El ministro de Economía, Enrique Vaquié, dijo que la crisis se supera con un plan económico como el de Mendoza.
Para Vaquié, los últimos tres presidentes no acertaron en política económica
El debate impositivo volvió a estallar en la última semana tras la firma del Consenso Fiscal entre la Nación y las Provincias, que habilitaba a ambas partes a aplicar aumentos.
En la tele nacional y en las radios reaparecieron rostros enrojecidos y voces indignadas contra el acuerdo. Economistas, políticos y periodistas reclamaban que de una vez por todas se bajen los impuestos. No es una discusión secundaria. El país vive de la recaudación y gana o pierde plata en función de qué impuestos recauda.
Por eso hablamos con Enrique Vaquié, quien en 2001 fue ministro de Hacienda de la Provincia y hoy es ministro de Economía. Ejerció los dos roles, el del ministro que recauda impuestos para afrontar los gastos y el del que atiende los reclamos de los sectores económicos que demandan pagar menos impuestos.
- Se debate con cierta liviandad de que hay que bajar los impuestos pero nadie dice que son ingresos del Estado difíciles de reemplazar ¿Se puede hacer?
Para mí, en la Argentina de hoy no sirve la discusión de bajar o subir impuestos, porque igual nunca va a alcanzar la caja y el Estado no va a poder pagar sus obligaciones, ni en Mendoza ni el país. Porque el problema de fondo es que la economía argentina no crece y lo que hay que resolver es cómo hacemos para crecer. La Argentina ha vivido una tragedia en términos económicos-sociales. Hoy producimos menos por habitante que en 2010.
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Entonces, sirve bajar los impuestos a partir de una política económica, que para mi hoy no la hay, una política que mantenga la base de ingresos que se recaudan y promueva una exención para los que producen por encima de esta. Así lo hacemos en Mendoza. En mi humilde opinión el gobierno nacional tendría que aplicar programas similares a los que usamos aquí.
- ¿Cuáles serían?
Hace seis años que el gobierno provincial ha bajado fuertemente el impuesto a los Ingresos Brutos con el requisito de estar al día. En ese tiempo 68 actividades con 14 mil empresas detrás se han visto beneficiadas.
También se hace con otros instrumentos como Mendoza Activa, que devuelve, por ejemplo, el 40% de la inversión a una empresa que invierte en maquinaria nueva para aumentar su producción. Le retorna un 10% en pesos y el 30% restante en crédito fiscal, que lo tiene a favor para descontar Ingresos Brutos. La lógica es que si está al día e invierte, no pagará Ingresos Brutos por muchos años.
Mendoza Activa ya lleva 80 mil millones de pesos de inversiones, con 25 mil millones reintegrados. La mayoría son pequeñas y medianas empresas. Entonces, no se baja simplemente un impuesto, sino que se hace en función de generar actividad económica, elevar la productividad y puestos de trabajo en blanco.
Esto, además, se acompaña con otro programa para promover la contratación de trabajadores en el sector privado. El programa se llama Enlazados, a través del cual por cada empleado contratado en blanco la Provincia subvenciona a la empresa con un sueldo mínimo, vital y móvil. Este programa va camino a sumar ya 3.200 contratados.
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Son los mecanismos que uno encuentra para escapar a la restricción presupuestaria y no entrar en el dilema de que falta plata.
- Pero también está la carga impositiva de la Nación más la de los municipios.
Lo que pasa es que tiene que haber un debate de mirar a qué cosa se le carga impuestos y como. Por ejemplo, la Provincia y los municipios tienen en conjunto una carga tributaria de solo el 17% sobre el sector del turismo, la hotelería y la gastronomía, mientras que la Nación les impone una carga del 60%, incluyendo las cargas laborales que es la parte más importante.
Porque uno ve a nivel nacional que la oposición de turno reclama bajar los impuestos, pero cuando le toca gobernar hace lo contrario.
Es que los tres últimos presidentes (Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández) no acertaron para nada en política económica. No es una cuestión de partidos políticos, es que no acertaron ninguno de los tres. Y por eso estamos como estamos.
- ¿Fue porque ninguno quiso tener un ministro de economía de peso?
No. En general, la característica que vi en los tres es que menospreciaron los problemas que enfrentaron, creen que son más chicos y los subestimaron. Los tres creyeron que con dos o tres cositas solucionaban todo.
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Ahora, en lo que va de su gobierno, (el presidente) Fernández creó seis impuestos y aumentó otros diez, lo que para mí es muy malo, pero bueno, ya está hecho, ahora hay que ver la forma de salir de eso.
- ¿Y cómo se sale de todo esto?
Hay tres grandes problemas en la Argentina: la escasez de dólares, la falta de empleo y la inflación. ¿Cómo se hace? Primero, el que exporta más, no paga más impuestos. Pongo un ejemplo. Una pyme que exporta 500 botellas de vino, si empieza a exportar más de 500 botellas, no paga impuestos sobre la cifra que exporte por encima de 500. El fisco no tiene problemas porque sigue cobrando por las 500 botellas. A la vez se incentiva una mayor producción y se abre un camino para solucionar la restricción de dólares sin desfinanciar al fisco.
La falta de empleo privado en blanco es otro grave problema hay que revertir. Para mí, la mayor locura de todas, es que sabiendo que no hay empleo se le cobra impuestos a quien los genera. Me refiero a los impuestos laborales. Si uno elimina esos impuestos de una sola vez no es aconsejable porque puede tener problemas con los ingresos fiscales. Pero igual que con la exportación, si una empresa tiene 50 empleados, no debería pagar cargas patronales por los que contrate por encima de ese número.
Entonces. ¿Cómo preserva la caja? Con esta política de exceptuar de impuestos la mayor producción, la mayor exportación, la mayor contratación de empleados, con lo cual exceptuamos gravar el crecimiento sin tocar lo que ya se cobra impositivamente.
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Hay que focalizarse ahí y no estar apuntando a mil cosas porque la única forma es priorizar. No se va a tener plata para todo.
- ¿La inflación no entra en el debate impositivo? Dicen que los precios de las naftas y otros productos están cargados de impuestos y valdrían menos si se los quitaran.
Son cosas distintas. La inflación es el aumento sostenido del precio y lo que Usted me refiere es el nivel de precios. Si le saca esos impuestos a un bien determinado podría tener una reducción en el nivel de precio de ese bien, pero la inflación no se va a detener por eso.
Le doy el ejemplo a la inversa. Las naftas no han aumentado en 8 meses y aun así la inflación ha seguido siendo del 3% mensual promedio. La inflación no depende de un empresario ni de un producto, es un aumento generalizado de los precios, por eso si uno va y prohíbe las exportaciones de carnes, la inflación va a seguir igual y al final va a haber perjudicado a los productores.
- ¿Entonces el control de precios tampoco sirve?
Cuando se ataca el nivel de precios no se está atacando nada de la inflación. No sirve como medida aislada. Solo puede servir por unos meses con un plan antiinflacionario. Todo plan contra la inflación en el mundo ha tenido un control de precios, pero por un plazo muy breve.
- Pero el gobierno nacional ataca los precios justamente.
Es que este gobierno no quiere tener un programa económico, ni tampoco lo quiso tener el gobierno anterior, ni el anterior al anterior, Un programa que puede salir bien o mal pero que hoy no lo tiene y entonces va improvisando con medidas aisladas y las cosas no salen, los problemas siguen estando y estamos peor. Y es muy grave esto porque no es fácil bajar la inflación, para nada fácil.