El dólar barato y las consecuencias del atraso cambiario en Argentina

El economista Juan Graña pasó por los micrófonos de Radio Post y señaló que el atraso cambiario traerá consecuencias. Relativizó la recuperación de los salarios y criticó la reforma laboral que impulsa el Gobierno y la baja de impuestos "como compensación", comparando con las medidas de Cavallo.

El dólar barato y las consecuencias del atraso cambiario en Argentina

 El cierre del año 2024 le trajo al gobierno nacional algunos datos positivos en materia de recuperación económica, de salarios y de baja inflación que fueron festejados como logros dentro de la política económica del gobierno libertario. Según especialistas, el tipo de cambio está bajo, lo que permite acceder a un dólar "barato", que puede traer consecuencias a futuro. 

El doctor en Economía e investigador del Conicet, Juan Graña, pasó por el programa "Tenés que saberlo", que se emite por Radio Post, con la conducción de Hernán Bitar y Evangelina Arguello. Graña publicó un hilo en su cuenta de X respecto al atraso cambiario y lo que puede generar en la economía del país que el Gobierno sostenga un tipo de cambio "bajo". 

"El problema sobre la discusión acerca del atraso cambiario es que se mezclan dos debates. Por un lado es si hay o no atraso, mientras que el otro es: ¿qué va a pasar?", señaló Graña, quien agregó que "hay una mirada muy tremendista sobre el Gobierno que dice que hay atraso cambiario, entonces el dólar vuela por los aires mañana. Esto no tiene que ser así", recalcó.

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El economista del CONICET afirmó que "sí hay un atraso cambiario", y que este atraso puede traer consecuencias sobre la economía del país. "Hay problemas económicos que se van a ir dando, como el que las ciudades cercanas a países limítrofes, como Mendoza, pierden comercio, porque muchos cruzan a comprar a los otros países", explicó.

El atraso cambiario sostenido también implica la dificultad del Gobierno de terminar con el cepo, algo que aparecía como una propuesta de campaña del presidente Milei, pero que "hoy es imposible". 

"El problema es que, aunque es complicado salir del cepo, el gobierno con esta política de atrasar el dólar para intentar bajar la inflación, está haciendo todavía más difícil salir del cepo, porque no estamos acumulando reservas", analizó Graña y agregó que no se acumulan reservas "porque el dólar está muy barato, entonces las importaciones crecen, la gente vacaciona más afuera y entonces gasta dólares, y entonces todo esto se va acumulando entre pérdida de empleo en la economía argentina y más gasto de dólares".

En este sentido, el economista señaló que la Argentina necesita reactivar la economía y acumular dólares en la reserva banco central para poder gestionar una salida del cepo. Hoy en día, Graña destaca que hay dos fuentes de dólares genuinos que están ingresando a las arcas nacionales: dólares por exportación y por el blanqueo. Este ingreso de dólares frescos permitió al gobierno ordenar la economía y le sirvió para estabilizarla, pero "no son condiciones que se vayan a repetir en el futuro".

De esta forma, si se sigue manteniendo un tipo de cambio atrasado, van a comenzar a faltar dólares. "El Banco Central todavía tiene reservas negativas, reservas netas negativas, entonces me parece que, para el futuro, con una economía un poco mejor que a principio del año pasado, porque la recuperación efectivamente empezó muy heterogéneamente, muy débil, pero empezó, las importaciones van a subir, la demanda de dólares va a subir y entonces ahí vamos a empezar a enfrentar problemas", analizó.

Recuperación salarial, para algunos

El economista Juan Graña explicó que los índices que el Gobierno nacional reveló acerca de la recuperación del salario real es, en parte, verdad, debido a que solamente quienes tienen salarios en blanco a través de un sindicato pudieron ganarle a la inflación, mientras que otros sectores de asalariados perdieron. 

"Cuando uno ve los datos del año, efectivamente los salarios reales han recuperado, pero de manera muy heterogénea, en particular los salarios en blanco de los asalariados que tienen un contrato, que están en sindicatos y demás, eso ha recuperado recién ahora a fin de año pasado el nivel de noviembre, un nivel malísimo, horrible en términos históricos", comentó. 

Sin embargo, los trabajadores en blanco son una fracción no mayoritaria de los  trabajadores asalariados. En este punto es donde se da la disparidad con la medición del gobierno. "Las otras dos partes, los trabajadores, sobre todo los trabajadores estatales, están alrededor de un 15% abajo de noviembre del año pasado y los informales, todavía no tenemos un dato, pero muy posiblemente están un nivel de 10-15% abajo todavía", manifestó el economista.

Graña señaló que esta recuperación heterogénea, de algunos sectores económicos, se manifiesta en una mejora del salario en esos sectores, pero otros, como la construcción o la industria, continúan en una pésima posición. "Esto hace que los datos de consumo masivo y demás también siguen dando muy mal, porque efectivamente los salarios no alcanzan, porque ha subido mucho todo, las tarifas, el transporte, y entonces hay una situación que todavía es de crisis", detalló.

