Las exportaciones de vino siguen abajo, ¿tocaron fondo?

Daniel Rada, del Observatorio Vitivinícola Argentino le dice al Post que pasará con el vino.

Las exportaciones de vino siguen abajo, ¿tocaron fondo?

En los últimos días el Observatorio Vitivinícola Argentino informó en una publicación que las exportaciones de vino al mundo habían caído un 22% en el primer trimestre de este año, respecto del mismo periodo de 2023, según datos brindados por organismos europeos.

La novedad venía a ratificar un número alarmante que ya se había confirmado en 2023 cuando las exportaciones de vino argentino cayeron 25% respecto al año 2022. Sin embargo, en el transcurso del 2024 esta situación ha mejorado notablemente, casi borrando ese derrumbe de dos dígitos, aunque todavía las cifras son negativas.

Los nuevos datos indican al menos una desaceleración, sobre todo los informes de las exportaciones del primer cuatrimestre de este año y del primer semestre de 2024.

Daniel Rada, presidente del Observatorio Vitivinícola Argentino le dice a Mendoza Post cuales son los últimos números y hacia dónde vamos.

El Observatorio Vitivinícola Argentino publicó un informe de la fuerte caída del 22% de las exportaciones de vinos en el primer trimestre de este año comparado con el de 2023. ¿Se sigue profundizando este problema?

No, ya tenemos la información de que en el primer semestre de este año la caída de las exportaciones de vino argentino se ha reducido a 1% en litros y 2% en dólares.

Mucho mejor entonces que el dato del primer trimestre.

Sí, pero no hay que perder de vista que el año 2023 fue un año muy bajo en exportaciones, donde ya habíamos caído un 25% respecto a 2022.

¿Se puede decir que con el nuevo dato del primer semestre la caída tocó fondo?

Esperemos que sea un piso porque por el momento no es un lindo panorama el que tenemos. No obstante, una señal que sí estamos siguiendo en relación a los principales mercados a los que Argentina les vende vinos, es que en el primer cuatrimestre de 2024 la exportación a Estados Unidos, en litros, se está estabilizando, las que van a Reino Unido y Canadá están subiendo y las que van a Brasil están 8% arriba.

¿Cuáles fueron las causas para semejante derrumbe de las exportaciones de vinos argentinos al mundo? ¿Problemas de la industria, del país, el tipo de cambio con el dólar?

Hay un poco de todo porque el 2023 fue un mal año en exportaciones, no solo para Argentina sino para la mayoría de los países exportadores de vino. A Chile y Australia también les fue mal. Chile cayó un 20% en 2023.

Pero este año Chile, España, Australia, que son nuestros competidores, han mostrado una recuperación, no así Argentina.

Pero me dijo que ya el primer semestre de 2024 estamos en el 1 % de caída y que mejoraron las ventas a nuestros principales clientes.

Sí, pero como dije, venimos de muy abajo, y si estos números siguieran así estaríamos cerrando este año con los mismos números del 2023, lo que no es bueno, porque llegaríamos a los 196 millones de litros exportados, cuando históricamente hemos exportado 200 millones de litros.

¿Dónde está la causa de la fuerte caída en 2023?

Hubo una caída de la demanda de nuestros principales clientes, lo que en nuestro caso fue mucho más profundo porque además acarreamos el problema del tipo de cambio del dólar, problema que continúa en 2024 porque seguimos con el cepo.

¿El dólar sigue atrasado?

Atrasado, entre comillas. Lo que pasa, es que los insumos vitivinícolas suben al ritmo de la inflación y tal vez un poquito más, mientras el tipo de cambio con el dólar se devalúa al 2% mensual y la inflación va más arriba y eso deteriora el margen del exportador.

¿Y cuando el tipo de cambio no es favorable para exportar? ¿El bodeguero puede guardar el vino y sentarse arriba como hace el campo con la soja hasta que haya mejores precios?

No, porque se genera un sobre stock y un problema de precios a futuro.

Puede vender el vino que iba a exportar al mercado argentino, entonces.

Puede volcarlo al mercado interno, pero tiene límites.

Entonces, si tiene que exportar sí o sí, el valor del dólar no le impide hacerlo.

El problema con el dólar es que si está atrasado el tipo de cambio el bodeguero exportador tiene que aumentar el precio en dólares, pero a la vez no puede aumentarlo mucho, no tiene mucho margen porque el mercado es muy competitivo y eso complica las ventas.

Hubo un tiempo en que Argentina exportaba mucho vino, era la estrella del mercado mundial con el Malbec. ¿Qué ocurrió? ¿Pasó la luna de miel? ¿La actividad se quedó atrás?

No no, lo que pasó es que el mercado internacional cambió muchísimo de cuando Argentina exportaba a lo loco y no parábamos de crecer.

Esto que nos pasó a nosotros, también le pasó a Chile y a los otros exportadores, como Nueva Zelanda y Australia también porque entre el año 2000 y el 2011 el comercio mundial de vinos explotó.

Pero ese tiempo ya pasó y hoy el mercado mundial está estabilizado y si uno quiere vender tiene que ir a correr a un vecino para conseguir clientes.

¿Por qué Chile exporta más que nosotros produciendo la misma cantidad?

Porque tiene previsión macroeconómica, tienen muchos acuerdos comerciales, porque abordó un mercado distinto al nuestro que es el de los 3 dólares promedio, porque está más diversificado, porque también exporta a granel y porque no lo consumen en el mercado interno como ocurre en la Argentina que la mayor parte del vino que se produce se consume aquí.

Ver: Por qué hay una diferencia abismal en exportaciones entre Chile y Mendoza

¿Si la situación económica del país mejorase, el consumo interno también tendría que subir?

Por supuesto porque no solo está cayendo el consumo de vino en nuestro país, está cayendo el consumo en general y ahí caen todas las bebidas alcohólicas. ¿Qué podemos esperar para este año? Si no hay crecimiento del consumo estamos complicados.

La pandemia fue una prueba de que cuando a la gente le sobró dinero que dejó de gastar en otras cosas, como traslados por ejemplo, comenzó a consumir más vino.

Claro, tuvimos un pico de consumo y además estaba el precio cuidado y el vino estaba muy barato. Llegamos a los 930 millones de litros de consumo interno mientras que en 2023 cerramos en 780 millones litros.

¿Y cuáles son las expectativas, entonces?

Es bueno que los mercados que le compran a la Argentina, hablo de Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y Canadá, estén comprando un poquito más, pero hacia adelante, seguimos dependiendo de lo que pase con la macroeconomía.

¿Si la economía argentina se ordena, estamos para competir?

¡Claro que sí! Están dadas todas las condiciones para exportar, Argentina tiene la tecnificación necesaria y tiene un vino ícono como el Malbec que está posicionado en el mundo.

¿Hay una tendencia en el cambio de consumo en el mundo que nos esté afectando?

Bueno, uno ve que están más instalados los cocteles, todos los estudios marcan eso como una tendencia, y que el espumante también viene creciendo mientras que el vino tinto tiene como una especie de pérdida de terreno contra el vino blanco.

Un problema porque el fuerte exportador de Mendoza y Argentina es vino tinto y Malbec.

Sí, pero nuestros principales clientes en el mundo siguen siendo grandes consumidores de vino tinto. Brasil consume 80% de vinos tintos y 20% de blancos como nosotros, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá consumen 50 y 50%.