El presidente de la FEM se refiró a la crisis agrícola mendocina.
Alberto Carleti: "El agro mendocino necesita un sistema financiero estable"
El último Semáforo Mensual de Coninagro que mide la situación de las economías regionales puso en rojo a la mayoría de las actividades agrícolas de Mendoza.
Tanto la producción de vino y mosto, como la de cítricos, peras, manzanas y papa, están en crisis o presentando signos de crisis. En el caso se vinos y mostos, el informe subraya que se encuentra "en crisis profunda, agravado por falta de financiamiento".
El Post habló del tema con Alberto Carleti, presidente de la Federación Económica de Mendoza y aseguró que el campo mendocino necesita un tratamiento diferenciado del campo pampeano, además de un acompañamiento financiero fuerte para asegurar inversiones.
¿Cuál es su análisis del informe de Coninagro?
Nosotros desde FEM y CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), vemos la misma problemática y de hecho la veníamos planteando desde hace tiempo.
Las economías regionales tienen estos problemas, sobre todo el aumento de costo. Hemos reiterado muchas veces sobre el impacto que han tenido las tarifas, sobre todo la electricidad, la mayoría de las actividades son electrodependientes.
¿También influye en eso los sueldos de los funcionarios de Irrigación?
Los sueldos de Irrigación son un componente más y ha sido un reclamo nuestro, pero no solo los sueldos sino una discusión mas profunda respecto al agua. Desde la FEM venimos manifestando desde hace mucho tiempo no solo ver el tema de los sueldos que es importante, y encima en épocas de crisis se sensibiliza, sino también la discusión de las inversiones de Irrigación y el uso del agua, sobre todo en Valle de Uco que tenemos una restricción para perforar y eso es una limitante para hacer crecer los sectores productivos.
Volviendo al informe de Coninagro, Mendoza tiene la mayoría de sus actividades agrícolas en crisis, no solo el vino, ¿hay posibilidades de remontar?
Lo que es determinante y refleja el informe con esa metodología que tiene de usar el semáforo, muestra que las actividades que más problemas tienen son las que requieren inversiones a largo plazo y las que tienen problemas estructurales a los que se suman los coyunturales, entonces se ve que todas requieren de inversiones y padecen porque no las pueden hacer.
Lo otro que también deja a la luz es que todas las actividades son de mano de obra intensiva y siempre transmitimos desde CAME y FEM que el tratamiento que tienen que tener estas actividades debe ser diferencial a lo que se conoce como el sector agrícola que está como centrado fundamentalmente los granos.
Estamos con un dólar contenido que no favorece a las exportaciones ¿cuán retrasado está el dólar a lo que debería estar para asegurar rentabilidad?
Lo que ha mostrado la práctica es que todas nuestras economías y fundamentalmente las de Mendoza funcionan mejor con un tipo de cambio apreciado, pero el valor del tipo de cambio es relativo y tiene que estar atado a otras variables porque también hemos visto que una fuerte devaluación no es solución porque va acompañado de un fuerte proceso inflacionario que termina con una caída del comercio en el mercado interno, y si bien hay un perfil agroexportador la mayor parte de las Pymes tienen su base en el mercado interno.
¿Cómo puede salir el agro mendocino de esta crisis?
Lo que hoy se necesita es un plan integral donde se contemplen todas las variables. Hace falta una reforma impositiva y una reforma laboral, pero también se necesita una fuerte decisión política para poner el sistema financiero al servicio de la producción porque para permitir la inversión a largo plazo deben estar acompañadas por un sistema financiero estable.
Por último ¿qué opina sobre los dichos de Cristina de Kirchner sobre las segundas marcas como Pindonga y Cuchuflito?
Sin hacer un juicio de valor sobre los dichos es importante para el país que haya distintas opciones y ofertas. No se trata de hacer un juicio de valor entre primeras y segundas marcas sino tratar de ver que debe haber un poder adquisitivo para que el consumidor elija y no que esté condicionado a comprar productos por el precio.