El impacto de la crisis 2020 sobre el mercado laboral aún no ha concluido.
Todo puede ser peor: las cifras no contabilizadas en torno al empleo
Los datos que aportó a sus clientes la consultora Invecq dieron cuenta que "durante el cuarto trimestre del 2020, mientras que el consumo privado todavía registraba una caída interanual del 8,1% y las exportaciones se hundían 32,5% (en todo el año acumularon una caída de casi 18%), la inversión tuvo una recuperación en relación al cuarto trimestre de 2019 del 16%".
Inveq explicó que "paradójicamente el fuerte desequilibrio monetario y cambiario que se verificaba hacia fines del año pasado en una brecha cambiaria del orden del 150% impulsó un incremento de la demanda en sectores específicos como el de la construcción, maquinarias y vehículos de transporte".
Los datos relevados por Invecq dejan como información, en perspectiva, que:
- La fuerte crisis de la actividad económica tuvo su correlato en el mercado laboral, expresado principalmente en la caída de la tasa de ocupación.
Mendoza revisa los datos nacionales antes de decidir una restricción
- Mientras que durante el último trimestre del año 2019 la tasa de ocupación total de Argentina se ubicaba en el 43%, al cierre del 2020 ese mismo ratio fue de 40,1%.
- Hacia mitad del año la tasa de empleo había alcanzado valores mucho más bajos (33,4% en el segundo trimestre) por lo que los últimos meses fueron de recuperación de mucho empleo que se había perdido en el momento más duro de la cuarentena.
- De todas maneras, esa recuperación a medida que la economía se fue reabriendo no pudo evitar que entre finales del 2019 y finales del 2020 se hayan perdido unos 800.000 empleos, más del 4% del total.
Para Invecq, "este fuerte impacto registrado en el mercado laboral queda opacado en muchos análisis que toman en cuenta como variable central a la tasa de desempleo".
¿Por qué? La tasa de desempleo no siempre es un buen indicador, debido a que para su cálculo se tiene en cuenta únicamente a la población económicamente activa (PEA) y no a la población total. Si en una coyuntura de caída del empleo se da simultáneamente una caída de la PEA, muchos trabajadores que pierden su ocupación no estarán contabilizados como desocupados sino como inactivos.