La mayoría venden materiales de construcción. Por un "agujero negro" en el sistema, les cobraron el robo a ellos. Polémica, e informe a la UCIM.
Robo de datos: Empresas mendocinas estafadas con cupones de Visa
Varios comercios y empresas pequeñas y medianas de Mendoza resultaron víctimas de una estafa con cupones de la tarjeta de crédito VISA, a los que personas desconocidas accedieron a través del robo de datos. Así, lograron hacer compras millonarias. Y cuando los dueños reales de las tarjetas protestaron, el banco les "cobró" a las empresas que vendieron sus productos. Ahora hay un conflicto, las pymes estafadas reclaman al banco BBVA (francés) emisor de las tarjetas con que se hicieron las compras en al menos cuatro pymes mendocinas, y además, comunicaron de la novedad a la UCIM a la búsqueda de nuevos casos.
Los primeros en advertir el problema en Mendoza fueron del establecimiento Maddio Hermanos. Venden soluciones y productos para el campo, el hogar, la industria. Fue el responsable financiero Gustavo Maddio quien contó la maniobra, que fue detectada meses después de ocurrida. Eso es porque los estafadores ganan tiempo haciendo las compras sobre el filo de la fecha del resumen. Y así ganan casi un mes de ventaja, hasta que los dueños de la tarjeta descubren la compra fraudulenta. En el caso de Maddío, vendieron productos en una compra por 2,1 millones de pesos. "El sistema de cupones de tarjeta de crédito para compras, es el que se usa en la mayoría de las tiendas online, con los carritos. La persona que compra no está físicamente en el comercio. Puede estar en Buenos Aires, o en cualquier otro lado. El problema es que en estos sistemas, parece que no hay una validación completa de la identidad del comprador. Y alguien que tiene los datos básicos de la tarjeta (número, fecha de vencimiento, código de seguridad de tres cifras), o las claves para generarse los cupones de compras, lo puede hacer y logrará hacer la operación.
¿Qué pasa después en un caso como el de Maddio, u otras empresas afectadas en Mendoza u otras provincias? Una vez que se aprueba la operación, se acredita el dinero de la compra en la cuenta del comercio, el que a la vez envía el producto a destino. Semanas más tarde, el "dueño" de los datos, o de la tarjeta robada electrónicamente (el robo nunca es físico) descubre en su resumen una compra que no ha hecho, probablemente millonaria. La desconoce, en algún momento le entregan el dinero. "Pero la empresa Prisma, que es la que opera la tarjeta, se da vuelta e informa al banco, que nos aplica a nosotros un contracargo y nos debitan sin preguntarnos, el monto de la operación". Al final de la cadena y por un sistema que parece defectuoso, el que pierde es el comerciante. Por supuesto, los reclamos están en marcha. Gustavo Maddio aportó a este medio los comprobantes de las operaciones.
Por lo que se sabe, no habría aún una investigación penal. Pero sí reclamos al BBVA, porque hasta ahora sería el único banco cuyos clientes empresarios se vieron afectados. "Incluso a un proveedor nuestro que está en Concepción del Uruguay, el corralón La Clarita, le ocurrió lo mismo" advirtió el empresario pyme, cuya firma está asociada a la UCIM. El corralón Pierrandrei y Corralón Luján, también fueron víctimas y están recibiendo "contra cargos" del banco por sumas importantes.
¿Se puede ir contra el cliente que robó los datos? ¿Es posible que haya cómplices en el banco? Sólo una investigación penal podría determinarlo. Pero a estos "clientes" rara vez se los encuentra. Porque los damnificados descubren la maniobra mucho tiempo después.
El rol de VISA y de la empresa PRISMA son claves, porque el desembolso se aprueba, y el banco lo hace efectivo. Cuando los clientes descubren la maniobra, todos giran hacia el lado del comercio, que es el que termina pagando. "¿Cómo puede ser que Prisma apruebe el pago con datos que fueron robados?" se pregunta Maddio. Prisma es la empresa que representa a VISA y es propiedad de 14 bancos del país.
Los damnificados de Maddio comunicaron la novedad a la UCIM, y están haciendo circular una nota que dice lo siguiente:
"En los últimos días del mes de octubre de 2021 nos realizaron 2 compras que fueron abonadas mediante cupones de pagos cursados por VISA a través de la empresa PRISMA, por un monto total de 2.1 M en concepto de venta de productos metalúrgicos".
"Los referidos cupones constituyen una metodología de pago en la que el cliente no se encuentra en forma presencial, ni presenta su documentación personal. En los diferentes días que se concretaron las ventas, VISA a través de la empresa PRISMA autorizó cada una de las operaciones enviando el mes próximo la correspondiente liquidación y posterior acreditación en nuestra cuenta corriente del BBVA. Cabe aclarar que, al recibir la aprobación por parte de PRISMA, como es habitual en este tipo de operación, se le entregó la mercadería al cliente por la compra realizada" dijeron.
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"Con fecha 02/2/22 en BBVA nos debita el monto acreditado oportunamente ($ 2.100.000), sin mediar ningún tipo de aviso previo. Ante nuestros reclamos, el banco nos informa que es VISA quien anula la operación, que el banco es un mero intermediario, ya que informa que las tarjetas están en estado ausente. Luego de sucesivos reclamos al banco BBVA y VISA, ambos informan que no reintegrarán dichos fondos, y que el comercio debe asumir dichos costos".
"Las preguntas que todos nos hacemos seguramente son:
1- ¿Quién fue la institución que autorizó la venta vía cupón de pago? ¿Fue el comercio? ¿O fue Visa a través su web y envío de un mail confirmando la operación?
2- ¿Tiene algún grado de responsabilidad VISA en el hecho de haber aprobado, liquidado y luego acreditado? ¿O es 100% responsabilidad del comercio, el hecho de cargar una operación con tarjeta, recibir la autorización, por ende entregar la mercadería, luego recibir la liquidación y su posterior acreditación?
3- ¿El Banco es responsable de este accionar? ¿Quién ofrece los servicios de PRISMA?
En pocas palabras, sin lugar a dudas es una situación en que el único perjudicado es el comercio ¿Pero es el Comercio quien tiene que afrontar el riesgo cuando otra institución infinitamente más grande y poderosa, lo autoriza? Creo que existe un gris muy importante, donde todos los comercios estamos expuestos" indica.
"Nos hemos contactado con 3 empresas locales muy reconocidas, todas están viviendo la misma pesadilla. Estamos contando nuestro caso, para prevenir a otros colegas comerciantes antes este tipo de operatoria, y ante al accionar de desprotección total por parte el BBVA y de PRISMA. Este tipo de accionar, seguramente no ayuda para nada a fomentar el comercio electrónico, ya que nadie es responsable ante esta situación, todos los riesgos recaen sobre el comerciante" advirtieron.