Un gran acontecimiento de Bitcoin promete un nuevo mercado alcista

El Cruce Dorado se ha vuelto a manifestar en Bitcoin después de exactamente 9 meses, como si quisiera alumbrar un nuevo mercado alcista. De hecho, este acontecimiento en el gráfico de cotización promete, a priori, un bull market, como ya ha sucedido en el pasado con récords de precios altos.

Se trata de un evento mayor y poco frecuente. Tal es así que en los últimos cuatro años solo se vieron 5 cruces dorados.

El de 2019 abrió el camino a un aumento del 150% del valor de bitcoin; el de 2020 inició un largo periodo alcista de casi dos años con una disparada histórica, que continuó en 2021 y alcanzó el 550%; el de finales de 2021 abrió la puerta a un bull market del 40% y el de comienzos de 2023 también habilitó una cotización al alza que alcanzó el 37%, siempre medido desde que se produjo el cruce hasta el valor más alto de ese ciclo.

El Cruce Dorado (o Cruz Dorada) es exactamente lo opuesto al Cruce de la Muerte (o Cruz de la Muerte) y se produce cuando el índice de la Media Móvil Simple de 50 días, esto es el precio promedio de Bitcoin de los últimos 50 días, comienza a ser más alto que el valor promedio de los últimos 200 días, conocida como la Media Móvil Simple de 200.

El índice de la Media Móvil Simple es conocido internacionalmente por su sigla SMA (Simple Moving Average) y tiene distintas implicancias según sus valores promedios.

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Cuando el precio promedio de los últimos 50 días atraviesa hacia abajo en el gráfico a la línea que marca el de los últimos 200 días, ese momento se identifica como un cruce de la muerte, porque anticipa una tendencia bajista, por lo general de mediano plazo.

En cambio, cuando la curva del valor de los últimos 50 días atraviesa hacia arriba a la de 200 días, se lo conoce como cruce dorado y anuncia la confirmación de una tendencia alcista.

Y esto último fue lo que ocurrió con la cotización de bitcoin el 28 de octubre pasado. Hace una semana se produjo el cruce dorado. ¿Se disparó entonces el precio de bitcoin? Aún no del todo, pero la cotización ya lo venía anticipando desde el 15 de octubre, cuando el precio de BTC despegó en los 27K para llegar a 30K en ese mismo día.

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Aunque después aflojó, en los días siguientes se recuperó hasta alcanzar los U$S35.984 por unidad, un precio que no se registraba desde hacía un año y medio. Los traders esperan ansiosos que perfore el techo de los 36K y siga la escalada.

Sin embargo, como el recorrido alcista refleja que hubo mucha demanda, mucha compra, es posible que aparezca una curva de ventas para tomar ganancias, descienda el precio y vuelva a subir superando el último valor máximo. Es el comportamiento habitual.

Claro está, en el medio está la realidad, la de la vida cotidiana que incide directamente en las cotizaciones. La aparición inesperada de un cisne negro puede mandar todo al traste.

Ocurrió, por ejemplo, en el cruce dorado del 16 de febrero de 2020, que una vez que se concretó, ni siquiera tuvo tiempo de marcar un pico mayor debido a que 10 días después la pandemia del Covid 19 se transformó en un drama mundial y el precio se fue a pique.

Pero el bajón duró poco y cuando el coronavirus confirmó el confinamiento, el home office, la inflación mundial y el reinado de las transacciones virtuales, bitcoin y las criptomonedas quedaron posicionadas en primera fila, volviendo a producirse un cruce dorado tres meses después que abriría el legendario bull market de 2020-2021.

Para tener una dimensión clara del impacto de aquel mercado alcista, el cruce dorado de febrero de 2020 se concretó con bitcoin cotizando a U$S 9.966 por unidad. La confirmación de la pandemia lo hundió en pocos días casi hasta los U$S 3.000 y de ahí BTC despegó en cohete hasta llegar a su valor máximo histórico en noviembre de 2021, en U$S 69.000 cada uno.

Este nuevo cruce dorado que aconteció hace apenas una semana, viene a cerrar un breve cruce de la muerte sucedido hace un mes, que apareció amenazante, pero duró poco y nada.

La reaparición del cruce dorado es la confirmación de la tendencia alcista de BTC que comenzó en febrero de este año, cuando cotizaba en los 23K después de un largo criptoinvierno.

Este nuevo panorama cripto viene impulsado por diversos hechos. El más potente es la alta probabilidad de que los más grandes fondos de inversión del mundo podrán ofrecer bitcoins como un activo a los inversores en el mercado de valores de los Estados Unidos.

Una serie de fallos judiciales señalan que la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores norteamericana, estaría obligada a habilitar antes de enero de 2024 este tipo de operaciones. Si eso sucede, los grandes de verdad entrarán al criptomundo con un poder de compra nunca visto.

Por otra parte, la comunidad cripto mundial, incluido los expertos en trading, esperan en lo que queda del año o en 2024 comience un nuevo ciclo alcista. Para muchos, ya comenzó, para otros aún no, pero va a ocurrir.

La razón es que la emisión de bitcoins se reducirá a la mitad respecto de la actual, algo que ocurre automáticamente cada cuatro años y cada vez que sucede hay una nueva carrera alcista que recategoriza el precio de BTC hacia arriba.

También influyó muchísimo la legendaria estrella que tiene el mes de octubre en el mercado de criptomonedas. Desde que bitcoin cotiza, hace más de 10 años, hubo un sólo octubre que dio pérdidas. Ese comportamiento histórico de octubre alentó un buen clima de compras.

Después de que bitcoin alcanzara los U$S69.000 dólares en 2021, muchos se animan a anticipar, con gráficos, cálculos y reflejando el comportamiento del pasado, que BTC podría superar los U$S100.000 el año que viene y hasta superar los 200K en 2025.

Y aunque no estemos seguros de que eso ocurrirá, si se vio que cada vez que bitcoin redujo su emisión e inició un ciclo alcista su precio máximo superó al histórico anterior. Es decir, aunque no llegase a 100K o a 200K, si BTC supera los 69K de 2021 ya habrá sido un gran hito y un gran negocio.