Los bonos serán a diez años y en dólares y sólo se usarán para pagar deuda extranjera.
El Gobierno emitirá Letras del Tesoro para pagar los compromisos en dólares
El Gobierno argentino anunció la emisión de Letras del Tesoro por hasta US$3.200 millones, a diez años de plazo, destinadas específicamente al "pago de obligaciones de deuda denominadas en moneda extranjera". Esta medida, dispuesta a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), fue publicada este viernes en el Boletín Oficial.
Según el texto del DNU, estos títulos serán suscriptos por el Banco Central, con la peculiaridad de una amortización íntegra al vencimiento y devengarán una tasa de interés equivalente a la que devenguen las reservas internacionales durante el mismo período.
Se establece claramente que los fondos provenientes de esta emisión solo podrán destinarse al pago de deudas contraídas en moneda extranjera, reafirmando así el propósito específico de esta emisión de bonos.
Además, se prevé un reemplazo de los pagos de intereses y amortizaciones de las letras que actualmente se encuentran en poder del Banco Central. Estos pagos, así como los provenientes de las nuevas letras emitidas en 2024, serán reemplazados, al momento de su vencimiento, por nuevos títulos públicos. Las condiciones de estos serán definidas por el Ministerio de Economía, según las disposiciones del decreto.
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El Gobierno justificó esta emisión al argumentar la necesidad urgente de incorporar disposiciones complementarias al Presupuesto de este año para asegurar la continuidad del normal funcionamiento del Estado Nacional. Se mencionó específicamente el aumento reciente en las reservas del Banco Central, lo que permitiría al organismo proveer dólares al Tesoro Nacional para cumplir con sus compromisos en moneda extranjera.
La urgencia se vincula directamente con los próximos vencimientos de deuda que enfrenta el país. En particular, se destaca el pago próximo de alrededor de US$1.600 millones correspondientes a rentas de bonos soberanos reestructurados en 2020 bajo la gestión del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, un compromiso que la Argentina debe afrontar el próximo martes.
Esta decisión del Gobierno argentino, tomada en medio de presiones financieras y desafíos económicos, apunta a asegurar el cumplimiento de sus obligaciones financieras externas en un contexto de restricciones presupuestarias y tensiones en el ámbito financiero internacional.
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