La empresa estatal Corredores Viales busca triplicar la tarifa.
El Gobierno nacional estudia la posibilidad de subir el valor de los peajes
El panorama vial argentino podría cambiar drásticamente en los próximos meses, ya que se están gestando movimientos internos para incrementar las tarifas de peaje en las rutas nacionales. El gobierno nacional comenzó a trabajar con el objetivo de implementar un nuevo cuadro tarifario que triplicaría los precios actuales, según lo anunciado el pasado viernes.
La empresa estatal Corredores Viales, encargada de las rutas que fueron concesionadas y luego revertidas al Estado, solicitó a Vialidad Nacional iniciar el proceso para convocar a una audiencia pública y así disponer la actualización del cuadro tarifario. De esta manera, los conductores argentinos pasarían de pagar $300 a $900 por el peaje, mientras que los camiones de mayor porte, que actualmente abonan $1500, tendrían que disponer de $6000 para continuar su viaje.
Pero esta no sería la única modificación, ya que se plantea una fórmula de actualización mensual basada en un índice que tomaría en cuenta los salarios y la inflación, similar a la utilizada para la electricidad. Esta indexación entraría en vigor a partir de junio, lo que permitiría ajustes periódicos en los precios de los peajes.
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Los nuevos peajes afectarían a todos los corredores viales que fueron concesionados durante el gobierno de Mauricio Macri mediante el sistema de Participación Público Privado (PPP), los cuales fueron rescindidos por la administración de Alberto Fernández.
Este aumento de tarifas forma parte de un proceso más amplio de reestructuración de Corredores Viales, que busca mejorar la gestión y la eficiencia de la empresa estatal. Uno de los desafíos principales es la falta de claridad en la cantidad de trabajadores y los contratos existentes, así como la limitación de autonomía de gestión debido a los vínculos con Vialidad Nacional.
A pesar de estos cambios, por el momento no se contempla la privatización de las rutas con peaje, ya que no se considera una opción rentable para atraer inversión privada. El objetivo principal es equilibrar los ingresos de los peajes con los gastos corrientes para mejorar la sostenibilidad financiera de la empresa estatal.
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