Estiman que el Tesoro debería apuntar a una tasa de renovación de deuda en moneda local de entre 120% y 150%.
Guzmán deberá "rollear" deuda en pesos por entre el 120% y el 150%
El exigente programa monetario que tendrá que cumplir el gobierno en 2022 en caso de cerrarse el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el aspecto que mayores inquietudes genera entre los diferentes actores de los mercados financieros. El ministro de Economía, Martín Guzmán deberá "rollear" vencimientos en pesos por entre el 120% y el 150%.
Según indica en un informe la consultora Delphos Investment el entendimiento con el organismo de crédito "propone que las reformas progresivas de gasto público y de menor financiamiento monetario al Tesoro hagan su trabajo para reducir algunos de los desequilibrios macroeconómicos al tiempo que la economía crece moderadamente sin que la inflación se acelere demasiado".
"Para lograr esto, el FMI y otros organismos multilaterales contribuyen con financiamiento "blando" para mejorar las escasas reservas internacionales y posibilitar la aceleración controlada del ritmo devaluatorio", dice la consultora.
Más allá de las "difíciles" decisiones en materia de tarifas que debe adoptar el gobierno para lograr una baja en los subsidios en 2022, vale la pena repasar con mayor detalle la estructura de financiamiento del Tesoro, un aspecto importante de las finanzas públicas luego del acuerdo con el FMI.
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"Lo anunciado el pasado viernes apunta que la meta de déficit primario acordada con el FMI será de 2,5% del PBI. Sumando 1,7% del PBI de intereses, en total el gobierno debería financiar en 2022 un déficit financiero cercano al 4,2% del PBI, de los cuales alrededor de 0,8% del PBI son intereses en dólares (U$S 3.300 millones) a pagar con bonistas privados, el FMI y otros acreedores multilaterales y bilaterales", explica el informe.
Así las necesidades financieras en pesos suman 3,4% del PBI. Considerando que la meta de emisión monetaria para asistir al Tesoro es de 1% del PBI por
que resta un gap de financiamiento de 2,4%, que tendrá que ser cubierto por colocaciones en pesos en el mercado local y financiamiento de bancos de desarrollo multilaterales y prestamos bilaterales (0,3/0,4% del PBI).
En este escenario, Delphos sostiene que "el gobierno debería colocar en el mercado local alrededor de $1,6 bn. (2,1% del PBI) de nueva deuda para cubrir el gap financiero". "En términos de refinanciación, estimamos que se requerirían tasas de roll-over promedio cercanas al 120% de los vencimientos de capital e intereses (en torno a los $5,3 bn. para todo el 2022), dependiendo del plazo y características de los instrumentos colocados", .
La consultora señala que "el 2021 cerró con un promedio de 122% de renovación mientras que la performance de enero de 2022 estuvo muy por encima de esos niveles, con colocaciones 47% por encima de los vencimientos".
Es claro que la gran liquidez de la plaza luego de la gran inyección en el último trimestre de 2021 colabora en la disponibilidad de financiamiento a lo que se suman los incentivos regulatorios para las entidades financieras. En los meses que siguen el panorama es más exigente, con vencimientos que superan $3,6 bn. hasta julio inclusive. Marzo y mayo se presentan más desafiantes con vencimientos por encima de los $800.000 millones cada uno.
El objetivo planteado para 2022 es alcanzable, pero requerirá de sintonía fina en el menú de instrumentos ofrecidos y las tasas aceptadas por el Tesoro.
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La consultora plantea que "es altamente posible que continúe el proceso de trasvasamiento de liquidez bancaria estacionada en Leliqs y Pases Pasivos en un entorno donde la liquidez del sistema se encuentra alta (61% de los depósitos).