la institucionalidad en Mendoza y actúan como patrones de estancia! No pueden ir y firmar una mensura. ¿Quién es (Lisandro) Nieri para firmar la mensura de tierras que en parte son de la Nación?
Si se trata de una cuestión de la legalidad y no del proyecto en sí mismo, se podría resolver desde la política entonces.
Por supuesto, para eso está la política.
La pelea que se desató por esto mostró que unos estaban en contra del proyecto y otros a favor
Pero cómo vamos a estar en contra del proyecto de El Azufre, si nosotros queremos gobernar la provincia de Mendoza, queremos que vuelva a estar entre las cinco provincias más importantes del país. A mí no me gusta estar por debajo de Neuquén.
¿No están en contra del proyecto entonces sino de la forma en que se tramitó?
Claro. Mire, yo soy extremadamente ñoña, papel que me llega, papel que estudio y cuando leí y revisé el decreto pensé: ¿En carácter de que van a asignar 12 mil hectáreas de tierras fiscales a un privado? ¿Por qué tengo que enterarme como ciudadana de que el 23 de diciembre les asignan esta cantidad de tierras a un privado que tiene una sociedad anónima constituida en 2018 con un capital social de 100 mil pesos y se las entregan para un centro de esquí? Las Leñas, creo que tiene seis mil y pico, por ahí lo tengo anotado. ¿La gente se tiene que enterar por el senador (Lucas) Illardo, que tiene que salir a decir estas cosas? ¿Por qué tiene que ser así? Hagámoslo prolijo.
Igual pasó con la boleta única. Lo único que le dijimos fue que no sigamos con la lista sábana. Si vamos a modificar el sistema electoral de la provincia, hagámoslo de verdad, no dejemos el cuadradito de la lista sábana porque entonces no estamos abaratando nada, le estamos mintiendo a la sociedad.
Hay que recuperar la institucionalidad y el diálogo político. Acá no se puede gobernar como patrones de estancia. Yo sé que a (Alfredo) Cornejo le gusta mucho, pero no se puede.
Mencionó la 7722, el error político de su modificación y el problema de la matriz productiva. ¿Está de acuerdo con la minería de oro, plata y cobre?
Voy a ser muy sincera. Todavía no tengo la cantidad de material necesario para tomar una posición al respecto, verdaderamente fundada. Me siento ignorante en el tema y me cuesta entender cuestiones que tienen que ver con la explotación controlada que se dice, etc, y cada tanto retomo el tema para estudiarlo, porque creo que el debate lo tenemos que hacer porque no sé si se terminó de agotar.