Precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos. Qué dice. Qué piensa.
Bermejo: "Con la grieta, pierde la gente..."
Adolfo Bermejo (60) es una suerte de todo terreno del peronismo. Siempre mide bien, aunque le ha tocado pelear y perder elecciones muy difíciles. Ahora, hubo consenso peronista en que debía ser quien acompañase a Anabel Fernández Sagasti en la parte "nacional" de la boleta. Es precandidato a diputado nacional y con seguridad llegará al Congreso de la Nación por segunda vez. Antes, fue senador nacional entre 2009 y 2015. Desde su banca, alguna vez le dijo "No" a Néstor y Cristina. Le costó unos cuantos dolores de cabeza. Pero el peronismo es muy dinámico. Siempre está cambiando.
A Bermejo le tocó ser candidato a gobernador en 2015, luego del gobierno de Francisco Pérez, que terminó la gestión cruzado por conflictos y cuentas impagas, entre ellas los sueldos. No sobraban candidatos para el peronismo en aquel entonces.
Componedor, siempre amable, muy amigo de muchos dirigentes radicales, muy comprometido con el "mendocinismo", Adolfo Bermejo es el tipo de político negociador que cae bien al paladar del votante local. En 2015 llegó al 39,2 % de los votos a gobernador, pero no le alcanzó ante la necesidad de cambio que marcaban la provincia y el país.
Como postulante a diputado, su presencia en la boleta marcó la "unidad" del peronismo. Un valor intrínseco que parece que en el PJ siempre cotiza mucho. Y es natural que así sea, en un partido revoltoso de nacimiento. En una charla breve, el senador y precandidato desgranó varios puntos de la actualidad, horas antes de salir junto a Anabel en un spot en el que reconocen que "las cosas no salieron como esperaban". ¿Qué habrá pensado Alberto Fernández cuando lo vio?
- ¿Se siente como un "Toyota Hillux" del peronismo? A ver... funciona... es parejo... nunca los deja a pie... ¿concuerda con esa frase?
- (risas) Más o menos... Puede ser... No sé... ¿No es muy elogiosa?
- Es en referencia a que cuando el peronismo lo necesitó, siempre fue candidato aún en las difíciles. Les ha tocado perder elecciones y aun así lo van a buscar... Nunca los deja en banda...
- Bueno, en 2015 perdimos y yo era candidato a gobernador. Todos nos quedamos de a pie. Igual fue una muy buena elección, teniendo en cuenta que fuimos solos contra "el resto del mundo". Hasta ese momento siempre había una tercera fuerza... pero en 2015 Cornejo juntó a todos, sumó al Partido Demócrata. Y además, fueron momentos muy difíciles... había mucha inseguridad, no se pagaban los sueldos... Fue una campaña muy compleja aquella. Hay épocas en las que todos quieren ser candidatos, y en otras no, y hasta tenés que andar pidiendo compañero de fórmula.
- En este turno hubo un acuerdo pleno para que usted acompañe a Anabel...
- Sí...
- ¿Hay consenso en torno al liderazgo de Anabel? ¿O hay un peronismo "agazapado" esperando el 13 de noviembre?
- El liderazgo de Anabel es indiscutible. Hoy nadie puede decir lo contrario. Aunque el peronismo es muy dinámico... en la mayoría del peronismo hoy estamos todos juntos. Los intendentes... todos con Anabel. Claro que siempre queda alguno suelto, algún rezongón. Pero hoy la realidad es esta... Ella es la presidenta del partido, le ganó la PASO a todos los intendentes juntos, y eso se respeta.
- El poder los ordena...
- Hay que reconocer que Anabel ha trabajado mucho. Valoro mucho su capacidad de trabajo... por allí se la critica por su origen, o su cercanía con algún sector del peronismo. Pero no es poca cosa lo que ha conseguido para Mendoza. Obras muy importantes.
- En las encuestas que todos vemos, ustedes, es decir el peronismo mendocino, miden mucho más que el presidente Alberto Fernández, o que Cristina... pero la caída del presidente está clara. ¿Lo sienten como un "contrapeso"? ¿Cómo les afecta este "desenamoramiento" de una parte importante de los mendocinos, con el presidente?
