El Estado nacional, propietario de más de la mitad de las acciones de la compañía mendocina, venderá su parte debido a las deudas que acumula la empresa. Se espera que se oficialice en los próximos días un ofrecimiento de un grupo empresario estadounidense.
Privatización de IMPSA: la oferta que llegará desde EEUU
El futuro dueño de la compañía IMPSA se conocería en los próximos días, luego de que la empresa metalúrgica, que está fuertemente endeudada, estuvo en la órbita estatal los últimos tres años, luego de un salvataje que el entonces ex gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, le solicitara al expresidente, Alberto Fernández, para evitar la quiebra de la empresa líder mundial en el sector energético.
La operación será la primera privatización de la presidencia de Javier Milei. IMPSA, que tiene un siglo de historia, llegó en su apogeo a exportar tecnología a decenas de países, pero actualmente se encuentra muy endeudada, ya que debe renegociar unos US$ 500 millones.
Una de las principales razones de su endeudamiento es que Venezuela nunca le pagó una deuda que ronda los US$ 300 millones.
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Todo indica que su nuevo dueño será la compañía estadounidense ARC Energy, líder en el sector de equipamiento para oil & gas.
Se prevé que en las próximas horas la compañía haga la propuesta al Gobierno.
Luego, habrá dos meses de plazo para mejorar la oferta, por si hay otros interesados.
Para ARC Energy, IMPSA es clave porque produce tecnología y equipamiento de generación hidroeléctrica, y hasta componentes nucleares. Por eso, a IMPSA se le podría abrir un mercado de exportación en Estados Unidos.
Uno de los principales activos de la empresa es que cuenta con unos 700 trabajadores calificados, con un capital humano de "altísima formación".
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El problema de IMPSA, compañía creada en 1907 por la familia Pescarmona, y que llegó a operar en más de 30 países, es que se encuentra sobreendeudada. Tiene pasivos por u$s 500 millones, que los compradores deberán salir a negociar con los acreedores.
El 63,7% de las acciones son propiedad de un fondo fiduciario del Estado (el FONDEP), que controla la Secretaría de Industria, mientras que el 21,2% de las acciones pertenecen a Mendoza.
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