El Gobierno aplazó hasta marzo de 2022 la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono. Por eso, estas variables no influirán en el precio hasta ese mes.
El aumento del impuesto a los combustibles fue postergado
El Gobierno postergó oficialmente hasta marzo del año que viene la actualización de los impuestos a los combustibles que debían aplicarse desde este miércoles. Se trata del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), cuyo aumento repercute en los precios finales de la nafta y el gasoil.
De hecho, en las últimas semanas se había rumoreado con que, gracias a esta suba de impuestos finalmente postergada, el precio de los combustibles subiría desde diciembre. El titular de YPF, Pablo González, había negado que se viniese un aumento en el precio de la nafta ya que se estaba trabajando en aplazar la actualización de las alícuotas, hecho que finalmente sucedió.
La decisión se formalizó por medio del Decreto 820/2021, publicado en el Boletín Oficial, con las firmas del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete Juan Manzur y del ministro de Economía Martín Guzmán.
"Establécese que los incrementos en los montos de impuesto fijados en la Ley N° 23.966, que resulten de las actualizaciones correspondientes al primer, segundo y tercer trimestres calendario de 2021, surtirán efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de 2022, inclusive", reza el texto oficial.
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En esa ley, sancionada en 1998, se establecieron montos fijos en pesos por unidades de medida para determinar el impuesto sobre los combustibles líquidos y el impuesto al dióxido de carbono, respectivamente.
También se fijó un monto fijo diferencial del impuesto sobre los combustibles líquidos para el gasoil, cuando se destine al consumo en el área de influencia conformada por las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, el partido de Carmen de Patagones en la provincia de Buenos Aires y Malargüe, en Mendoza.
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"Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles", señaló el texto.
En consecuencia, sostuvo que "en línea con las medidas instrumentadas hasta la fecha y con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable postergar para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil los efectos de los incrementos en los montos de impuesto".
El proyecto de Ley de Hidrocarburos que el Gobierno envió al Congreso prevé una modificación de la Ley 23.966, con el objetivo de establecer alícuotas porcentuales del precio de los combustibles líquidos, en reemplazo de una actualización trimestral por inflación.