Valeria Piersanti dio cuenta de la situación actual que viven las fabricas de maquinarias para campo debido a la falta de insumos.
El drama de una empresaria que no puede producir: "¿Cómo pago sueldos?"
En Argentina existen varios emprendimientos que necesitan de las importaciones para poder subsistir. Un ejemplo es la fábrica que maneja Valeria Piersanti en Noetinger al sur este de Córdoba. El pueblo tiene un perfil industrial y los 6000 habitantes son empleados de los diversos emprendimientos de la zona.
Piersanti se considera una innovadora ya que desde que comenzó con su negocio realizó su propia plataforma llamada "Draper" para las cosechadoras de soja. Incluso ha ganado el premio CITA (Centro de Innovación Tecnológica Agropecuaria) en la Rural 2022. El problema que enfrenta ahora es que tienen faltantes de mercadería para sus desarrollos.
Valeria comentó que debe entregar maquinarias a 90, 180 días y hasta tiene pedidos para el año que viene, el tema es que con la inflación loca y mundial se hace complicado. "A esto se sumaron las restricciones para conseguir dividas y pagar importaciones. El tema es que nosotros no ponemos las condiciones, sino los proveedores. Si no pagás, no te entregan los insumos, y sin ellos no podemos producir", afirmó Piersanti.
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Si bien la mayoría de los insumos que usan son locales, hay insumos vitales que necesitan para fabricar. Un ejemplo es una tela de caucho que no han logrado conseguir con productores nacionales y si o si deben traerla desde los Estados Unidos.
Los productores de soja son los principales clientes de Piersanti, durante el 2018 y el 2019 les compraron varias maquinarias cuando las tasas de crédito eran muy altas por lo cual realizaban una financiación. Luego aclaró que los productores no guardan la soja para no hacer nada con ella, sino que tratan de conservar su valor ya que en algunas ocasiones les pagan a los fabricantes de maquinaria con esos granos.
Durante la pandemia la empresa no se quedó quieta, sino que junto a su empresa desarrolló el "Draper" por video llamada. Las primeras pruebas se hicieron en campos salteños y observaban los resultados por fotos llegando a terminar el proyecto tiempo después.
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