Ficha personal: Los porqué financieros del "Peque" Fayad

Desde muy niño le llaman "peque", por preguntón. En la guardería Elefante Benjamín en calle 25 de mayo de Ciudad, a la que llegó con seis meses, andaba preguntando "¿por qué?" insistentemente, es decir "pequé" en lengua infantil. "Mi vieja y mi viejo trabajaban los dos entonces pasaba mucho tiempo en la guardería", explicó coloquialmente. Con el mismo tono recordó un cuadro que conserva en su habitación del personaje Felipe de la tira Mafalda, creación del genial Quino, con una dedicatoria del mismo filósofo/ilustrador: "para el Peque". Desde que vio esa obra en 1991, confesó, tiene conciencia de su apelativo.

Ahora tiene 35 años y es inevitable la evocación de Víctor Fayad padre, el "Viti", al tenerlo enfrente a Víctor Fayad hijo, hoy recién asumido ministro de Hacienda de la Provincia de Mendoza.

La entrevista con el POST fue el viernes 17, en el mismo despacho del Segundo Piso de Casa de Gobierno que ocupó  hasta la semana pasada el actual diputado nacional Lisandro Nieri. 

Quincho: Fin de año a toda orquesta, y un "colador" Covid en el aeropuerto

Desde afuera por calle Peltier retumbaban los bombos de la manifestación del Polo Obrero con una pancarta: "A 20 años de la rebelión popular, sigue vigente no al acuerdo con el FMI". Cuestión de la que se habló también en esta entrevista.

Más recaudación

-¿Por qué apenas asumió, avisó que utilizará herramientas de cobro para los morosos?

-La única forma para mantener una estructura sostenible para lo que genera actividad es tratar de que todos paguen. Si yo digo que voy a cobrar el 30 por ciento pero de 100 me paga solo 3, entonces solo recaudo el 3 por ciento. Entonces si la intención es bajar impuestos una manera de sostener la recaudación es tratar de que más gente pague ese impuesto rebajado. Además es justo y razonable para gente que sí está pagando. Fuimos un poco más laxos con las empresas entendiendo la realidad de la pandemia. Y nos tendremos que poner más rigurosos en la medida que la actividad económica se va recuperando porque el Estado necesita recuperar la recaudación.

-¿Ser más riguroso en los cobros, o sea intimar a pagar, no es aumentar la presión fiscal?

-Lo que estamos haciendo es lo contrario a aumentar la presión fiscal que es aumentar los tributos en los que ya pagan. Nosotros estamos bajando la presión sobre los que ya pagan bajando impuestos y necesitamos que haya más que paguen. Históricamente nosotros nos financiamos con la mitad de recursos propios y la otra mitad con recursos nacionales. Eso se llama "autonomía fiscal" y éramos de las provincias más autónomas. Hay otras provincias que reciben hasta el 80 por ciento de sus recursos del gobierno nacional.

-¿Y ahora cuál es la proporción de los ingresos de Mendoza?

-Nosotros ahora estamos, 42 por ciento la Provincia y 58 por ciento la Nación. Esto es producto de tres efectos: Primero por la baja de Ingresos Brutos que hemos venido aplicando desde 2017, y que se seguirán sumando actividades a esta baja como es la economía del conocimiento; el segundo factor es la caída de la actividad; y finalmente, el tercero, la pandemia que pega fuerte en la actividad pero que golpea más fuerte en los sectores donde más recaudamos que son el último eslabón de la cadena que son comercios, hoteles, servicios financieros, incluso hay que recordar los primeros meses de la pandemia, el precio del petróleo llegó a cero, y eso afectó la recaudación. Afortunadamente en el comercio, hubo menor nivel de cierre de pymes que se dieron de baja en Mendoza con respecto al resto del país.

-La recuperación económica todavía no termina de concretarse.

-La realidad de las empresas la entendemos. La prioridad de una pyme en estos tiempos es pagar a sus empleado, a sus proveedores y renegociar un alquiler si lo necesita, es decir pagar impuestos no es lo más importante. Pero ahora nosotros también debemos cubrir necesidades y con este contexto hay una creciente demanda de los servicios públicos como son salud y transporte público, por mencionar a los más evidentes. Por eso con este escenario es que tenemos que ser más rigurosos con contribuyentes que están en la misma situación que otros que pagan. Aún no recuperamos los niveles de recaudación de 2019 que ya eran bajos.

