El ex titular de la Cámara de Diputados dijo que hay que integrar al sector público y al privado para sacar a Mendoza de la crisis.
Tanús: "Hay que extraer cobre respetando la ley 7722 si no Mendoza es inviable"
Jorge Tanús, quien fue jefe de los diputados peronistas por 8 años entre 2007 y 2015, cuestionó que Unión Cívica Radical no haya desarrollado en seis años la minería en Mendoza, ni tampoco haya explotado Vaca Muerta, hitos que, a su entender, hacen hoy inviable a la provincia.
Dijo que el actual gobierno sufre de "falta de iniciativa política". Recordó que fue la UCR la que votó en contra de la construcción de Portezuelo del Viento, cuando rechazó el acuerdo con La Pampa que había logrado el ex gobernador Celso Jaque. Que también fueron los radicales los que votaron contra del proyecto de Vale y las sales de potasio en Malargüe y que además ellos impidieron crear una empresa provincial de minería como estuvo previsto en el proyecto inicial de creación de Emesa (Empresa Mendocina de Energía).
Hoy está al frente como presidente del Fideicomiso del Banco Bice, que administra dos billones de pesos por año en fondos públicos y privados para proyectos de desarrollo y administración de recursos.
De esta experiencia, es que Tanús promueve volcar los fondos de las regalías petroleras a un fideicomiso para que la Provincia y los privados desarrollen proyectos energéticos para el futuro crecimiento de Mendoza.
Ver: "Cuando se entienda que Mendoza necesita minería, vamos a crecer"
-Usted apoyó en sus redes los dichos en Mendoza Post, de José Candeloro, titular local de la Cámara Argentina de la Construcción, en donde él se expresó a favor de reflotar el polémico tema de la minería. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Mis coincidencias con Candeloro son generales. Él ve un horizonte muy negativo para Mendoza por la caída del empleo, la falta de expectativa del crecimiento económico, reclama más obra pública como tienen otras provincias y crítica la falta de liderazgo y acuerdo político en temas grandes de Mendoza, entre los cuales está la minería.
Cuando a mí me tocó conducir la Legislatura (entre 2007 y 2015), arrancamos en serio con la minería en Mendoza, que fue cuando se votó la extracción de potasio con el proyecto de Vale, en Malargüe, en 2009.
Fue una discusión conflictiva y fuerte desde lo político porque el radicalismo se opuso. Acompañó el Partido Demócrata, lo votó el peronismo, pero, sobre todo, el proyecto cumplió con todas las normas que exigía la ley 7722.
Por lo tanto, creo que el error político que cometió el gobernador Rodolfo Suárez, fue derogar esta ley, que hoy es la ley de controles que tiene la minería.
No se puede derogar una norma así porque lo primero que genera es un descontento ciudadano ya que el Estado no va a estar presente.
Entonces, creo que hay que ir por otro camino, hay que mantener la ley de controles y enfocarse en una minería más específica. ¿A qué me refiero? A cuáles empresas van a hacer la explotación, que materiales se van a extraer y cuáles son los mecanismos de control, manteniendo la ley 7722, pero armando leyes de promoción específica para cada tema, creo que con eso se puede ir subsanando.
Pero con la 7722 ya está claro que se puede hacer y que no. ¿Por qué no lo hacen?
Por falta de decisión e iniciativa política del gobierno provincial. ¿Minería se puede hacer? Sí. No hay que derogar la ley de controles sino hay que establecer proyectos específicos, localizaciones geográficas y obviamente materiales de extracción que sean distintos al oro y a la plata.
El cobre lo incluyo como uno de los materiales que tenemos que extraer porque es un metal que es parte de nuestra vida económica. Son los conductores y todos los elementos que necesita la economía para vivir y para el progreso. Hay que extraer cobre respetando la 7722 sino Mendoza es inviable.
Cuando uno saca cobre, también saca oro y plata, viene todo junto porque hay que hacer el mismo proceso de lixiviación. No van a dejar el oro y la plata ahí.
