El gobierno oficializó en esta madrugada los precios congelados para productos de almacén, higiene y limpieza, sin acuerdo con los empresarios. Los precios están diferenciados por provincia. Impotencia total contra la inflación.
Estos son los 1.432 precios congelados "de prepo"
La Secretaría de Comercio Interior oficializó en esta madrugada el congelamiento de precios para 1.432 productos de almacén, limpieza, higiene y cuidado personal. La resolución fue publicada en el Boletín Oficial de la Nación, luego del fracaso de las negociaciones entre empresarios, supermercadistas y elaboradores de la industria alimenticia y el gobierno, para intentar algún consenso alrededor de esta polémica medida. La resoliución es una ampliación del Programa Precios Cuidados, que incorpora nuevos productos y primeras marcas. El ajuste de precios será importante.
Con un 52 % de inflación en los últimos 12 meses y tras la derrota electoral en las PASO, el gobierno se ha lanzado a aplicar viejas recetas para domar la suba de precios. Y optó por el congelamiento, una medida que lleva 4.000 años de fracasos en la economía de la humanidad, según una obra imperdible escrita en 1979. Ni siquiera dictadores sangrientos como emperadores romanos, la Alemania nazi o Joseph Stalin en la antigua URSS lograron domar sus economías inflacionarias con precios fijos. Sin embargo, en la Argentina de 2021, el gobierno del Frente de Todos insiste con el congelamiento, que en este caso es retroactivo al 1 de octubre. A la vez, las industrias de alimentos nucleadas en la COPAL, que agrupa a unas 30 cámaras y empresas como la Coca Cola, Danone y Fargo, planteó el rechazo absoluto del "cepo" a los precios. Muy probablemente hoy recurrirán a la Justicia.
Las consecuencias de este congelamiento podrían ser inflación y desabastecimiento, en una economía en la que hay otra vez casi diez tipos de cambio, brecha de casi el 100 % entre dólar oficial y blue, cepo para comprar, para vender, para exportar, para importar, para contratar, para establecer relaciones laborales, y para abastecerse.
La nueva resolución implica un triunfo de las alas duras del cristinismo dentro del gobierno, y habrá que prepararse para una nueva batalla épica. En 2008 fue contra el campo, ahora, a menos de un mes de las elecciones, será contra la industria productora, elaboradora y vendedora de productos de primera necesidad. Para quienes gustan de la historia, van dos datos. Ni siquiera el poderoso Perón de los años 1945-50 del siglo pasado logró domar los precios, aun incautando productos y encarcelando empresarios. Y hoy, 20 de octubre, se cumplen 34 años de la implementación de otro congelamiento de precios, en aquel caso ordenado por el gobierno del presidente radical Raúl Alfonsín, en 1987, en plena turbulencia de la economía. Y aquí vamos de nuevo.
La resolución
A lo largo de 881 páginas y ordenados de acuerdo a los precios en cada provincia, el gobierno oficializó el congelamiento a través de la resolución 1050 de la Secretaría de Comercio Interior. Los precios de los 1.432 productos -de los que 1.354 se comercializan en Mendoza- tienen diferencias entre las provincias, y son de las listas del 1 de octubre. El congelamiento es por tres meses y de cumplimiento obligatorio. Fue la primera medida que tomó el nuevo secretario Roberto Feletti al asumir en Comercio Interior. La negociación fue "cero". De acuerdo a testimonios off the record de los empresarios que estuvieron en las reuniones, citados por medios porteños, el gobierno simplemente impuso el congelamiento e ignoró por completo las sugerencias de los empresarios.
La lista es abundante. Hay elementos de cuidado personal como bronceadores, espumas de afeitar y maquinitas, cremas depilatorias, champú, acondicionadores, elementos de higiene femenina, demaquilladores, cremas varias, cremas dentales, pañales, desodorantes, entre muchos otros. También alimentos para mascotas, postres diversos, helados y postres helados, bebidas alcohólicas entre ellas un centenar de vinos elaborados en Mendoza, alimentos de "la diaria" como leches, cacao, cereales, conservas, congelados. Está "la mesa de los argentinos" completa. También algunos artículos que exceden una canasta básica, como varios de los espumantes de Chandon y de Bianchi, por ejemplo.
En materia de preservativos, hay para todas las sensibilidades y gustos, clásicos, finos, superfinos, extrafinos, y texturados de las marcas más importantes del mercado.
La que sigue es la lista completa de los 1.432 productos, que además puede descargarse y compartirse completa desde este link.
Relato de los precios
En medio de la pelea con supermercadistas, empresarios y comerciantes, el gobierno no se privó de varios de sus argumentos favoritos a la hora de elaborar la resolución que congeló los precios. Cita la ley de abastecimientos de 1974 que permite incautar mercadería y aún encarcelar comerciantes y supermercadistas, lo mismo que a industrias elaboradoras, indica que el gobierno tiene la obligación de "velar" por los derechos de la población y la "distorsión de los mercados" y los monopolios, y nos recuerda que el gobierno tiene la facultad de decidir qué y cuánto se produce en la Argentina y a qué precios.
La parte argumental de la resolución 1050 puede consultarse aquí.
4.000 años de fracasos
En 1979, Robert Schuettinger -director de estudio de The Heritage Fundation- y Eamonn Butler, doctor en Economía de la Universidad St. Andrews de Escocia, escribieron un libro que con el tiempo se convertiría en referencia ineludible. Se llamó "4.000 años de controles de precios y salarios", y recopilaron un largo glosario de fracasos en los planes de precios fijos. En la Argentina aún no habían ocurrido los controles de precios que intentaron la dictadura, Alfonsín, y mucho menos los Kirchner. Pero sí reseñaron el fracaso de Juan Perón promediando el siglo XX, cuando intentó controlar precios y salarios en medio de un contexto inflacionario.
[Video: publicidad del congelamiento del 20 de octubre de 1987, hace 34 años]
En trazo grueso, fracasaron en el intento de controlar procesos inflacionarios el Antiguo Egipto, el Imperio Romano, los chinos antiguos, la revolución francesa que terminó ejecutando a Maximilien Robespierre, uno de los impulsores de una "Ley de Máxima" que fijaba precios a la producción. También fracasaron la Alemania de posguerra de 1918, la Alemania Nazi, la URSS de Stalin, Gran Bretaña, Estados Unidos, Brasil, y por supuesto Argentina.
Ahora, el gobierno del Frente de Todos lo intenta de nuevo. ¿Qué podría salir mal?
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