El "yanqui" que ama tanto a Mendoza que la vende al mundo

David English vive en Mendoza hace 16 años. Se dedica a atraer inversores pero asegura que no tienen que venir a buscar rentabilidad.

El "yanqui" que ama tanto a Mendoza que la vende al mundo

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

David estaba por tomar el subte en Nueva York para firmar un trato importantísimo para su empresa. El acuerdo nunca se sello ni él pudo subir al subte porque, sobre él, un avión se estrellaba en el World Trade Center. "Todo se fue, como dicen ustedes, a la mierda". 

Decidió irse muy lejos y terminó en Mendoza. Hace unos días escribió una carta de lectores al diario Clarín en la cual resaltaba todo lo bueno que encontró en este país. Se dedica a atraer personas que quieran vivir en Mendoza, pero no para hacer plata. Quiere que la amen como la ama él.    

¿Qué les decís a los extranjeros cuando vienen? ¿Les contás lo bueno  lo malo? 

Si exactamente. Damos una charla de bienvenida y les tratamos de dar una orientación equilibrada de las cosas buenas y malas para que sepan adónde están y tenemos que explicarles cosas por ejemplo para su seguridad: acá en Mendoza la gente no para en las sendas peatonales, en Estados Unidos una persona va a cruzar y los autos se paran bastante antes, yo les digo que tengan cuidado porque van a esperar a que el auto pare y no va a parar,

¿Cómo ves esto de que el argentino por un lado es tan solidario y por el otro no te para en la senda peatonal?

Bueno lo de manejar es un tema porque todos los pueblos tienen su forma. Yo odio manejar, me encanta vivir en Mendoza, vivo en la sexta sección y camino por todos lados, trato de usar el auto lo menos posible, pero el ser humano es así, esta lleno de contrastes, no pasa únicamente en Argentina.

El argentino ¿es un poquito más bipolar que otra gente?

¡Jajaja! Tal vez en algunas situaciones y contextos pero en general yo creo que es muy agradable, no tanto manejando en la calle pero en su casa, en el restaurante, el argentino es muy simpático, alegre y muy cálido. La calidez humana acá es enorme.

Vos decidiste venirte de Estados Unidos después del ataque del 11 S y de haber sufrido un shock. Resaltás la solidaridad de los argentinos, luego del atentado ¿viste solidaridad allá?

Lo vi sin ninguna duda después. Vi solidaridad en un sentido general con el pueblo norteamericano porque muchísimas personas donaron dinero a la Cruz Roja para ayudar a los que perdimos nuestros trabajos o que estuvimos heridos o las familias que perdieron a alguien, y las donaciones en ese momento fueron tremendas. No se ve en Estados Unidos la solidaridad día a día como se ve acá. El pueblo norteamericano es solidario en un sentido general, en donaciones a la gente en otros países, o cuando han sufrido una tragedia o un atentado, algo puntual, pero no tanto en el día a día como he visto aquí en Argentina. Por ejemplo yo lo he visto en el colectivo, cuando sube un extranjero y no tiene la tarjeta, los mendocinos rápidamente prestan su tarjeta al extranjero y no piden nada de plata, es de buena onda. El mate es un excelente símbolo de solidaridad, que se comparte entre amigos y familia y no importa si alguien está resfriado o tiene tos igual compartimos la bombilla, ¡eso es fantástico! A veces los extranjeros que están en esas situaciones y ven que pasan el mate y alguien empieza a toser o estornudar encima y abre los ojos bien grandes y piensa "oh me está llegando el mate, ¡qué voy a hacer!". Siempre les digo a los estudiantes que vienen de Estados Unidos que el mate es como la Pipa de la Paz de los indios, que tienen que recibirlo bien.

¿No te parece que por ahí desde afuera se ve todo muy pintoresco pero desde adentro ves que compartimos mate y después nos peleamos que nos matamos?

¡Jajajajaja! Por supuesto que veo que acá hay muchos problemas que atraviesa la Argentina pero yo vivo acá desde hace 16 años, no soy un turista, no soy alguien que ve todo superficialmente y además soy un chico de barrio, vivo en la sexta, no vivo en un barrio privado, no soy bodeguero o alguien que viene acá para invertir y se va. Mi hijo vive aquí, es mendocino, la madre es mendocina, tengo amigos de todas clases sociales. Entonces yo veo la parte negativa también pero en el ensayo que escribí para Clarín quise mostrar la parte positiva y ser optimista porque tenemos tantas malas noticias y negativas que a veces nos olvidamos de lo que tenemos bueno y que es tan lindo y ver el vaso mitad lleno. quise recordar lo bueno. Creo que mi vida en los últimos 16 años es la prueba de que lo que escribí es verdad porque sin la tolerancia, sin la inclusión, sin la solidaridad yo nunca hubiera podido lograr lo que logré. Los mendocinos me han ayudado, me han aceptado, me han tolerado, cuando he tenido dificultades me han brindado ayuda. He vivido la parte negativa pero yo creo firmemente que para sostenerse en la vida hay que ser optimista.

¿Creés que te hubiera ido igual si fueras boliviano o paraguayo?

