Lo mejor y lo peor de la semana económica: un pésimo acuerdo

Por qué el fracaso en el debate por el presupuesto nacional termina siendo una buena noticia y el acuerdo Mercosur y Unión Europea, una pésima novedad. Repasá lo mejor y lo peor de la semana que pasó en materia económica.

Lo mejor y lo peor de la semana económica: un pésimo acuerdo

Por: Mendoza Post

Termina una semana que incluyó varios hitos, uno de ellos el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, el cual incluimos entre las peores novedades que tuvo la semana en materia económica (sí, entre lo peor). Siguiendo esta línea, el NO acuerdo por el presupuesto nacional terminaría siendo positivo.

Lo peor de la semana

-La producción industrial cayó. Luego de 3 meses consecutivos de aumentos, la producción de la industria medida por el Indec cayó un 0.8% en octubre. Siguen las dudas sobre cuánto mas demorará la reactivación económica. Todavía no se ve una recuperación consistente ni en los datos industriales del Indec ni en la calle. 

Dos datos interesantes: 1) si comparamos con el año pasado, la producción de alimentos y bebidas de octubre creció, pero en realidad toda la suba estuvo concentrada en "molienda de oleaginosas", producto de la mayor cosecha de este año comparado con la sequía del 2023. El resto de los alimentos industrializados están por debajo del 2023: lácteos un 9%, carne vacuna un 3.8%, fiambres un 5% y así con casi todos los productos de consumo habitual de los argentinos. 

2) Los productos textiles están un 20% por debajo del año pasado. Muy mal año para una industria que además tiene precios en dólares caros respecto de similares del exterior. La producción textil en Argentina es 25% menor ahora que 20 años atrás, síntoma de un sector con una crisis estructural importante y un futuro dudoso.

-La construcción también bajó en octubre. El indicador dio un 4% respecto del mes anterior. Nuevamente los datos oficiales no confirman que la actividad se esté recuperando. Hay que tener en cuenta que hay insumos para la construcción, como sanitarios, asfalto, hierro redondo, mosaicos, que están un 40% por debajo del año pasado. Va a pasar un tiempo prolongado para que el sector se recomponga y pueda alcanzar los niveles ya muy deprimidos del 2023. La obra pública nacional para terminar obras avanzadas y los proyectos público privados para arreglar y mejorar la infraestructura, siguen sin aparecer.

-El acuerdo Unión Europea-Mercosur (sí, lo hemos puesto entre lo peor de la semana). Este acuerdo puede ser bueno en lo simbólico, pero va en contra de las ideas liberales de Milei. Como era de esperar, los lobbies de cada continente actuaron fuerte, de tal manera que una vez que se ponga en vigencia el acuerdo (para lo cual pueden pasar un par de años), continuarán los niveles de protección para los sectores más ineficientes de cada lado: el industrial y en especial el automotriz del Mercosur y el agrícola de los europeos. Esto va en contra de la idea expresada en infinidad de oportunidades por Milei acerca de preparar a la economía argentina para una apertura unilateral de la economía una vez que se haya ordenado la macro y los impuestos. ¿Qué sentido práctico tiene proteger por 5, 10 y hasta 15 años más a los sectores más ineficientes de ambos espacios? Para un economista liberal, ninguno. Por el contrario, posterga por años algunas reconversiones y cambios que deberían producirse mucho antes. La gran pregunta: ¿Milei aprovechará su presidencia del Mercosur del 2025 para proponer formas mucho mas rápidas y flexibles de liberalización comercial o se bancara un status quo que no tiene nada que ver con lo que piensa y propuso?

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-Mendoza, el PBG minero que no fue. Ya lo publicó el Post hace unos días, pero vale la pena repetirlo. Si Mendoza en vez de la ley antiminera del 2007 hubiera tenido una regulación normal, podría haber seguido fácilmente el camino de San Juan y hoy tendría un producto bruto minero de 6.500 millones de dólares anuales. En cambio, hoy tenemos apenas 300. Una pérdida descomunal en actividad económica, inversiones, salarios y empleos de calidad. No estaría mal para la salud de la política mendocina que los dirigentes y bodegueros (no todos por supuesto) que fogonearon este desastre dieran alguna explicación.

Lo mejor de la semana

-En las finanzas, la "casa esta en orden". Se disiparon los temores de tener un 2025 complicado en lo financiero. Las estimaciones de inflación implícitas en las cotizaciones de los bonos argentinos muestran que la inflación puede ser del 1.5% mensual en el 2025 mientras el crecimiento será del orden del 5%, aunque algunos economista se animan a pronosticar unos puntos más. La brecha entre los distintos dólares prácticamente se ha cerrado y en términos generales se vive un clima de tranquilidad. Todo es aún más meritorio si se considera que el gobierno lo consiguió sin apoyo del FMI y con un punto de partida dramático con el Tesoro y el Banco Central quebrados.

-No hay presupuesto nacional 2025 (sí, lo incluimos dentro de lo mejor de la semana). Si la clase política no pudo acordar la distribución de gastos y recursos respetando la misma restricción presupuestaria que tenemos el resto de los mortales, vale decir no gastar más de lo que ingresa, el plan B es que no haya presupuesto y que el gobierno pueda disponer de las partidas según su criterio. Milei ya confirmó que en el 2025 no habrá "plan platita" y que continuará con la política de déficit y emisión cero. Tiene la espalda política suficiente para que el mercado le crea. Lo deseable hubiera sido que Argentina, en una muestra de civilidad, diálogo y racionalidad, hubiera conseguido tener la ley de leyes con déficit cero, pero en nuestro país lo deseable sigue estando lejos de lo posible. Para el presidente y su equipo también será un desafío demostrar que el enorme poder discrecional que tendrá para distribuir partidas presupuestarias lo utilizará con equilibrio y sin autoritarismo.

-En Mendoza sí hubo presupuesto. En una muestra de racionalidad que no se esperaba, la Legislatura con votos opositores aprobó el presupuesto 2025 sin déficit y con las mayorías especiales para refinanciar sin trabas la deuda pública. Un gran dato que muestra que el trabajo que se viene haciendo en algunos aspectos como este, fiscal y financiero, finalmente rinde sus frutos. Mendoza no puede escapar a la recesión nacional e incluso hay dudas sobre el futuro de algunos sectores económicos de bienes y servicios transables afectados por el dólar barato. Pero al menos en parte puede compensar con sus finanzas ordenadas y el comienzo de las obras financiadas con los mil millones del resarcimiento histórico. 

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