- Creo que hay una mezcla de todo... ¿no? La pandemia, luego la disputa entre provincia y Nación con respecto a cómo se trabajó... y convengamos que el gobierno de Mendoza tiene un apoyo mediático importante, y que en la opinión pública ha prevalecido la opinión del gobernador por sobre la del presidente.
- Ya han dado una vuelta entera a la provincia... ¿Qué les demanda la gente, especialmente los comerciantes, las pymes, los empresarios?
- Nos piden mucho por trabajo, por condiciones para el empleo. Y también por la seguridad. Algún intendente del Valle de Uco me hizo la comparación de las cámaras de vigilancia que hay en su departamento y con la inseguridad que hay ahí, versus las que hay en el Parque San Martín... y la asimetría es terrible... Ahora el femicidio de Lucía, la chiquita de Maipú, dinamitó todo.
- Querría discutir eso un poco. Un femicidio es un drama social ¿no? No sería achacable a una cuestión de seguridad o inseguridad...
- ¿Y a quién vamos a responsabilizar? ¿A la chica que murió? Tengo una hija de 24 años que estudia. La acompañamos siempre porque ella misma tiene miedo de estar en la calle, por la inseguridad que hay.
- A Lucía la mató un compañerito con el que tenía una relación...
- Esa chica ya había sufrido un abuso... me parece que no hubo un seguimiento, una adecuada protección de alguien vulnerable. No sé... no puedo separar un femicidio, de la inseguridad. O cuando ocurrió lo de Florencia Romano... llamaron al 911 y la policía no respondió.
- Es cierto... bueno... ahí falló el Estado y a la policía que no tomó nota del caso le cayeron con todo...
- Este gobierno tiene eso. Enseguida encuentran un culpable, que nunca es la cabeza del ministerio de Seguridad. No me gusta hablar de juicios políticos y menos en épocas electorales. Pero la Comisión Bicameral ¿Cuántas veces ha citado al ministro, y no fue nunca... siete u ocho...? ¿Cuál es el miedo de ir a la Legislatura a responder cuestionamientos? Seguro que no es un ámbito fácil... que se va a discutir... por supuesto... no es una fiesta de 15, pero corresponde que vaya. Al inicio de la pandemia se citó a la ministra de Salud. Y de esa reunión salieron cosas muy buenas... citar a un ministro no significa exactamente un enfrentamiento.
- ¿Cuántos años lleva en política?
- Unos 40 años... Desde 1982.
- ¿Y cómo registra el "enojo" que los encuestadores miden en la gente, con la política?
- Se siente. En la calle, y hasta en allegados, familia. En el grupo de WhatsApp del secundario incluso... o del primario... tratan de ser cuidadosos, pero el enojo está...
- Es que en 38 años de democracia, la deuda social de la política con la gente ha resultado enorme, sin importar quién haya gobernado...
- Es así. Y la grieta, lejos de calmar las cosas, las empeora. Creí que la pandemia nos iba a ayudar a saltar la grieta.
- Hay quienes están cómodos en la grieta. En la grieta no pensás, tirás piedras al otro, ganás o perdés...
- Sí, pero pierde la gente...
- Cuando veo la campaña de "acuerdos" que propone el peronismo, me pregunto qué tan importante puede ser "acordar", para el votante. Sobre todo porque en la primera parte de la campaña me pareció que apuntaban más a un acuerdo interno, que a eventuales pactos entre Mendoza y el gobierno nacional...
- A lo mejor a la gente no le interesa ningún acuerdo partidario. Nosotros apostamos a acuerdos entre Nación y la provincia, y los municipios. Hay un gobierno nacional que apunta en ese sentido. Aquí alguien podrá decir que Mendoza está más o menos discriminada, pero no pueden negar que la ayuda que ha llegado de Nación ha sido muy importante. Para esta provincia, y para todas. Además, anotemos la capitalización de IMPSA, los depósitos en dólares para Portezuelo del Viento, las inversiones de YPF en la destilería y Vaca Muerta... En tiempo de pandemia, Mendoza fue la cuarta provincia en cantidad de beneficios del programa de sostenimiento de empleo. Acá le buscan la vuelta para decir que en los ATN Mendoza es la última. Pero que pongan todo en la balanza. Y aparte, que traten de ser más agradecidos. Si yo fuera este gobernador, estaría a los abrazos todo el tiempo con el presidente tratando de conseguir más para Mendoza... pero ellos tienen la actitud de insistir con las diferencias.
