El intendente de Maipú repasa este año pandémico que le tocó enfrentar. Un peronista local con vocación acuerdista.
Stevanato: "Veo una gran inversión de obra pública nacional en Mendoza"
En junio de año pasado la pandemia sacudía por primera vez a Mendoza con el "caso 98" que representó uno de los primeros grandes brotes de coronavirus y ocurrió en Maipú. El riesgo a enfermarse originó una ola de fakenews reproducidas en las redes sociales en especial en WhatsApp y que alimentaban el miedo y la demonización de las primeras personas infectadas. Entonces Matías Stevanato mandó a recorrer las calles con altavoces para dar información certera. Fue una solución del siglo pasado para una calamidad tecnológica de este nuevo milenio. Aquel episodio demuestró que el intendente peronista es un producto maipucino envasado en origen.
Esa perfil explica en buena parte por qué los vecinos y vecinas del departamento, tradicionalmente vitivinícola, pero económicamente petrolero, se deciden por votar a los candidatos del PJ desde 1983.
Porque son tradicionalistas, mantienen sus vínculos sociales, y se sienten del lugar. Por su experiencia acumulada es un veterano de la política clásica mendocina, ese fue un valor a la hora de ser impulsado para tomar la posta de los hermanos Adolfo y Alejandro Bermejo en el municipio.
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Por sus 39 años es un peronista generacional, amasado en la cocina del justicialismo mendocino, lejana a la factoría K, pero con capacidad de convivencia interna.
- Con la experiencia acumulada dígame algunos puntos centrales que le dejó este año de pandemia como intendente.
- ¡Soy un intendente nuevo que me recibió la pandemia!, fue difícil aceptar que había muchos proyectos que tenían que esperar, pero uno de las principales cosas que me dejó fue lo duro y complicado que es para la familia mendocina transcurrir la incertidumbre de la pandemia. Que la verdad fue algo que sorprendió a todos a nivel global, fue algo inédito y sin precedentes. En un primer momento estuvimos muy atentos a la información que circulaba y nos pusimos en contacto con expertos y delineamos un plan de acción para adaptar el municipio, para relacionarnos con las entidades del departamento y con los vecinos de manera directa.
- Creatividad para encontrar soluciones, solidaridad para llevarlas adelante y aprendizaje para adaptarse rápidamente a los cambios que se iban produciendo.
- ¿Qué piden los maipucinos y maipucinas ahora al municipio?
- Primero es aplicar lo que como peronistas siempre predicamos, y es estar al lado de las necesidades de la gente. Hay que recordar que en los últimos cuatro años Mendoza pasó a ser la Provincia con más pobres en Cuyo, y en momentos de tanta incertidumbre, tal como sucede hoy por la fuerza de la segunda ola; no dudamos en estar junto a cada vecino, con distintos tipos de ayuda, ya sea material, financiera o humana. Maipú es un departamento complejo, ya que somos industriales, agrícolas, comerciales y turísticos. Por lo tanto, requiere de respuestas a la altura de esas circunstancias.
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- Sin embargo, somos conscientes que hay soluciones que no podemos dar. Al argentino promedio le cuesta llegar a fin de mes, y el maipucino no es la excepción. Esto es fruto a una mala gestión económica y social previa a la pandemia y que ahora se ha profundizado con ella. Como municipio no tenemos las herramientas para generar más empleo o cambiar variables macroeconómicas. Pero si tenemos la capacidad de acompañar y dar respuesta a todas las demandas que estén a nuestro alcance. Por ejemplo, aportamos estrategias de sostenimiento del empleo con entrenamientos laborales para jóvenes, articulando con programas nacionales y apoyando a emprendedores a través de financiamiento o de Maipú Incuba.
- ¿Cambió su mirada de la gestión política en este periodo de tiempo tan particular?
- Si, se volvió más positiva y esperanzada, en el sentido de que la única forma de salir de los grandes problemas que atraviesan a nuestra sociedad, es a través de la política. Entendida como un proceso de busca de consensos para llegar a las mejores soluciones, por eso siempre he sido un creyente del diálogo y el encuentro. En una de las crisis más profundas de nuestra historia, sólo la política entendida como vocación de servicio, renunciando a intereses personales y sectoriales a favor de intereses colectivos, será la única salida viable para todos.
- ¿Cómo evalúa la gestión presidencial y su relación con Mendoza?
- El Gobierno Nacional desde el inicio se ha mostrado dialoguista y propicio al consenso con todas las provincias. El gobernador y el presidente están llevando adelante una buena relación, obvio que pueden existir algunos cortocircuitos menores, pero son propios de toda relación institucional y sobre todo en contextos tan complejos como los actuales. Veo una gran inversión de obra pública nacional en Mendoza y en distintos departamentos, más allá de los colores partidarios.
- Siendo el único intendente peronista del Gran Mendoza supongo que tendrá algunas incomodidades ¿Cómo las resuelve?
- Lo vivo con una responsabilidad mayor, pero nunca me siento incómodo, porque sé lo que tengo que hacer. Y esto es resolver las demandas de los maipucinos. Todo se resuelve a través del diálogo, en ese proceso se explican las situaciones, los problemas, las disconformidades y las posibles soluciones. No me atraen las grietas, me gustan los puentes. En ese contexto me muevo, no hay nada que esconder. Soy un intendente peronista que tiene que resolver innumerables problemas y, además, contribuir a la construcción de un futuro mejor para nuestros vecinos. Las diferencias políticas nunca pueden ser motivos de no sentarme a una mesa a dialogar.
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- ¿De acuerdo al desarrollo de la segunda ola de coronavirus cree que hay que suspender las clases presenciales?
- Creo que para tomar esa decisión hay que tener una mirada completa de todo lo que sucede en cada escuela en todo el territorio provincial y sobre todo en el sistema de salud. El que tiene esa mirada es el Gobierno Provincial, nosotros apoyaremos en tanto y en cuanto tengamos la certeza de que las medidas que se toman son para cuidar a la ciudadanía.
- Usted es un dirigente joven y representa la renovación del PJ en Mendoza. ¿Por qué Mendoza aparece como una provincia siempre crítica del peronismo?
- No creo que sea crítica con el peronismo. La ciudadanía mendocina ha votado desde el regreso de la democracia en 1983 por igual tanto al Justicialismo como la UCR. En Maipú siempre los vecinos han acompañado al peronismo cuando eligen intendentes, y creo que hemos cumplido con sus expectativas. El justicialismo siempre le ha ofrecido a la comunidad mendocina hombres y mujeres con ideas nuevas, eso no ha cambiado. Y sabe que el peronismo siempre ha sido transformador y cuando tiene la posibilidad de gobernar, lo ha demostrado. Y si no existieran críticas a nuestro movimiento, significaría que estamos siendo complacientes con la realidad, y esa no es la actitud del peronismo. Por eso, bienvenidas las críticas bien intencionadas y constructivas.
En octubre de 2019 ganó claramente en Maipú aunque los candidatos provinciales del PJ perdieron ante el radicalismo predominante. Se lo veía seguro antes de la pandemia pero el tsunami de coronavirus le exigió apelar a su perfil de voluntario social. Investido ahora en su traje de intendente terminó recordando que gestiona 18 centros de salud, que apoya empresas y emprendedores del departamento, que provee de agua potable y el saneamiento a las familias maipucinas, y rescata el presupuesto participativo para hacer obra pública con fondos propios.