La Comisión Nacional de Valores aprobó la tokenización del litio argentino, y en Davos hablan de tokenizar la bolsa.
El éxito de bitcoin aumenta la conversión de materias primas en criptomonedas
Mientras bitcoin cotiza hoy por encima de los U$S104.700, bien plantado entre un rango de 90K y 108K, su éxito no para de ser el oxígeno del que respiran y viven el criptomercado y la industria criptográfica, los que no avanzarían sin la marcha ascendente de BTC.
Tal es así que los proyectos de criptomonedas de distintos tipos siguen surgiendo en múltiples versiones, entre ellos, los que darán un vuelco en el futuro a la economía tradicional: la transformación de los recursos naturales y materias primas en criptomonedas o tokens, lo que en el criptomundo se conoce como la tokenización de activos.
Esta semana, la Comisión Nacional de Valores de Argentina dió su aprobación al proyecto para tokenizar las reservas de litio, es decir, para transformarlas en activos digitales representados en una criptomoneda o token, el AT3 n (Atómico 3), que le permitirá a la industria del litio financiarse y comerciar al mineral de forma digital.
La novedad es importante porque el proyecto de Atómico 3 fue autoría de Pablo Rutigliano, presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio, con lo cual no es un acontecimiento de nicho, sino que la incipiente industria del litio ya se lanzó a la tokenización de sus activos. El objetivo es que cualquier argentino pueda comprar litio con un token digital y tenerlos como un activo de valor, así como se compran acciones bursátiles o metales preciosos.
Hace varios años que el proceso de tokenización de recursos naturales, materias primas y bienes inmobiliarios comenzó en la Argentina. Agrotoken arrancó en 2021 a tokenizar la producción de soja, maíz y trigo, creando tres stablecoin (criptomonedas estables) llamadas SOYA (Soja), CORA (Maíz) y WHEA (Trigo), con la que los productores pueden comercializar su producto.
Landtoken, por su parte, abrió una plataforma blockchain que tokeniza campos de soja, los cuales pueden ser comprados por los usuarios en fracciones a partir de los U$S100 y cobrarse los beneficios proporcionados por el alquiler de los campos o incluso venderlos oportunamente a otro interesado.
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Baghead Labs, una startup argentina, fue mucho más allá y presentó una plataforma para "tokenizar todo", tanto activos tangibles como intangibles.
¿Qué es la tokenización?
Para decirlo de modo simple, token significa ficha en inglés. Es decir, es una ficha digital y criptográfica que se crea para distintos usos y fines, cuya virtud es su seguridad y trazabilidad, ya que funciona en una red blockchain, es decir en una cadena de bloques mediante la ejecución automática con smart contract o contratos inteligentes.
Un ejemplo muy gráfico para entender que no es algo nuevo en la vida real: en el siglo XIX, en la Pampa argentina, los dueños de los grandes campos, los estancieros, les pagaban a los gauchos con fichas metálicas y no con dinero.
La ficha representaba un valor en pesos. ¿Y dónde podían usar los gauchos esas fichas? Sólo en los comercios de provisiones del patrón, es decir del dueño del campo que los empleaba, que de ese modo se aseguraba con una maniobra dominante y abusiva el retorno del costo de contratar a los gauchos.
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Claro está que esta maniobra inescrupulosa no es el objetivo de la actual tokenización digital, pero sirve de ejemplo para saber que a los gauchos les pagaban hace más de 100 años con fichas o tokens metálicos que representaban un valor en pesos.
A partir de esto, podemos decir por ejemplo que bitcoin (BTC) es un token o una ficha pago, mientras que los criptodólares o stablecoins como USDT (Tether), USDC (Coin), entre otras, son tokens o fichas de cambio, que cotizan siempre en paridad 1 a 1 con el dólar estadounidense y sirven como refugio de la volatilidad del mercado. Casi siempre que un token sea de pago será una criptomoneda.
Pero pudo haber tokens que no son criptomonedas. Los juegos online basados en blockchain funcionan con tokens fungibles para uso interno que no son criptomonedas y también con tokens no fungibles, conocidos como NFT, que pueden servir para alojar cualquier cosa cuyo valor se quiera resguardar.
Por ejemplo, los NFT, que no se usan como criptomonedas porque no son fungibles y por lo tanto no se usan como medio de pago, son la herramienta ideal como archivo criptográfico para resguardar en la vida real escrituras de propiedades y todo tipo de documentación delicada, la que una vez tokenizada, ya no pudo ser jamás alterada ni manipulada.
El proceso de tokenización avanza con mucha fuerza en la Argentina y en el mundo. Lo hizo recientemente el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien tokenizó su retorno al poder con el lanzamiento de una criptomoneda mm llamada $TRUMP, un token conmemorativo que puede utilizarse como moneda de cambio y permutar por bitcoins, criptodólars y cualquier otra criptomoneda.
El Tesoro de los Estados Unidos ya ha tokenizado 3.400 millones de dólares. El mercado de bonos del país del norte también está mutando a la tokenización y afirman que llegará a los 10 mil millones de dólares en 2030. Esta semana en la cumbre de Davos, uno de los grandes temas fue la tokenización de todo el mercado bursátil mundial.
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