Autoridades locales afirman que la firma contó con la "venia del INV", por lo que hablan del "doble discurso" en la vitivinicultura. La empresa logró traer del exterior más de medio millón de litros a pesar de que Massa había anunciado que no iba a poder hacer.
Polémica en Mendoza por la importación de vinos que hizo Peñaflor
El Secretario de Ganadería y Agricultura de Mendoza, Sergio Moralejo, habló en el programa Te digo lo que pienso que conduce Ricardo Montacuto por radio Nihuil, sobre un hecho que ha causado gran malestar en los productores de uva de la provincia.
Se trata de la importación de más de medio millón de litros de vino que hizo el Grupo Peñaflor, a pesar de que el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, anunció días atrás que no se iba a permitir este tipo de compras en el exterior. Según le precisaron al POST, otras bodegas muy importantes de Mendoza ya le avisaron a todos sus productores que "este año no van a comprar más uva".
"Causa bastante sorpresa e indignación porque, lo que se había anunciado durante todo el período que fue posterior a la helada del 1 de noviembre, era que se frenaría la importación ya que iba a afectar la formación de precios", apuntó.
"Claramente, cuando hay escasez de oferta, hay importación de vino, y lo que hace eso, naturalmente, es tirar hacia abajo el precio de la materia prima, que es la uva. El ministro Massa anunció que no se podía importar, y sin embargo se importó, algo que ha contado con la venia del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura)", dijo.
Moralejo agregó que la situación no le parece para nada acertada. "De hecho, el propio Gobernador e incluso el ministro Vaquié habían dicho que no les parecía bueno importar vino, porque sobre todo, cuando uno saca la cuenta de la cosecha esperada, con los meses de despacho que tenemos, nos permite atender, sin necesidad de importar, la demanda tanto interna como externa y la exportación de mosto. Y esto, naturalmente, no sólo perjudica a los productores locales sino que tampoco tiene explicación alguna frente a las restricciones a las importaciones que tiene en general el país y particularmente los bienes de capital que nos hacen falta para exportar. Hay solamente perjuicios con esta medida", apuntó.
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Respecto a lo que importó el Grupo Peñaflor, el funcionario indicó que lo único que conocen es el monto de la importación y la cantidad de vino. "Pero esto tiene un aspecto netamente simbólico, independientemente de los varietales, porque acá vamos a un esquema de báscula, es decir, que efectivamente vamos a poder tener la producción una vez que ingrese a bodega; entonces, anticiparse en el mes de enero, es claramente no esperar báscula ni siquiera la cosecha", se quejó.
"Podría entender que se analice una medida de este tipo si luego de los meses de cosecha y de la necesidad de elaboración, hay faltantes para atender despachos y demás. Pero, se dice por un lado que no se va a hacer y luego se perjudica a los productores y al proceso de formación de precios, realizándolo además durante el mes de enero", manifestó.
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Respecto al valor del vino que compró Peñaflor, Moralejo explicó: "En realidad son precios internacionales. No ya precios baratos o caros en el tema del vino. Nosotros tenemos una dificultad con el tema del precio porque está vinculado con el atraso en el tipo de cambio en donde, tenemos precios bajos para vender y costos caros para la elaboración del vino. Cuando se exporta, se lo hace a un tipo de cambio de $190 menos las retenciones, pero a la hora de comprar insumos se los compra al tipo de cambio libre, es decir a $370 o $380. Entonces, no solamente tenemos el problema del atraso cambiario, sino que también eso nos genera una regla asimétrica con el resto del mundo, porque al no tener un tipo de cambio único, unificado y libre, las distorsiones se multiplican".
A raíz de la situación generada por la compra de este vino al exterior, apuntó que "no se puede hablar de si se compró más caro o más barato que en nuestro país, porque simplemente todavía no estaba establecido el proceso de formación de precios. Esta medida (de Peñaflor), lo que hace es claramente anticiparse a una expectativa de escasez. Entonces, ahora se sienten en una posición de fortaleza frente a nuestros productores. Acá, hay un doble discurso que lastima bastante porque por un lado pretendemos cuidar a nuestra industria y a nuestros productores y por otro lado se les permite a algunos grupos que estén en una situación de fuerza y en una relación asimétrica con los productores".
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Por último, Moralejo dijo que no habían hablado con el Grupo Peñaflor: "Pero sí invitamos a la Cámara que los representa, que es Bodegas de Argentina, a la mesa de concertación de precios, pero no fueron".