Desde 2018 a la fecha, la producción de asfalto en Argentina mostró una caída sostenida.
El "índice asfalto": el freno a la obra pública arrancó antes de Milei
El desplome de la obra pública en Argentina no es novedad, ya que apenas el 0,5% de las inversiones del Estado en la era de Javier Milei se ha destinado a infraestructura. Asimismo, surgen algunos datos que lo ratifican y que amplían esta tendencia al gobierno anterior.
Desde 2018 a la fecha, la producción de asfalto en Argentina mostró una caída sostenida, profundizada en 2020 durante la pandemia, que podría ser un claro reflejo de la contracción en la obra pública, especialmente en infraestructura vial. Así lo revelan los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La producción de asfalto alcanzó su punto más alto en el período reciente en 2018, con 491.408 toneladas. Sin embargo, desde entonces ha sufrido una caída sostenida. En 2019, la producción disminuyó a 387.844 toneladas, marcando una baja del 21% respecto al año anterior. En 2020, con la pandemia de COVID-19 y las restricciones que paralizaron gran parte de la actividad económica, la cifra cayó a 266.383 toneladas, lo que representó un descenso del 31,3%.
En 2021, cuando se esperaba una recuperación, la producción alcanzó las 375.310 toneladas, mostrando una leve mejora respecto a 2020, pero sin alcanzar los niveles prepandemia. Sin embargo, en 2022 y 2023, la tendencia retomó su curva descendente, con producciones de 252.365 toneladas y 226.072 toneladas, respectivamente. Esto representó caídas del 33% y del 10,4% en cada año. En lo que va de 2024, la producción apenas alcanza las 120.498 toneladas, proyectando un cierre anual aún más bajo, posiblemente por debajo de las 200.000 toneladas.
En total, entre 2018 y 2023, la producción acumuló una caída cercana al 54%, consolidando una situación alarmante para el sector de la infraestructura.
¿Cómo impacta la obra pública?
El asfalto es un insumo clave para la construcción y el mantenimiento de rutas, autopistas y calles, que forman el núcleo de los proyectos de infraestructura vial en Argentina. Una caída en su producción puede estar estrechamente relacionada con una disminución en la inversión pública en este tipo de obras.
En este contexto, no sorprende ver el estado de cuasi abandono de rutas nacionales e internacionales, como la ruta 7 en Mendoza, que muestran un notable deterioro debido a la falta de mantenimiento y nuevos proyectos.
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Aunque es posible que la caída en la producción de asfalto esté influida por factores temporales, como problemas logísticos o una menor actividad estacional, la magnitud y la persistencia del descenso sugieren que no se trata de un dato anecdótico.
El período entre 2018 y 2024 estuvo marcado por un contexto macroeconómico desafiante, con alta inflación, restricciones en el acceso a divisas y un déficit fiscal creciente. En este escenario, el ajuste en la obra pública se convirtió en una herramienta para contener el gasto público, a pesar del impacto que esto tiene en el desarrollo de infraestructura y en la economía en general.