En el economista Carlos Ponce analizó el primer día del nuevo esquema cambiario en Argentina, en diálogo con Radio Post.
Dólar sin cepo: el optimismo en los mercados y un riesgo para los ingresos
Este lunes debutó en Argentina el nuevo esquema cambiario, ya con el fin del cepo, y con un régimen de flotación para el dólar entre $1.000 y $1.400. A primera hora, la divisa cotizaba a $1.190 y la primera reacción de los mercados era positiva, con las acciones y bonos argentinos cotizando al alza.
El economista y presidente de Plataforma Digital Carlos Ponce habló sobre el nuevo panorama en el programa "Podría ser peor", conducido por Julián Chabert, Ana Belén Martínez y Hernán Bitar en Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza, 96.9 en Luján de Cuyo, 100.1 en San Martín y 96.7 en La Paz). Haciendo énfasis en que hay que tener cautela con los pronósticos, el especialista analizó qué aspectos positivos y negativos deja vislumbrar la medida.
Para Ponce, en términos generales se puede dividir en tres el impacto de la salida del cepo y del nuevo dólar de mercado. En primer lugar, los mercados, que "en general han tomado bien la noticia".
El presidente de Plataforma Digital recordó que el razonamiento detrás de la devaluación, que llevó al dólar oficial de $1.070 a este nuevo esquema de flotación, es que el Banco Central gane dólares para las reservas, fomentando a los exportadores a que liquiden sus dólares a un mejor precio, y su vez desincentivando a quienes importan, ya que traer productos del exterior es más caro.
"Mi impresión es que hay que esperar que el dólar se mantenga en estos niveles. Yo no creo que en algún momento el mercado se anime a desafiar, entre comillas, el techo de la banda, que es $1.400. Sería muy malo que ocurriera. Si llega a $1.400, el Banco Central tiene que vender dólares para bajarlo, no dejar que pase $1.400", apuntó Ponce.
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El segundo aspecto de su análisis es cómo puede impactar esto en los salarios y las jubilaciones, y es el más negativo. "Veremos cuál es el traslado a precios, o lo que en economía se llama pass-through".
Si bien los aumentos que se pueden esperar tras un salto de $1.070 a $1.190 no son tan grandes, Ponce admitió que la medida "va a cortar las posibilidades de que la tasa de inflación sea baja en los próximos meses, con lo cual salarios y jubilaciones en principio van a sufrir. Nadie sabe bien en qué tiempo y en qué magnitud ocurrirá este traslado de precios".
"Lo que sí sabemos es que va a ocurrir un traslado, con las expectativas que tenía el Gobierno de ir bajando la inflación. Vos pensá que en un momento Milei dijo que en poco tiempo íbamos a bajar del 1% de inflación. Bueno, hoy eso está más que cuestionado. Es más: vamos a estar con la expectativa de que baje del 3%, y no de que baje del 1%", destacó el economista.
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"Así como para los mercados esto funciona, y puede ser que funcione para inversiones reales, no solo financieras, y para el empresariado y los negocios en general pareciera que va a funcionar, para la gente puede ser un retroceso de nuevo en poder adquisitivo de salarios y jubilaciones", concluyó Ponce.
Por último, el especialista que hay un tercer aspecto a tener en cuenta, y es el impacto positivo para la producción nacional del nuevo esquema: "Acá lo que vas a tener es que vas a estar mejor con las exportaciones y vas a proteger algo la industira nacional, y eso a nivel productivo va a ayudar. El que vende una botella de vino, que cuesta mucho venderla, y que cuesta mucho competir en el mundo para vender una botella de vino, ahora va a cobrar más".
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