-¿Cuánto le demanda la pandemia al Estado?

-Es difícil de medir porque hay una relocación de gastos, que en su gran mayoría terminan en salud. Este año va a cerrar el año con un incremento con relación a lo presupuestado que es casi el doble. Sumando hospitales, déficit de obra social (OSEP) más el personal nuevo incorporado, equipamiento y obras se llevaron 10 mil millones de pesos adicionales.

Hace 20 años

-¿Coincide con Juan Carlos Jaliff, ministro de Gobierno de Roberto Iglesias en 2001, cuando dice que esta crisis actual es más fuerte que la debacle de hace 20 años?

-Esta crisis es más grave que la del 2001, porque nosotros tenemos un dato previo: hace más de 11 años que no se produce empleo privado registrado. Es cierto que en el 2001 de un momento a otro se cayeron las fuentes de trabajo, cayó mucha gente por debajo de la línea de pobreza. Pero aquí venimos hace una década como la rana que se hierve en agua y no se da cuenta que la están cocinando. Y si se comparan los datos entre 2010 y 2021 y comprimís todo eso en un año entonces te das cuenta que la crisis está siendo mucho más grave. La base de esta crisis es mucho peor que aquella, porque no hay ningún indicador económico previo a esta situación que vivimos, que sea mejor, que los registros previos a la crisis del 2001.

-¿Entonces hacia dónde vamos ministro?

-Nosotros manejamos los números de la provincia y la realidad nos hace estar en el mismo barco de la macroeconomía de la Nación que no es auspiciosa salvo que se tuerza el rumbo. Lo que tenemos que hacer es generar instrumentos que hagan que la realidad de Mendoza sea distinta al resto de las provincias. Lo estamos logrando en varios aspectos. Nos ha caracterizado la calidad institucional, y tenemos que transmitir que el Estado ordenado aporta a eso y tenemos que tratar de sostener el empleo. Eso lleva mucho tiempo en el Ministerio de Economía que promueve programas de empleo y capacitaciones.

-¿Por qué desde el radicalismo se insiste en querer incidir en la macroeconomía desde el Congreso?

-Porque desde la Provincia no podemos es incidir en la política cambiaria, no podemos definir políticas internacionales con otros países ni tampoco definimos las leyes laborales, tenemos muchas restricciones que existen en Argentina desde hace tiempo y ojalá cambie.

La promesa mendocina

-¿Cree que la idea del MendoExit dio resultado porque Mendoza se vendió como distinta?

-En esta realidad compleja, tenemos que lograr que Mendoza tenga un mejor clima de negocios que otras provincias y que tiene un Estado que cree en el empuje de la actividad privada y le da la bienvenida. Creemos en los esquemas de colaboración, no confrontamos y damos el espacio para la inversión que venga desde afuera o que un local quiera ampliar su capacidad de negocio.

-¿Dónde saca ventaja Mendoza?

-Hay oportunidades para los sectores que no requieren de "enterrar" mucha inversión, o sea los servicios. Un poco por la calidad de vida, el orden, el clima que son virtudes de nuestro lugar, es una plaza atractiva para jóvenes que prestan sus servicios de manera remota. Porque ellos no "entierran" capital sino que se van con sus equipos tecnológicos a trabajar donde mejor los tratan. Esa es una ventaja porque en los aspectos donde no dependemos de las condiciones nacionales, somos más atractivos. Eso se ve en las empresas de servicios o profesionales que dan servicios y se quieren radicar acá porque la oferta de condiciones de Mendoza es determinante para desarrollar estas actividades. Por ahora no es un sector que define la situación económica de la Provincia, pero es un buen indicador que nos advierte que, cuando las variables nacionales no inciden en la decisión de invertir, entonces Mendoza es un buen espacio para hacerlo.

El boleto

-Entiendo por lo que venimos hablando, que aumentar la recaudación está directamente relacionado a servicios como el transporte público donde la Provincia paga la mayor del costo.

-El mantenimiento de los servicios incluye al transporte público. Es un sistema que ha seguido funcionando durante la pandemia, sin gente arriba de los micros y eso significa menos recaudación de boleto. Por lo que hace falta ampliar la recaudación que permita solventar el gasto ahora que la actividad va en alza.

-¿Cuánto aporta el Estado provincial para sostener el servicio?

