El cambio por el que todos creen que se convertirá en el nuevo bitcoin.
Tras la fusión de Ethereum: ¿mendigos o millonarios?
Hace cuatro días, se produjo finalmente la fusión de Ethereum, el evento más comentado y de mayor expectativa en el criptomundo, que involucra a la segunda moneda digital más fuerte del planeta.
Los pronósticos previos, en los últimos meses, profetizaron que este acontecimiento dispararía el precio de Ether (la criptomoneda de la red Ethereum), que se convertiría en el nuevo Bitcoin, que su valor llegaría a cinco dígitos, es decir, arriba de los U$S10.000 por unidad.
La razón de tales vaticinios es que, con la fusión, conocida mundialmente como The Merge, la plataforma Ethereum reducirá en un 99,9%, el consumo de energía eléctrica que generaba el uso de su red; será más segura que antes y comenzará a disminuir paulatinamente la emisión de ether, achicando el circulante a largo plazo.
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Además, cambiaría la red blockchain sobre la que iba a funcionar, montándose en la nueva que venía en prueba piloto hacía dos años y se llama Beacon Chain. Este cambio de red, es lo que le dio el nombre al evento porque Ethereum tuvo que fusionar su vieja red blockchain con la nueva que acabamos de mencionar, maniobra nunca hecha antes y que fue un éxito.
¿Y entonces? ¿Se disparó el precio de ether? ¿Se convirtió en el nuevo bitcoin?
Cuatro días después del rotundo éxito de la fusión y de ver nacer a Eth2.0, el precio NO SE MOVIÓ, cotizando a U$S1.470 por unidad, esto es, en los valores más bajos de los últimos dos meses.
Es más, como manda la tradición, ether siguió el movimiento de bitcoin de los últimos días, sin poder despegarse del paso, que por ahora sigue marcando a todo el mercado el rey de las criptomonedas.
¿Es un fracaso? No, para nada. Ethereum sigue siendo considerada la criptomoneda más prometedora y con más futuro en el mundo después de Bitcoin. Es la única cripto fuera de bitcoin, a la que los dueños de los exchanges y los expertos toman en serio.
La plataforma Ethereum y su red blockchain, ha sido la creadora de los contratos inteligentes y automatizados, de la billetera cripto más famosa y extendida, de las DeFI o finanzas descentralizadas y de los NFT o tokens no fungibles, la materia prima básica para los videojuegos basados en blockchain y para el desarrollo del metaverso o mundo de realidad virtual. Todo esto necesita de ether para moverse.
Es por eso, que los pronosticadores más sobrios del mercado, que no suelen entusiasmar ni arrastrar retwitts y likes con sus anticipos, vienen diciendo hace tiempo que, tras la fusión, Ethereum tendrá un salto prometedor en su precio, pero será a mediano y largo plazo.
Hoy por hoy, muchos pueden estar dándose la cabeza contra la pared porque después de la fusión, ether no subió ni el 500%, ni el 100%, ni siquiera el 1%. Pero, la criptomoneda tuvo un fuerte movimiento a mediados de julio cuando se confirmó oficialmente la fecha de la fusión. Estaba muy barata y hubo una avanzada que se anticipó.
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El 15 de aquel mes, ether cotizaba a la baja, en una grave crisis de precio, sumergida en los U$S1.000 por unidad, habiendo tocado fondo días antes en la franja de los U$S800, arrastrada por el criptocrash de mayo.
La novedad de la fusión que le ponía fecha al evento, disparó el precio en un 100% al alza en apenas un mes, llegando a los U$S2.030 por unidad el 14 de agosto.
Cuando todos se ilusionaban con que estaba para más, la trepada se frenó y ether inició un nuevo descenso que encontró su piso en los U$S1.400 mientras el criptoinvierno, el mercado bajista, la crisis bursátil, energética e inflacionaria mundial, las tasas del Tesoro y la guerra en Europa se siguen ensañado con los activos de riesgo como las criptomonedas.
Por último, ether, como así también bitcoin, siguen luchando contra el pánico y el desastre que dejó la catástrofe de LUNA y UST Terra, a mediados de mayo y que al día de hoy aún se hace sentir.