De reunirse en plazas a inversiones electrónicas, cómo cambió la forma de entrar en el mercado.
Breve historia de la Evolución de la Bolsa en América Latina
Si se echa un vistazo a la historia comercial de América Latina, las primeras bolsas iniciaron como reuniones de plaza en las que unos cuantos negociantes aficionados se juntaban para transar acuerdos, cada quien con sus reglas y sus condiciones particulares.
En Brasil, país que actualmente lidera el mercado bursátil en la región según lo indicado en compraracciones.com, se registran las primeras reuniones de corredores por el año de 1851. En Perú, la Bolsa de Comercio de Lima se crea en 1860. En México, la venta de bienes se realizan en plena vía pública y la fecha más antigua de estas transacciones se remontan al año 1880.
Las transacciones de bolsa han venido experimentando cambios estructurales debido a la creación de marcos jurídicos específicos que la regulan. Otro de los factores que ha impulsado vertiginosamente la evolución de la bolsa en América Latina es la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en todo el mundo bursátil.
Lo que inicialmente fue compra y venta de bienes y valores de persona a persona en sitios abiertos, se fue transformando en una actividad que se efectuaba en recintos cerrados y cuyos procesos se fueron complejizando, estandarizando y rigiéndose por indicadores locales, regionales y mundiales que servían de guía para saber cuándo comprar y cuándo vender más favorablemente.
Surge la figura profesional del corredor de bolsa como tal, que ya se convierten en especialistas que no solo sirven de intermediarios entre los empresarios (vendedores) y los clientes (compradores) para concretar transacciones a cambio de una módica comisión sino que también son capaces de brindar asesoría en materia de finanzas para realizar compras estratégicas en momentos especiales para obtener las ganancias más altas.
A todas estas, el público corriente la mayoría de las veces queda fuera de estos procesos. La bolsa tradicional es un asunto de empresarios, grandes inversionistas y corredores expertos. Se maneja una jerga incomprensible para el público normal y esa lluvia de números que se elevan y descienden aturden a los espectadores ajenos a este juego.
Todo esto cambia con la aparición de internet. Chile fue el primer país en crear la Bolsa Electrónica y los demás países siguieron su ejemplo. La bolsa electrónica permite la democratización del acceso, ya que todo el que tenga algún ahorro puede registrarse y realizar su pequeña, mediana o gran inversión sin necesidad de intermediarios (corredores).
Además de esto, muchas plataformas de bolsa ofrecen a los novatos e inexpertos en finanzas, excelentes cursos gratuitos on line en donde reciben formación desde cero acerca de cómo hacer buenas inversiones en la red y el uso de cada una de las herramientas disponibles en la plataforma.
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También se le explica al novel inversionista cuáles son los indicadores que aparecen en la plataforma, su lectura e interpretación. Además de eso, son muchas las bolsas electrónicas que ofrecen un simulador de bolsa para que en forma de juego, el usuario pueda ir practicando, perdiendo miedo a la inversión, ir aprendiendo de sus errores y adquirir experiencia que le será de gran utilidad al enfrentarse a un escenario de inversión verdadero y en tiempo real.
La tecnología hace más comprensible y atractivo el mundo de la Bolsa y las Finanzas hace mucho más amigable el entrenamiento para quien desconoce la dinámica de las inversiones y facilita la difusión del conocimiento para que aquel que quiera hacerlo pueda aprender cómo analizar técnicamente los entornos del mercado a fin de que pueda tomar las mejores decisiones al momento de invertir.
Se abren nuevos escenarios para as finanzas en América Latina. La bolsa on line permite dinamizar las economías de los países y hace que haya mayor liquidez en la región
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