La baja de impuestos y el fallido plan de Cavallo

  Graña explicó que, al tener Argentina un tipo de cambio atrasado, los precios en Argentina son más caros a nivel internacional, porque el dólar vale menos de lo que debería valer. "Hoy tenemos un dólar parecido al que teníamos a final de la década del 90, cuando efectivamente el régimen de convertibilidad explotó por los aires porque el dólar era demasiado barato, en esa época tampoco alcanzaba. Cavallo en el 2001 lanzó lo que se llamó planes de competitividad, que era justamente esto, tratar de compensar el atraso cambiario con baja de impuestos", señaló.

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"La historia demostró que eso no funcionó, la economía entró en recesión brutal y terminó explotando", sentenció el economista. Si bien, coincide en que hay que bajar la carga tributaria en Argentina para favorecer el desarrollo económico del país, no se está haciendo una eliminación inteligente de los impuestos que más afecta a la economía.

Graña mencionó a un impuesto de las provincias como uno de los principales que otorga más carga impositiva: Ingresos Brutos. "El problema es que si el gobierno nacional le quita recursos a la provincia y además quiere que le quiten el ingresos brutos, ¿cómo hacen las provincias para financiarse?", se cuestionó.

"Históricamente, ingresos brutos es un impuesto que es malo en términos de calidad. ¿Por qué? Porque todas las empresas pagan por el total de lo que venden, no por lo que agregan de valor. Entonces, tiene este problema que es lo que se denomina encascada, que se va acumulando. Cada vez que alguien compra un insumo, paga ingresos brutos, después vende, paga ingresos brutos otra vez y entonces eso sí encarece", explicó.

A su vez, mencionó que una de las propuestas históricas para reemplazar el impuesto a los Ingresos Brutos es incorporarlo al IVA. Sin embargo, comentó que en este momento de tensión entre el gobierno nacional y las provincias, "no lo veo viable", debibo a que "las provincias deberían aceptar que Nación recaude más por IVA y les transfiera su parte". 

"Entonces me parece que hay que parar la pelota, reconocer que hay atraso cambiario, hacer políticas para tratar de que no se siga profundizando, tratar de reactivar la economía para mejorarle el bolsillo a las personas y mientras los procesos de reforma tributaria fiscal y demás demoran un poco más de tiempo porque son cosas complejas. No es cuestión de agarrar la motosierra, como dice el presidente, cortar y que se va a arreglar todo", analizó.

Reforma laboral y precarización

Respecto a la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional, que busca dinamizar la economía, reduciendo los costos a los empleadores, Graña señaló que "es que es una víbora que se come la cola" porque esa reforma laboral "lo que hace es que se precarice más el empleo, que los salarios sean más bajos, entonces el mercado interno pierde dinamismo, y muchas de estas empresas, Argentina viven esencialmente de venderle al mercado interno, y si el mercado interno no funciona, no tracciona, no genera dinamismo, no hay inversión y las empresas no crecen", analizó.

"Hay cosas para reformar en lo laboral, pero el empleo registrado no crece porque hace 12 años que la economía del país no crece", enfatizó, y agregó que "el problema es que gran parte de las reformas que pasaron con la Ley Bases el año pasado y lo que se está discutiendo ahora, no afectan centralmente el costo de contratación y despido, lo que se está haciendo es legalizando la informalidad laboral". "Una empresa puede tener a alguien en negro y nadie le va a decir, nadie le va a cobrar una multa por no blanquear ese trabajador, y entonces, ¿cuál es el incentivo de las empresas a blanquear ese trabajo? Ninguno", señaló.

A su vez, el economista señaló que, de los últimos 20 años, cuando más creció el empleo en Argentina fue en el proceso 2004- 2007 y se logró "con la misma legislación que hay ahora". Respecto a los salarios, salió a criticar el discurso empresario de bajar los costos, señalando que, respecto al nivel máximo de salarios de los últimos años, en 2015, actualmente los sueldos están un 20% abajo, por lo que "tenemos que también distribuir los costos de este ajuste que está haciendo el gobierno de una manera diferente, porque si no, le estamos pidiendo demasiado a los trabajadores y muy poco a los demás", comentó.

Ordenamiento fiscal y crecimiento

Graña señaló que está de acuerdo con la meta del gobierno de lograr un orden fiscal, pero aclaró que no se realizó de una manera eficiente. "El problema es cómo el gobierno encaró el orden fiscal".

El economista criticó la mirada del gobierno sobre la obra pública, al considerarla imprescindible para un país que pretende lograr crecimiento sostenido. 

"Una de las cosas esenciales que está archiprobado en la economía es el rol de la obra pública, y el gobierno festejó el superavit fiscal cuando eliminó la obra pública. Entonces, pensar que un país como Argentina, con la extensión territorial que tiene, con el déficit de infraestructura que tiene, puede empezar a crecer de manera acelerada, sustentable, sin hacer obra pública es una locura. Tenemos un déficit de generación eléctrica que dependemos de nuestros vecinos para abastecer la demanda normal del verano", comentó.

Por último, Juan Graña sentenció que el Gobierno puede apuntar a achicar y ordenar el Estado, pero sin desligarse de áreas clave para el desarrollo del país. "Hay una serie de rubros donde el Estado nacional tiene que invertir e invertir fuerte para sostener el proceso de crecimiento seguro. Y me parece que el gobierno se está olvidando de partes centrales de lo que tiene que hacer el Estado. Ni hablar de servicios básicos que generan formación en los trabajadores, que generan mejor salud", concluyó.