- A ver... No intento justificar a Suarez, pero supongo que él y todos los gobernadores antes, y de muchas provincias, deben estar hartos del poder federal y del desequilibrio entre Nación y las provincias. Siempre hay que ir a pedir a Buenos Aires... No importa si el presidente es Alberto, Macri o Cristina... Un gobierno nacional llega, arregla algo con los gobernadores, y el verdadero federalismo nunca se produce. Parece que están todos los gobernadores pidiendo dádivas. ¿No te gustaría una Argentina más federal?
- Claro que sí, totalmente, y lo hemos dicho y pedido siempre. Lo que veo es que este gobierno nacional es mucho más federal que el anterior, cuando los ministros venían sólo a traernos malas noticias. Que los pequeños productores tenían que empezar a pagar la lucha contra la lobesia, que se cortaba el fondo de la soja a los municipios cuando los intendentes tenían un plan de obras en ejecución y el presupuesto en marcha... Nunca los compensaron. Y después Suarez demandó a Nación por esos fondos. En algún momento le pedí al ministro Lisandro Nieri, de Hacienda, que la provincia tratase de ayudar y compensar a los municipios...
- ¿Cómo ve que trata Rodolfo Suarez a los intendentes peronistas?
- Un poco mejor que Cornejo, pero no llega con las ayudas que debería... Maipú hoy tiene un presupuesto para asfalto, por ejemplo, y veo que lo sigue haciendo el municipio... A ver... Siempre un gobernador va a ayudar más a un intendente que a otro. Pero lo que noto es que en Mendoza no hay políticas de Estado en ningún tema. Un intendente tiene agentes de tránsito, otro tiene preventores, otro más... ordenadores de tránsito, otro policía municipal... Uno trata residuos, otro los entierra... Uno tiene centros de salud, el de al lado no tiene nada. En una época hubo un foro de intendentes, que funcionaba. Fue en la época de Arturo Lafalla. El intendente de Maipú era Chiqui García. No veo una contención ni definiciones de políticas de Estado. Se ven cosas sueltas... como el consorcio de ganadería de Santa Rosa, La Paz y Lavalle... Y aparece de nuevo la ayuda nacional. Se ven esfuerzos aislados, de todos los intendentes de todos los colores políticos.
- El día en que se difundió la foto de Olivos, me acordé que usted hizo público que uno de sus hijos había participado en una fiesta ilegal...
- Sí, tres de mis hijos estuvieron... Y los hice asumir la responsabilidad. Por eso cuando vi la foto de Olivos sentí angustia, pena... porque dije... "es el presidente".
- Los intendentes que le siguieron son prácticamente "pollos" suyos, su hermano Alejandro y Matías Stevanato... ¿Le gusta cómo está Maipú hoy?
- Sí, mucho... Hay muchas obras, un colector cloacal importante... que ha generado incomodidad porque ha sido larga la obra en la calle Maza, pero lo veo muy bien encaminado. Como a todos los intendentes que les tocó gobernar en pandemia, "gobernando lo desconocido". Ahora, ya hay que superar las discusiones respecto de si más libertad, si más salud, o menos... A Mendoza no le fue mejor con las libertades que dicen que dieron. ¿Le podría haber ido peor? Sí, también.
- ¿Cuál debería ser el debate hoy?
- Cómo generamos empleo. Cómo recuperar la economía, las pymes, queda un tiempo para el fin de la pandemia y ya hay que pensar en eso... Lo de IMPSA, aunque algunos lo discuten, fue bueno. Hace unos días estuve en una cooperativa de trabajo, metalmecánica. Liniers, se llama. En Maipú. Empezaron con un lote de 500 metros que se compraron con las indemnizaciones, sobre el Carril Rodríguez Peña. Y con sus propias herramientas, y se pusieron a trabajar. Hoy tienen los 500 metros, más una hectárea más donde están trabajando. Están fabricando logística de transporte. Y quieren entrar al programa "Sumar" para tener chicos que aprendan el oficio. Y si te lo dejás por un año, el gobierno paga parte del sueldo.
- ¿Hay espacio para volver a discutir la minería?
- Me parece que no. Que los mendocinos ya fijaron un estándar ambiental que no deja lugar a la minería...