Cuánto aumentaron las frutas y verduras en Mendoza

 Los últimos meses la situación económica de nuestro país ha provocado que el ciudadano pierda de manera estrepitosa el poder adquisitivo. Los crecientes costos de vida provocan que las personas se vean obligadas a recortar gastos por todos lados, a restringir gustos o empezar a pensar opciones de menús menos costosas. 

Cuando el precio de la carne aumentó, la gente se volcó más a las verduras, para poder mantener, dentro de lo posible, una dieta equilibrada y nutritiva, gastando lo menos posible. Hoy en día se siente el fuerte aumento que también han sufrido las verduras y frutas en nuestra provincia. Desde fines de marzo impacta en el bolsillo una fuerte suba de precios que rondan entre 300% y 400%.

 Esto tiene diversos motivos, relacionados con toda una cadena de producción y comercialización, además de las fluctuaciones del mercado y la estacionalidad de los productos de la tierra.

Mendoza Post dialogó con Omar Carrasco, Presidente de la Unión Frutihortícola de Mendoza quien analizó que el aumento de precios se ha dado, fundamentalmente por los movimientos propios del mercado, de oferta y demanda, que han hecho aumentar productos que empiezan a escasear producto de la estación del año, fundamentalmente. "Algunos artículos aumentaron, otros no tanto y algunos han bajado. La realidad es que es difícil tomar un nivel de aumento generalizado, sino que tiene que ser individual", señaló. 

"Los mercados se manejan por la oferta y la demanda. Falta un producto X, por ejemplo, ahora la lechuga, que hace un mes valía $1500 y ahora vale $5000 y eso se debe porque en Buenos Aires la sequía afectó las plantaciones de lechuga. Han venido a comprar a Mendoza y eso ha hecho subir los precios de este producto. A esto se agrega que hay una merma en la producción local de lechuga", explicó Carrasco.

Con relación a los hábitos de consumo, el titular de la Unión Frutihortícola remarcó que muchas familias se están volcando a comprar en conjunto en los mercados de abasto, dependiendo de la altura del mes en que se encuentren. Por otro lado, ha disminuido las compras minoristas, que se nota en las ventas. 

Un motivo fuerte del aumento de precio en algunos productos es el fin de la estación de verano, que afecta a algunos productos muy demandados, como el tomate, zapallitos, pimientos y berenjenas. "Se está terminando la temporada, esto impacta en la producción y, por ende, en el aumento de los precios", explicó Carrasco, y agregó que "cuando empiecen las heladas, van a empezar a entrar la mercadería desde el norte argentino, lo que va a hacer subir nuevamente los precios".

Aumento de precios desde fines de marzo

Sin embargo, señaló que dentro de  los artículos que bajaron sus precios, están los cítricos, que tuvieron un pico alto, pero han ido bajando y sigue bajando sus valores. "Hay que comprender cómo funciona el mercado de abastos, que es muy distinto a los demás mercados, como la carne, harina o azúcar, que cuando se establece un aumento, ya no baja. Esto en la verdura y fruta no funciona de la misma manera", comentó.

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Desde el punto de vista de los productores, existe una diferencia astronómica en los precios, debido a los intermediarios de la cadena de comercialización, que compran la producción a un precio bajo y luego esa mercadería se exhibe en las verdulerías 3 o 4 veces más cara, que lo que se pagó al productor. 

En dialogo con Celia Mayorga, miembro de la organización Unión de Trabajadores Sin Tierra y presidenta de la Cooperativa campesinos del Norte, comentó que los intermediarios "especulan con la verdura y las frutas cuando están en temporada, para guardarla en invernaderos o frigoríficos y sacarlas a la venta cuando comienzan las heladas, que empieza a haber escasez".

De esta manera, los intermediarios logran hacer una fuerte diferencia económica, entre lo que le paga al productor y lo que cobra al ciudadano en la verdulería. "Compran verdura barata, por nada a los productores, la guardan y después la sacan a la venta mucho más cara de lo que lo pagaron. A veces no necesitan especular, porque a veces se llevan verdura al 30% del costo total y lo terminan vendiendo al cuádruple. Por ejemplo, un melón, lo compran a $50 o $100 al productor, y en las verdulerías de la ciudad lo venden entre $200 y $400", comentó Mayorga.

Esta situación se da de esta manera debido a que para los productores es difícil poder acceder a canales de comercialización más directos, que les permitan vender su producción directamente al consumidor, lo que les resultaría en más ganancias y, al mismo tiempo, el consumidor final pagaría un precio mucho menor, al no contar con los intermediarios. 

Sin embargo, Omar Carrasco minimizó un poco esta situación, sin negarla, pero señaló que existen muchos costos que se absorben en la cadena por parte de los intermediarios, como los costos de flete, de traslados, los trámites ante los organismos competentes, los puestos del mercado o las nuevas normativas de SENASA, entre otros. Además, Carrasco marcó una realidad que afecta a más de una industria, que es la existencia de un "socio invisible que se lleva más del 50% del capital que es el Estado", aunque admitió que sí existe una diferencia importante entre lo que recibe el chacarero y lo que se paga en una verdulería. 

Opciones para ganarle a los precios

Distintas cooperativas de productores lograron, hace un tiempo, poder instalar un punto de venta en la Ciudad de Mendoza, más concretamente en el Almacén Campesino, que se ubica en la esquina de Avenida Mitre y Coronel Plaza, a 200 metros del Parque Central. 

Allí, los productores  pueden vender sus productos directamente al consumidor sin intermediarios, ya que es un punto de venta directo. Se pueden encontrar todo tipo de productos, desde frutas y verduras, hasta conservas, carnes y otros productos, a precios mucho menores.

Por otro lado, ofrecen una alternativa más que interesante para poder comprar verdura a buen precio, y es a través de la venta de bolsones de verduras. Se trata de bolsas grandes de verduras de entre 8 y 10 kilos, de variedad surtida, que se pueden adquirir entre los $1200 y $1500, sin dudas es una opción más que interesante. 

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Además, la UST tiene puestos de venta frecuentes en distintos hospitales de la provincia, donde también se pueden adquirir estos bolsones de verduras. Están en los hospitales Humberto Notti, de Guaymallén, hospital Perrupato en San Martín y en el Paroissien de Maipú.

Por otro lado, Omar Carrasco sugiere consumir otras verduras que están más baratas porque no son tan consumidas, como el repollo, el rabanito o la achicoria, pensando en alternativas, por ejemplo, a la lechuga. 

Además, cada vez son más las familias que eligen realizar compras mayoristas en las ferias y dividir costos con otras familias amigas, logrando hacer una diferencia en los costos.