Se trata de Ariel Pérez, dueño de Aerogálvez, quien se ató con cadenas en el hall de la cartera que dirige Matías Tombolini. Asegura que hace tres meses no puede comprar debido a imposibilidad de acceder a dólares.
Un empresario se disfrazó y se encadenó porque no lo dejan importar
Un empresario santafesino se hartó de las dificultades y la burocracia para importar y tomó una llamativa decisión: se puso una peluca azul con rulos, una nariz de payaso y se encadenó este miércoles en el hall de la Secretaría de Comercio.
Con el fin de conseguir dólares oficiales para que su empresa pueda seguir funcionando, el empresario realizó esta particular protesta. Según explicó Pérez, su empresa está en peligro. El trabajo de Aerogálvez SRL, la empresa de Pérez, está en un índice cercano al 5% de su capacidad.
El empresrio denunció que hace tres meses el Gobierno no le aprueba permisos de importación: "Son unos mentirosos". En tanto que aseguró que "hace tres meses que nos prometieron las SIRA [permisos de importación que aprueba Comercio], que ya están aprobadas, para poder pagar al exterior. Pasaron los tres meses y son todas mentiras; no hay dólares todavía".
En tanto que desde la Secretaría de Comercio señalaron que "según nuestros registros, la empresa no tiene SIRA observadas".
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El reclamo de Pérez se da en un contexto de quejas generalizadas por las trabas a las importaciones. En ese marco, luego de un mes obstaculizados por un "apagón" en la Capacidad Económica Financiera (CEF) de la AFIP, que traba las importaciones.
En ese marco, muchas empresas comenzaron a alertar por un error llamado "F24" en la página de la entidad que dirige Carlos Castagneto. Este error no permite a las empresas operar con el sistema para importar.
A raíz de las demoras, Pérez terminó encadenado y disfrazado de payaso en una de las sillas azules en el ingreso del edificio ubicado en Presidente Julio A. Roca 651. El empresario encontró esta forma particular de reclamo para mostrar su enojo.
"La empresa está mal, muy mal. Sin producto", dijo Pérez a los medios que se presentaron en el lugar. "Vine para que me den respuesta. Una de las chicas se apersonó con buena predisposición. Me quedo hasta que los dólares estén en lo del proveedor", afirmó el empresario.
La empresa se dedica a la venta de combustibles para aviación. "Ya no hay combustible en los aeropuertos en los que operamos. Para YPF hay dólares, pero nosotros no somos argentinos", cuestionó el hombre vestido de payaso.
Algunos de los aeropuertos regionales con los que trabaja son los de Río Hondo, Villa María y Morón. "Todos los aeropuertos regionales están sin nafta", criticó el dueño de Aerogálvez SRL.
Cabe recordar que la nafta se importa desde Polonia. También se compra a EE.UU. y, recientemente, se empezó a traer desde Brasil. La nafta llega en aviones cisterna o en barcos; en el caso de Brasil, entra por transporte terrestre desde San Pablo.
En ese contexto, la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca) emitió un comunicado para solidarizarse con la firma del empresario encadenado, que hace 15 años trabaja en el mercado.
Walter Malfatto, presidente de Fearca, expresó: "El año pasado fue una cosecha desfavorable para la aviación agrícola debido a la sequía, y ahora, cuando teníamos la esperanza de que la situación mejore, nos encontramos con estos problemas de escasez de repuestos y aeronaftas. Es una situación muy complicada".
En tanto que apuntó contra el Gobierno y dijo que "con estas medidas perjudican a los que trabajan y producen, como es el caso de la aviación agrícola, que es un insumo importante para el agro. Es lamentable".
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Según denuncia Fundación Capital, la deuda por importaciones ingresadas y no pagadas alcanzaría los US$15.000 millones en diciembre. Esta fue la forma que encontró el Gobierno de que la economía siga funcionando a pesar de tener reservas netas en rojo.
En ese marco, desde Fundación Capital advirtieron que las compras al exterior vienen cayendo en el año frente a 2022, pero menos que las exportaciones. No obstante, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera una contracción de 30% de las importaciones, lo que implicará un fuerte freno de la actividad económica, para poder lograr acumular la meta de reservas.