La tentación del dólar barato: ¿estabilidad o riesgo a largo plazo?

El economista Carlos Ponce hizo un análisis de la situación actual de la moneda norteamericana en nuestro país en el programa "Tenés que saberlo" por Radio Post.

La tentación del dólar barato: ¿estabilidad o riesgo a largo plazo?

Por: Federico Lemos

En una reciente entrevista con Carlos Ponce, economista de cabecera de Radio Post, en el programa "Tenés que saberlo" que se emite de lunes a viernes de 7.00 a 10.00 con la conducción de Gabriel Conte, Hernán Bitar y Evangelina Argüello, abordó uno de los temas más candentes de la economía argentina: la política del dólar barato y sus implicaciones a corto y largo plazo. 

Con un año y dos meses desde que el gobierno implementó esta estrategia, las consecuencias ya son palpables en sectores clave como el turismo, la industria y las exportaciones.

La política del dólar barato: ¿Qué implica?

Desde que el gobierno actual asumió, una de las primeras medidas fue establecer una devaluación mensual del peso del 2%, lo que significaba un aumento controlado del valor del dólar oficial. Sin embargo, como la inflación superó ese porcentaje, los precios internos crecieron más rápido que el valor del dólar, generando un fenómeno conocido como atraso cambiario. Esto ha llevado a que Argentina se convierta en un país caro en dólares, afectando especialmente a sectores como el turismo y las exportaciones.

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Ponce recordó que en su primera columna habló de la "tentación del dólar barato", una política que, aunque genera una sensación de bienestar a corto plazo, tiene riesgos significativos. "El dólar barato te crea una sensación de bienestar, hay gente que se puede ir al exterior, hay más estabilidad porque ayuda a que los precios se estabilicen más rápidamente", explicó. Sin embargo, advirtió que esta política también tiene sus riesgos, como la caída del turismo en Mendoza y la pérdida de competitividad de las exportaciones.

El gobierno ratifica su política: devaluación del 1% y bajas tasas de interés

Frente a las críticas de industriales, economistas y hasta del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno ha decidido ratificar su política cambiaria. No solo redujo la devaluación mensual del peso del 2% al 1%, sino que también bajó las tasas de interés del Banco Central. Esta medida, según Ponce, refuerza la idea de que el gobierno está convencido de su estrategia, a pesar de las advertencias de que el dólar barato puede ser peligroso a largo plazo.

"El gobierno ratifica totalmente su política frente a las críticas del sector real, de muchos industriales, frente a las críticas de muchos economistas, y frente también a las críticas del Fondo Monetario", señaló Ponce. El FMI ha advertido que este tipo de políticas pueden ser útiles a corto plazo, pero son riesgosas a largo plazo, especialmente si no se corrigen los desequilibrios cambiarios.

El impacto en la industria y las exportaciones

Uno de los sectores más afectados por el dólar barato es el de las exportaciones, especialmente en provincias como Mendoza, donde la vitivinicultura es clave. Ponce explicó que los productores de vino que exportan a mercados como Estados Unidos se ven perjudicados porque el dólar que reciben tiene un poder de compra menor en Argentina. "Les afecta su rentabilidad", afirmó, y añadió que muchas bodegas ya están despidiendo personal debido a la falta de competitividad.

Además, el economista mencionó que el dólar barato también está generando un aumento en las importaciones, lo que podría llevar a que incluso se vean vinos importados en Mendoza, algo que no ocurría antes. "No estoy haciendo una apología del proteccionismo, pero es un hecho que el dólar barato complica la vida a quienes compiten de manera sana en el mercado internacional", dijo.

El dilema del consumidor vs. el productor

Por un lado, el dólar barato beneficia a los consumidores, que pueden acceder a productos importados a precios más bajos. "La gente es feliz consumiendo", señaló Ponce. Sin embargo, por otro lado, perjudica a los productores locales, especialmente a aquellos que dependen de las exportaciones. "Hay un dilema entre el consumidor que puede comprar cosas más baratas y el productor que está perdiendo rentabilidad", explicó.

¿Qué esperar en 2025?

Ponce cree que el gobierno no va a ceder en su política cambiaria, especialmente en un año electoral. "Es muy difícil que el gobierno haga una corrección cambiaria que implique un aumento de los precios internos antes de las elecciones", afirmó. Por lo tanto, es probable que el dólar barato siga siendo una realidad en Argentina durante este año, lo que plantea desafíos importantes para sectores como el turismo, la vitivinicultura y otras industrias exportadoras.

En conclusión, mientras el dólar barato puede ofrecer estabilidad a corto plazo, sus efectos a largo plazo son inciertos y podrían generar desafíos significativos para la economía argentina. La clave estará en cómo el gobierno maneja este equilibrio entre el bienestar del consumidor y la competitividad de los productores locales.

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