La firma acumula deudas, cheques rechazados y no paga sueldos hace 2 meses. El complejo panorama de la cadena de locales.
Garbarino: busca evitar la quiebra y hay 3.800 empleos en riesgo
La firma Garbarino se encuentra envuelta en un complejo panorama signado por una crisis financiera, con deudas a bancos y proveedores, sueldos impagos, cierres de locales y cheques rechazados.
Sumado a ello, Garbarino atraviesa horas decisivas. Su actual dueño, el empresario Carlos Rosales, negocia contra reloj con el único interesado en comprar la cadena, un grupo inversor que lidera el propietario de Supercanal Arlink, Facundo Prado. La razón es que la propuesta vence este miércoles y hay pocas esperanzas de que se concrete.
El estado actual de Garbarino
El futuro de Garbarino es absolutamente incierto. Rosales, dueño también de la aseguradora Prof y dirigente de San Lorenzo, compró la cadena de electrodomésticos en junio pasado, con una deuda estimada en $ 12.000 millones, 200 locales a la calle y 4.325 empleados. Así sumó a Compumundo (46 locales), Garbarino Viajes, Fiden (que emite las tarjetas de fidelización) y 2 plantas en Tierra del Fuego: Digital Fueguina y Tecnosur. Un año después y consumida por la crisis, al grupo le quedan 105 sucursales (muchas sin operar), otras 34 de Compumundo y unos 3.800 empleados.
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Según pública Clarín, desde el lado de Garbarino describen que la firma atraviesa una situación delicada, con demoras en los pagos, pero recalcan que el proceso para conseguir inversiones está abierto.
La tormenta sobre Garbarino viene de 2018. Cuando asumió en junio de 2020, Rosales reestructuró el grueso del endeudamiento ($ 5.000 millones a bancos y $ 7.000 millones a proveedores), la situación mejoró hasta hace dos meses.
El viernes pasado, trabajadores de la cadena se movilizaron frente a las oficinas de Prof en reclamo por los despidos encubiertos y atrasos salariales, del aguinaldo y de los aportes patronales, entre otras cosas. Luego, la marcha se trasladó hasta la Casa Rosada para dejar un petitorio dirigido al presidente, Alberto Fernández, con una larga lista de reclamos.
El cúmulo de deudas se incrementó en forma notable. Entre mayo y junio, Garbarino tuvo 944 cheques rechazados por un total de $1.652 millones por pago a proveedores, según indica la Central de Deudores del Banco Central.
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