-Históricamente el transporte se ha financiado por tercios: la recaudación del boleto, la Provincia y la Nación. Hemos sido eficientes en definir el costo del servicio y eso nos ha permitido tener uno de los pasajes más bajos del país. Ahora la Provincia financia arriba del 80 por ciento del costo de servicio. Entiendo que en la discusión del presupuesto habían aumentado el tamaño de la partida de subsidios para este sector. Es decir estaba en casi 30 mil millones de pesos y lo subieron a 46 mil millones (esta estimación la hizo cuando se estaba discutiendo la pauta de gastos nacional en el Parlamento y que finalmente fue rechazada por la oposición).

Bonos y deuda

-¿Cuál es el plan financiero con la emisión de los dos títulos que presentó el miércoles 15?

-De los dos títulos que lanzamos esta semana, el más grande (3325 millones de pesos) es para el plan de obras y es para asegurar los proyectos que ya están marcha, es decir que el presupuesto que está cerrando ahora tiene incluidas obras que continuarán el año que viene. Son precisamente las que tienen que tener asegurados los fondos porque no se pueden interrumpir porque discontinuar una obra es carísimo para el Estado. Entonces el destino de este bono es para eso, para cubrir y asegurar la continuidad de obras y solventar las obras que ya estaban comprometidas en su inicio para el próximo año. También tenemos alguna incertidumbre para la refinanciación de la deuda. Entre que la Legislatura no nos aprobó la refinanciación de los intereses de deuda (rollover) y además que tenemos que pagar las deudas que se vencen el año que viene es con el gobierno nacional, entonces es razonable juntar los fondos disponibles para tener previsibilidad a la continuidad del plan de obra. Si se llegara a despejar este escenario de manera favorable hemos contemplado con este bono la precancelación. Es decir, el título vence a los 36 meses, pero tenemos la opción de cancelarlo antes después de cumplir ciertos plazos.

-¿Cuál es el destino del segundo bono de  1245 millones de pesos?

-Es el bono más chico en monto es a 18 meses de vencimiento en parte es para refinanciar una letra del tesorería que emitimos esta año y vence el año que viene, incluso hemos permitido que los tenedores que tengan esta letra, la cambien por este título.

-¿Cuál es el mayor acreedor de Mendoza?

-El mayor acreedor individual de la Provincia es el Banco Nación que tenemos un crédito con actualización en el índice UVA y que son 15 mil millones de pesos y el periodo de gracia se vence en febrero del año que viene y hay que comenzar a pagar las cuotas. El préstamo tiene 5 años deamortización por lo cual todos los meses es un goteo permanente de pago. Es uno de los aspectos que pensamos en mejorar y vemos si logramos refinanciar y tener un periodo de gracia adicional y mejorar las condiciones de los intereses.

Puntualmente

· Sin desarrollo. "En lo económico me preocupa las condiciones del país, las condiciones no dadas para generar empleo, esto último son las condiciones para emprendedores, pymes y empresas que no puedan desarrollarse. No hay previsibilidad, no está creado el clima de negocios y aspiramos que con un poco más de sensatez institucional se corte el espiral de decadencia en que vinimos".

· Balanceo. "Hay un cambio en el equilibrio político con la nueva composición en el Congreso y muchas reformas que tiene que implementar el Ejecutivo".

· El acuerdo con el Fondo. "Es un hito importante que tiene que resolver el gobierno nacional en breve ya no puede mirar para otro lado. Pero en realidad de fondo el problema es cómo corregirá el gobierno nacional el problema fiscal que tiene. Hagamos un ejercicio contra fáctico, sino existiera el FMI, será muy difícil que el gobierno financie su déficit en los términos en que se discute el Presupuesto nacional".

· Sospecha de suba de tarifas. "El Presupuesto ha perdido su característica de ser un plan de gobierno. Tenemos que tener un Estado nacional más ordenado, en términos de dónde y cómo se gasta, y cómo se recauda. Lo que salta a vista son las intenciones en las cuestiones impositivas, porque parte de sus problemas fiscales los quiere solucionar cobrando más impuestos o tomando una actitud pasiva con aquellos impuestos que al aumentar la inflación entonces se recauda más como la recategorización de los monotributistas. Hay además licuaciones de gastos y hay un plan de subas de tarifas que aún no conocemos".

· Desigualdad. "Hay que pensar en pelear por dónde es el gasto de la Nación que lo concentra en jurisdicciones que no son las nuestras como los subsidios del transporte público. Nosotros recibimos poco y nada y más del 80 por ciento de los subsidios se quedan en el AMBA". 

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