En Argentina, los sectores con más asistencia del Estado fabrican productos carísimos. Y los menos favorecidos son clave para la economía de Mendoza. Informe.
Otra incongruencia de Argentina y la "mala suerte" de Mendoza
Argentina es un país enorme en superficie (el octavo a nivel mundial), rico en recursos naturales, bicontinental (su territorio se divide entre América y la Antártida) y absolutamente incongruente. Más allá de las contradicciones que se repiten a diario y que sería redundante mencionarlas, esta semana surgió una situación paradójica más, a partir de un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso: las actividades económicas más favorecidas por el Estado son las que fabrican los productos más caros del país.
Sectores como Tecnología, vehículos e indumentaria, entre otros, son los más beneficiados por la políticas arancelarias y fiscales del Estado, pero presentan los precios más elevados, casi "prohibitivos" para los argentinos que optan por viajar a países limítrofes a la hora de comprar computadoras, teléfonos, indumentaria, calzados y, si no hubiese restricciones de importación, seguramente comprarían vehículos también.
Estas afirmaciones surgen a partir del informe de la OPC, publicado el 24 de septiembre, sobre Tasa de Asistencia Efectiva (TAE) 2023 por cada actividad económica en Argentina. Este es un indicador que permite cuantificar el nivel de asistencia que cada actividad económica recibe mediante la intervención comercial y fiscal del Estado en relación al valor agregado que genera. Esta "ayuda" se compone por la Tasa de Protección Efectiva (TPE), como políticas arancelarias, y la Tasa de Asistencia Fiscal (TAF) que incluye subsidios, gastos tributarios y gastos directos.
Resulta curioso que entre los rubros con más asistencia arancelaria y fiscal por parte del Estado se ubican "aparatos de radio, TV y comunicaciones", "vehículos automotores", "tabaco", "cuero y calzado", "confecciones" (ropa) y "textiles". Con semejante Tasa de Asistencia Efectiva, estos productos en Argentina deberían tener precios "populares", pero ocurre todo lo contrario.
El caso más emblemático de una actividad ampliamente favorecida por las políticas arancelarias y principalmente fiscal del Estado, es el sector de "aparatos de radio, TV y comunicaciones", que tiene una asistencia enorme a través de los tratamientos tributarios diferenciados del Régimen de Promoción Económica de Tierra del Fuego. Sin embargo, los teléfonos celulares, las computadoras y otros electrodomésticos que allí se producen tienen precios poco atractivos.
En este punto, la lógica económica sugiere que los sectores más favorecidos deberían ofrecer productos a precios más accesibles, generando un mercado más competitivo y favorable para los consumidores. No obstante, en Argentina, ocurre lo contrario: a mayor asistencia, mayor es el costo para el comprador final.
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Mendoza reúne a las 3 actividades más desfavorecidas
A la hora de pensar en tres actividades económicas generadoras de riqueza en Mendoza, surgen automáticamente tres: vitivinicultura/agricultura; petróleo y gas; y alimentos y bebidas. Curiosamente, son las tres actividades más desfavorecidas o "desprotegidas" por el Estado.
"Extracción de petróleo y gas" (-3,3%), "Agricultura y ganadería" (-13,8%) y "Alimentos y bebidas" (-51,7%) fueron las tres únicas actividades que tuvieron una TAE negativa en 2023: los costos adicionales, cargas impositivas o regulaciones generaron una reducción del valor agregado, causada a su vez por el efecto de los derechos de exportación sobre el valor agregado sectorial. En otras palabras, el principal responsable de esto fueron las retenciones.
Este escenario plantea preguntas sobre la eficacia y el destino de las políticas de apoyo, así como sobre las estructuras de costos internas de estas industrias, que parecen no trasladar los beneficios recibidos a los precios finales, generando una situación insostenible para los consumidores.
El informe de la OPC:
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