Técnicamente hay que estudiarlo bien, pero hoy en día hay materiales mineros, como el cobre, que tenemos que extraer porque son impostergables.
¿Por qué nunca se pensó en una empresa estatal o mixta de minería provincial?
Cuando nosotros creamos Emesa, incluimos en el proyecto las facultades de la empresa para emprender minería, pero el radicalismo nos borró esa opción porque sino, no nos votaban la ley.
Entonces: ¿Hay que hacer minería y la ley 7722 tiene que seguir vigente?
Si, sí. En la 7722 hay una responsabilidad plena del Poder Ejecutivo, que es el que tiene que mandar la declaración de impacto ambiental resuelta a la Legislatura, porque quien tiene las capacidades técnicas para hacerlo bien es el gobierno.
La Legislatura, compuesta por dirigentes electos por el pueblo, no tiene ese perfil técnico, no son todos ingenieros o geólogos. Tiene que venir resuelto del gobierno y es lo que está faltando. Faltó en nuestros gobiernos (peronistas) y faltó en los dos gobiernos radicales.
No hay que frenar ningún emprendimiento que lleve expectativa de crecimiento y riqueza para la provincia porque estamos muy mal. Estamos muy mal respecto a San Juan y muy mal o peor respecto a Neuquén, con el tema de hidrocarburos.
¿Propone desarrollar con fuerza la minería?
No solo eso. Además, Mendoza cobra muchos miles de millones de pesos por año en regalías petroleras que se van en el gasto público duro de la Provincia, que son sueldos, alquileres, proveedores, insumos, etc. Yo propongo, para salir de la crisis económica que sufre la provincia, que esos 30 mil o 40 mil millones de pesos anuales que se reciben en regalías, se reinviertan en el sector energético en asociación con el sector privado.
Que todos esos recursos vayan a la capitalización de Emesa y se integren con el sector privado provincial, que es muy potente y de esa forma duplicamos los recursos en materia energética y petróleo.
¿Se puede hacer eso?
Conozco el tema porque a nivel nacional soy presidente del directorio del Fideicomiso del Banco Bice, que maneja 2 billones de pesos al año y entre eso nos toca administrar más de 700 mil millones de pesos en fideicomisos de energía, los que se arman con un aporte público con fondos del Estado nacional y un aporte privado de las empresas.
Esa experiencia que tenemos a nivel nacional hay que aplicarla en la provincia para las obras energéticas.
Ya tenemos una mega obra energética como Portezuelo del Viento y no podemos arrancar
Pero hay que hacerla. En el momento en que (el ex gobernador) Julio Cobos firmó el acuerdo con (el ex presidente) Néstor Kirchner, en el 2007, le siguió luego una política de Estado del (ex gobernador) Celso Jaque, que perfecciona el proyecto y hace un acuerdo político con La Pampa para llevarlo a cabo. Pero al final, lo frena la Unión Cívica Radical y algunos militantes del agua en el Sur, de General Alvear.
Era un muy buen acuerdo el que se había conseguido porque generaba la inversión de 1000 millones de dólares de la obra y muchísimos millones más en infraestructura hídrica, con el fin de entregarle a La Pampa 5 metros cúbicos de agua por segundo, que era el resarcimiento previsto.
Y por esos 5 metros cúbicos de agua, por ese detalle en un inciso del convenio que firmó Celso Jaque, se cayó el acuerdo y el proyecto en la Legislatura, porque el radicalismo y los sectores productivos del Sur se opusieron. Al final, se perdieron 15 años.
Después los radicales intentan reflotarlo y se encuentran, no con un reclamo de 5 metros cúbicos de agua por segundo sino con un planteo mucho más serio que intercala aspectos ambientales que son una pared para hacer la obra.
Mi opinión con Portezuelo, es que el gobernador, Rodolfo Suarez, tiene que hacer un acuerdo con la provincia de La Pampa, y al ser un río interprovincial, cederle si se quiere una turbina a La Pampa, eso significaría, cederle generación hidroeléctrica, regalías y agua de riego y de esa manera de asociarla en el proyecto.
