Los datos corresponden a la última medición de diciembre que hizo la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza. Las dificultades de una sociedad que en su mayoría solo aspira a cubrir las necesidades básicas.
Un mendocino debe comer con $3800 por día para no ser pobre
Un mendocino que por estos días aspire a escaparle al estigma de la pobreza, debió en diciembre arreglárselas para comer con $3800 por día. Una dieta exenta de los placeres del paladar, apenas una rutina para mantenerse con vida.
Vamos a poner el foco en Mendoza. Para arrimarnos a una respuesta es importante primero explicar como es que la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza calculó que un adulto de entre 30 y 59 años necesitó $116.000 para comer en diciembre de 2024. Este dato surge a partir del resultado, desarrollado por analistas y nutricionistas, de los alimentos y las cantidades que debe ingerir una persona adulta en un mes para estar nutrido.
Componente | Gramos |
---|---|
Pan | 6.060 |
Galletitas saladas | 420 |
Galletitas dulces | 720 |
Arroz | 630 |
Harina de trigo | 1.020 |
Otras harinas (maíz) | 210 |
Fideos | 1.290 |
Papa | 7.050 |
Batata | 690 |
Azúcar | 1.440 |
Dulces | 240 |
Legumbres secas | 420 |
Hortalizas | 3.930 |
Frutas | 4.020 |
Carnes | 6.270 |
Huevos | 630 |
Leche | 7.950 |
Queso | 270 |
Aceite | 1.200 |
Bebidas edulcoradas | 4.050 |
Bebidas gaseosas s/edulcorar | 3.450 |
Sal fina | 150 |
Sal gruesa | 90 |
Vinagre | 90 |
Café | 60 |
Té | 60 |
Yerba | 600 |
¿Cómo sería la rutina alimentaria de un varón mendocino a partir de estos valores para manterse nutrido?
Desayuno: un té con un bollito de pan de 202 gramos; almuerzo: un bife de 209 gramos y 253 gramos de puré de papas; merienda: un café y 24 gramos de galletas dulces; cena: una porción de fideos blancos y una manzana. Esta sería una combinación posible.
Estos alimentos y las cantidades de cada uno que consume en un mes una persona bien alimentada se valoriza con el precio que tienen al consumidor. De este modo se concluyó que en diciembre, alguien que reunió los $116.000 que se necesitan para comer, no es indigente. Esto se denomina Canasta Básica Alimentaria (CBA).
Ver: El dato del INDEC que usó Milei contra Villarruel prueba que somos pobres
Ahora, si al dato de lo que sale alimentarse le sumamos los costos de las demás necesidades que tiene una persona, como los servicios, el transporte, la vestimenta, el esparcimiento, etc, obtenemos la Canasta Básica Total que se calcula con un coeficiente que, en general, deriva en que la CBT es 2 veces y media la CBA. Lo curioso es que este coeficiente se elaboró a partir de una amplio trabajo de campo desarrollado en la década del 80´. Resulta elocuente el abismo que separa el estilo de vida y los consumos de esa época con la actual.
Pongamos foco en los datos finos de la última medición. La suma de todos factores concluye que un adulto equivalente varón de entre 30 y 59 años necesitó en diciembre $291.000 para escaparle a la pobreza. Si a este varón sumamos el consumo de una pareja mujer (la aclaración es un tecnicismo porque los cálculos estadísticos de la Canasta Básica Alimentaria precisa que la mujer consume menos cantidad de alimentos) y de tres hijos menores a cinco años, ese grupo familiar requirió $976.000 para cubrir la CBT. Es decir, no ser pobre.
Nadie puede negar lo evidente. Este cálculo teórico y promedio, basado en estudios de hace cuarenta años, no diferencia entre una familia que tiene vivienda y los que deben pagar alquiler. El alquiler de un departamento de dos ambientes ya cuesta la mitad de esa cifra. Y hay que rogar que nadie se enferme porque el sistema de salud es un capítulo aparte que tira por la borda todas las estimaciones y es el gran candidato a convertirse en el dolor de cabeza estrella de los argentinos en el 2025.
El informe sobre la distribución del ingreso en Argentina publicado en diciembre del 2024 detalla que, de acuerdo a las mediciones realizadas en 31 aglomerados urbanos, hay 9.8 millones de asalariados, es decir personas que trabajan en relación de dependencia y cobran un sueldo. De esa cifra, el promedio de lo que ganan los que están en blanco es $810.570 y los que están en negro, $334.819. Según la última medición de la Canasta Básica correspondiente a diciembre, un varón adulto de entre 30 y 59 años necesitó $291.000 para no ser pobre y una familia tipo, $976.000.
Por otro lado, hay 3,6 millones de no asalariados: plomeros, electricistas, albañiles, changarines, comerciantes, es decir todo aquel que es cuentapropista, con un ingreso promedio de $534.173. Es decir, a la mayoría de los argentinos solo les alcanza para existir. Con viento a favor, si no pagan alquiler porque heredaron una casa o viven con algún pariente y tienen un ingreso de alrededor de un millón o dos ingresos de $500.000, podrán costear lo necesario, cubrir la CBT, darse algún gustito como un asado una vez al mes, pero casi no hay márgen para proyectar más allá de los propios límites. Dato mata relato.