Es inminente la derogación de una ley que causó muchos dolores de cabeza y solucionó poco y nada. Así justifica la medida el ministro de Producción.
Por qué Cornejo derogará una Ley creada en su primera gestión
En breve, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, promulgará la derogación de una ley sancionada en su anterior gobierno, medida que ya fue avalada por la Cámara de Diputados y el Senado. Se trata de la Ley de Registro de Contratos de Compra Venta de Productos Agrícolas, próxima a ser "suspendida".
Al respecto, el ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, justificó la derogación. "El problema grave en 2019 era la inflación altísima, ya que un productor pactaba un valor en marzo y cuando lo cobraba en julio, había perdido un 30%", explicó, enfatizando que por ello se estableció la obligatoriedad de contratos que le dieran garantías a los productores. Sin embargo, "no solucionó nada al productor y se hizo una burocracia muy grande que le complicó la vida a todos los industriales que compraban frutas y verduras", y agregó que hoy en día la inflación no es la misma que hace cinco años y va a la baja.
"Esta Ley de Contratos se creó en 2019 tras un pedido de gente de Rivadavia, preocupada por la inflación que había en ese momento que los perjudicaba cuando les pagaban a largo plazo, sobre todo uva y fruta", recordó. Sin embargo, muchas industrias sufrieron sanciones y demoras en su operativa, debido a la obligatoriedad de la presentación de los contratos, del sellado de los mismos y otras diligencias acerca de esta imposición.
Por otra parte, Vargas Arizu destacó que del total de denuncias que se registraron por incumplimientos, "ninguna fue de un productor contra un industrial: eran todas de carácter formal porque le faltaba una firma al contrato o se presentó un día tarde. Esta ley se creó con la idea de proteger al productor, pero al final no le sirvió para nada y le complicó la vida al industrial".
Vargas Arizu comentó que en este tipo de pactos, en la agricultura, "se usan mucho los usos y las costumbres, y hay muchísimo de palabra. Por ejemplo, en el sector olivícola, yo en mi vida he hecho un contrato, el sector frutícola tampoco. Se estima un valor, en algunos casos en dólares, una forma de pago, y eso se cumple. Y si no se cumple, el año que viene no le llevarás más a esa persona. Entonces, quien quiera hacer un contrato lo puede hacer, pero nosotros como Estado no debemos meternos. Y creo en la libertad de comercio: quien quiera hacerlo, que lo haga. Y quien no quiera hacerlo, que no lo haga".
Además, los contratos trajeron problemas a las empresas que debían registrarlos. "Esos contratos tenían un costo de sellado y multas muy abultadas porque representaban un porcentaje del contrato o la facturación", explicó el ministro y empresario agrícola.
Más allá de la derogación de la ley, el funcionario y bodeguero celebró algunas medidas y políticas nacionales, y otras de la provincia. "Al productor se lo defiende con un tipo de cambio único, sin derechos de exportación, manteniendo un tipo de cambio estable, y dándole créditos como ha hecho Mendoza. Así se defiende al productor, y no complicándole la vida al industrial", completó.
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