¿Le convendría a Mendoza?
Mendoza se queda con dos tercios de la generación, con dos tercios de la dotación hídrica, el 100% de la obra pública y el 100% del desarrollo turístico que son el perilago y toda la explotación pensada a tal efecto.
Son mil millones de dólares de obra pública que sería un alivio por los próximos cinco años para las empresas mendocinas, a las que hay que darles una mano porque están muy mal.
Portezuelo es una buena oportunidad. Yo no daría una pelea con La Pampa sino buscaría un acuerdo. Hay que trabajar todo esto porque estamos sobre una emergencia económica de la que si no salimos, los mendocinos vamos a quedarnos sin trabajo.
¿No es mejor invertir los 1.000 millones en otras obras ya que el ex gobernador Alfredo Cornejo se tomó el trabajo de destrabar ese impedimento legal?
Entiendo que, aunque invirtamos en otra cosa, siempre tiene que ser destinado a obras hídricas. Si pensamos en eso, tenemos que pensar en un río que no se comparta con otra provincia, el único es el río Tunuyán. Pero sería muy triste tirar a la basura un proyecto como Portezuelo del Viento, que es muy importante y genera mucha expectativa de generación hidroeléctrica. ¿Alguien puede imaginar hoy a Mendoza sin el dique Potrerillos?
Habla de un gran desarrollo turístico en Portezuelo pero hace 23 años que está Potrerillos y lo único turístico que se hizo allí fue el camino del perilago con Cobos y la reapertura de la ruta 82 de Cacheuta con Cornejo y nada más.
Bueno... eso es Mendoza: veinte años para desarrollar el dique Potrerillos, 15 años para hacer Portezuelo; nunca, para hacer una explotación minera sustentable y razonable que compita con San Juan y con Chile. Cien años de una Ley de Aguas desactualizada y obsoleta, que no tiene ninguna proyección económica. Esa es Mendoza. Cuando yo pongo que Mendoza es inviable, como lo hice en un tweet compartiendo la entrevista que ustedes le hicieron a José Candeloro, me refiero exactamente a esto que describo.
Si buscamos otro proyecto de Portezuelo vamos a estar 15 años más. Por lo tanto, es más fácil que el gobernador tome un avión y se ponga de acuerdo con La Pampa. Está faltando cierta pericia política para eso.
Respecto del desarrollo del perilago que menciona, la verdad, hay problemas mayores. Mendoza hoy no tiene caminos, hace lo que puede con un presupuesto minúsculo porque el gasto duro de Mendoza es salud, seguridad y educación.
Por lo tanto, otra medida que hay que tomar es transformar a Vialidad Provincial en una empresa de caminos
¿Y qué es hoy?
Una empresa que arregla caminos, pero está muy devaluada. Hay que hacer lo mismo que propongo con Emesa. Asociarse con el capital privado para desarrollar caminos vinculados con la producción y el turismo, pero con pago de peaje, así ponen la plata y lo recuperan con el peaje. No tenemos que tener más prejuicio con esto. Hay muchísimos atractivos turísticos en Mendoza a los que no llegamos porque falta de caminos
San Luis tiene cuatro peajes para cruzar toda la provincia y lo recaudado va a su empresa de caminos. Tenemos que hacer infraestructura vial seria. ¿El Estado puede solo? No puede. ¿Cómo lo hacemos? Asociándose con los privados.
Se refirió a la Ley de Aguas. ¿Usted la quiere cambiar?
Sí, por supuesto. Mire, esta ley fue escrita por los mendocinos que recibieron tierras después de la conquista del desierto que emprendió el ex presidente Julio A. Roca. Eran los dueños de Mendoza en esa época y fueron quienes redactaron la Ley de Aguas. Lo hicieron con una inteligencia mayúscula porque argumentaron que el agua era inherente a la tierra. ¿Y quiénes eran los dueños de la tierra? Ellos. Luego, con su influencia política dejaron esto escrito en la Constitución de 1916. El agua de riego en Mendoza fue privatizada hace 100 años. El problema es que el agua está asignada de por vida y además muchos la tienen con tierras improductivas.
