Un medio británico puso en relieve la reducción de barreras comerciales y cómo se pueden encontrar pan brasileño, manteca uruguaya y pastas italianas, entre otros productos que antes no era fácil encontrar.
Los productos que llegan a Argentina y son ponderados por medios europeos
Mientras el Gobierno de Javier Milei avanza en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reforzar las reservas del Banco Central, la estrategia de fortalecer el peso y liberar importaciones ha comenzado a generar tensiones en la economía.
Así lo destacó un reciente artículo del Financial Times, que puso el foco en el fuerte crecimiento del comercio exterior y la presión que ello implica para las ya debilitadas reservas del país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las importaciones crecieron un 30% en los últimos seis meses en comparación con el semestre anterior, impulsadas por la eliminación de restricciones y la apertura económica.
En este contexto, productos extranjeros como pastas italianas, pan brasileño y manteca uruguaya han ganado presencia en las góndolas de los supermercados, mientras que sectores como el agropecuario han cuadruplicado la compra de maquinaria en el exterior.
Las importaciones crecen y llegan a productos
El Financial Times resalta que la estrategia de fortalecer la moneda nacional ha permitido contener la inflación, pero advierte que la acumulación de desequilibrios podría derivar en un riesgo significativo para la economía argentina.
Tras la fuerte devaluación de diciembre de 2023, el Gobierno estableció un esquema de devaluación controlada del 2% mensual, lo que derivó en una apreciación real del peso del 47%, según la consultora GMA Capital. Como consecuencia, los bienes y servicios en Argentina se encarecieron en términos de dólares, impulsando el consumo de productos importados.
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El fenómeno no se limita a bienes de consumo, sino que también se refleja en el turismo: en enero, el gasto en viajes al exterior alcanzó los 1.500 millones de dólares, el segundo valor más alto registrado.
A su vez, Financial Times destaca que el déficit de cuenta corriente persiste desde junio, mientras que el superávit comercial cayó a 224 millones de dólares en febrero, después de haber superado los 1.000 millones mensuales durante gran parte de 2024.
El crecimiento de las importaciones genera preocupación en sectores productivos, especialmente en la industria textil, que emplea a una quinta parte de los trabajadores del país. Desde el Gobierno argumentan que la apertura beneficia a las fábricas al reducir el costo de insumos importados y que la clave para el sector será la competitividad. Sin embargo, persisten los temores de despidos y pérdida de empleos.
La industria textil, expectante.
En este contexto, la administración Milei enfrenta un desafío crucial: mantener el equilibrio entre la reducción de la inflación y la estabilidad económica sin agotar las reservas del Banco Central, que aún muestran un déficit cercano a los 6.000 millones de dólares, descontando pasivos.
Los analistas coinciden en que el margen de maniobra es limitado. "Si el Gobierno sostiene la apreciación del peso, veremos un crecimiento aún mayor de las importaciones y un incremento del déficit de cuenta corriente", advirtió Martín Rapetti, director ejecutivo de Equilibra, al Financial Times.
Con las elecciones legislativas en el horizonte y la necesidad de consolidar el modelo económico, el Ejecutivo se enfrenta a una encrucijada: profundizar la apertura comercial sin perder el control del tipo de cambio o recurrir a un ajuste más agresivo para evitar un desbalance insostenible.
La resolución de las negociaciones con el FMI en abril será clave para determinar el rumbo de la política económica en los próximos meses.
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