Ah es una excelente pregunta... Yo reconozco que para alguien de otro país latino los desafíos pueden ser muchos más. Yo reconozco que todo lo que digo en la nota que hice tiene una contraparte, por ejemplo, es muy lindo ver un cielo sin aviones y sin ruido porque significa cielos vírgenes y pureza pero por otro lado es negativo porque significa menos actividad económica, menos trabajo, menos turistas, entonces cada cosa positiva tiene su lado negativo. Respecto a los bolivianos y paraguayos sé que tienen más desafíos tal vez por su fisonomía pero igual no hay nadie en Argentina diciendo que hay que construir un muro para mantenerlos afuera, tienen educación y salud gratis, pública, y estoy seguro de que hay muchos argentinos solidarios con ellos, obviamente no todos y sabemos de algunas situaciones puntuales y lamentables de gente que ha vivido rechazo, pero hay muchos argentinos que no piensan así. También hay muchas actitudes que no salen en las noticias porque no sale que esta persona invitó a ese extranjero a comer un asado a su casa. Sale la noticia de que tal boliche no admitió a tal boliviano.

También Argentina hizo más fácil el proceso para los refugiados sirios y venezolanos mientras que otros países están construyendo muros y poniendo excusas para no aceptar esa gente.

Cuando escribí la nota recibí más de 400 mails. Uno solo, UNO SOLO, decía "Yanqui go home", el 98% de acuerdo con mis palabras y agradeciendo, un 2% diciéndome que no todo era tan lindo que había inflación, desempleo, etcétera, ¡pero al final me invitaban a su casa en Ushuaia a comer un asado jajajaja!

¿Por qué Mendoza?

Yo había viajado en el año 98 y conocí Mendoza, conocí una familia aquí, ellos me apoyaron mucho, hay siete u ocho familias que me han apoyado mucho cuando vine a vivir aquí. Mendoza por ser una provincia con una economía muy diversificada, con todo lo que es montaña, ríos, desierto, un clima fantástico, muy poca lluvia, ideal para hacer actividades al aire libre. Las bodegas y el vino... Y aquí siendo extranjero podría destacar fácilmente y conocer gente y hacerme conocer más fácilmente. Fue un conjunto de cosas que me atrajeron de Mendoza y que no encontré en otras partes de Argentina. Yo hace 16 años pensé y sigo pensando que tarde o temprano Mendoza va a explotar (en el sentido de crecer) porque tiene tantas cosas, tan lindas, tan diversas, que yo sé que los turistas lo van a descubrir y los inversores lo van a descubrir y yo quiero estar acá cuando pase.

¿Viniste porque después del 11 S tomaste conciencia o porque tuviste un shock postraumático?

No... tomé conciencia. Tuve un shock por supuesto pero ya desde el viaje del 98 me había enamorado de Argentina y de Mendoza. Yo ya había dejado mi corazón acá. Y cuando pasó todo eso yo quería estar lejos, lejos de atentados y de aviones, pero también lejos de la vida tan tensa de Estados Unidos, tanta ansiedad, preocupación todo el tiempo. Argentina fue para mí un refugio para dejar todo eso atrás.

No es tampoco que no existan en Argentina cosas como el terrorismo, porque hubo atentados (AMIA, Embajada de Israel), pero el grado acá es mucho menor que en otros países y del mismo modo no es que no exista la solidaridad, la tolerancia en otros países, pero de nuevo el grado de esos atributos en otros países es mucho menor.

Cando vos atraés inversores a Mendoza, el tema de la paz, en términos de que no tenemos guerrilas ni luchas armadas, ni fanatismos religiosos, ¿lo ponés como un valor?

Totalmente, y también elijo bien a los inversores. Cuando alguien me contacta para invertir acá le pregunto por qué le interesa y si me dicen que es para ganar mucha plata les digo que no son los indicados para invertir en Argentina, porque los que quieran invertir en Argentina son personas que tienen que querer estar acá porque les encanta el país y su gente. Normalmente trabajo con gente que ya ha venido y ya están enamorados y quieren tener algo acá más para tener una excusa para venir y estar con los argentinos. Hay muchos extranjeros que han invertido no solo en un negocio sino en una vida, que están en pareja con argentinos y que aman este país.

¿Cómo ves la política argentina?

Me cuesta entender la política de acá. Dentro de cada partido tenés personas con distintas filosofías, es como que no hay una línea clara. Un minuto un político es una cosa y después otra, pasa de un partido a otro, hay como quince variedades de peronistas pero parece que todos son fieles a Perón y es solo el nombre. Menem era peronista pero privatizó todo, entonces realmente no entiendo, me cuesta mucho.

También hay que reconocer que hay cosas que espantan a los inversores que es muy difícil de cambiar. El sistema impositivo aquí es súper complejo y castiga mucho a las personas que invierten, en muchos países les dan a las empresas rebajas muy importantes y acá es muy difícil vender esa idea de la necesidad de bajar impuestos. Creo que Argentina no está preparada para tomar las decisiones duras que hay que tomar para realmente atraer. Es un mundo neoliberal, es el hecho y todos los países están compitiendo sobre esas bases liberales. También veo las falencias del liberalismos y me preocupa mucho, poco a poco todo se está convirtiendo un modelo "macdonaldizado" todo muy estructurado y poco casero. Argentina todavía es casera, no es lo mismo un restaurante que te atiende el dueño y te cocina las recetas de su abuela que ir a un Mac Donalds. Argentina tiene que explotar eso y no copiar tanto desde afuera.