Por eso hay que pensar en una ley de aguas distinta, quitar el corset del derecho al agua por el de la concesión hídrica, por cinco, diez o veinte años, de acuerdo con el emprendimiento, la generación de riqueza y la utilización del agua con fines productivos, sin dejar afuera a ningún productor. Solo se queda afuera, el que tiene agua y especula con ella. Hoy en día, si viene un inversor a desarrollar un emprendimiento agroturístico, cuando le solicita derecho de riego al Departamento General de Irrigación este le dice que no tiene porque todos los derechos están otorgados. Hay flexibilizar porque todo el crecimiento del agro y el campo está congelado.
Pero los que la tienen irían a la Justicia reclamando derechos adquiridos.
El agua no es de ellos, es de la Provincia, es de Mendoza, eso dice la Constitución. No es más un productor que el Estado.
¿Cómo sabe que esa flexibilización por concesión no se va a convertir en un botín político, una herramienta de poder y extorsión?
Irrigación tiene que asegurar ese equilibrio y tiene que mantener el poder para que, además, haya gente pensando en una ley para los próximos cien años porque la que tenemos ya es vieja, quedó atrás y no es buena para quienes piensan en vivir y trabajar en Mendoza. Sé que es polémico lo que digo pero obliga a pensar.
Otro problema con todos estos cambios que dice que hay que hacer, es que hay una absoluta falta de confianza sobre la administración y los controles del Estado. ¿Cómo hace la política para cambiar esa situación?
Está regulado. Cuando uno concesiona las cosas que son públicas, va a la Legislatura, se muestra el negocio y se vota. Se hace con la energía eléctrica, con el transporte público, con el agua para consumo, y del mismo modo se tiene que hacer para el agua de riego. Tiene que pasar por la Legislatura. Ese es el mecanismo más transparente.
También se refirió al petróleo y la gran desventaja que tenemos respecto a Neuquén ¿Hay petróleo para sacar? Algunos dicen que casi no queda y sobre Vaca Muerta, que esa veta es muy pequeña.
Si, si, hay mucho para sacar. Mendoza tiene un tercio de todo el yacimiento de Vaca Muerta.
Es muchísimo un tercio.
Es un montón, todo el sur de Malargüe.
¿Y porqué no se ha desarrollado todo eso?
Porque ni siquiera están los caminos.
¿Pero la misma empresa interesada no hace el camino para ir a sacar petróleo y gas?
Sí, por supuesto. Es lo que digo, que hay que hacer proyectos energéticos públicos-privados.
¿Por qué no se hizo 10 años antes?
Porque esto está trabado en un juzgado en la Capital Federal. La empresa que está haciendo el camino está en juicio y la jueza lo tiene frenado, está sentada arriba del expediente. ¿Me va a decir que el gobernador no puede hacer alguna gestión para que se destrabe el expediente?
¿Pero si no lo hace el gobernador, nadie lo puede hacer? Referentes de los partidos políticos, especialistas, líderes de la oposición.
Creo que el gobernador Suarez nunca ha llamado a los referentes de los partidos políticos para ir a hacer un reclamo conjunto. Podría haber llamado para ir a recuperar el camino para Vaca Muerta pero el gobernador nunca lo ha hecho.
Cuando Julio Cobos era gobernador yo era senador del peronismo, y a veces él nos convocaba para discutir algunos temas. A mí me llamó para discutir del sector eléctrico, del transporte, no siempre estábamos de acuerdo, pero bueno, él nos llamaba.
Ahora no nos llaman ni para una concesión en alta montaña, y no sé por qué, debe ser porque el gobierno y el radicalismo tienen mayoría en la Legislatura y eso es un problema. Tener tantos legisladores, tener el manejo de la Suprema Corte, tener el Tribunal de Cuentas, tener al Procurador de la Corte, eso envicia a los Estados y a los gobiernos y se dejan de hacer muchas cosas que se hacen mejor con la participación, entre todos.