Al frenarse la emisión de pesos y en medio de una crisis económica, algunas provincias optan, como en 2001, recurrir a la emisión de bonos que funcionan como moneda de curso legal. En las últimas horas, el gobernador riojano avanzó hacia la creación de su moneda.
Qué son las cuasimonedas y cuáles son las consecuencias de emitirlas
En economía, una "cuasimoneda" es cualquier forma de dinero o activo que se utiliza como medio de intercambio, pero que no tiene el respaldo total o la garantía gubernamental que caracteriza a la moneda oficial de un país. En otras palabras, es un instrumento financiero que, aunque cumple funciones similares a una moneda, no tiene el respaldo legal completo ni está reconocido como curso legal.
El hecho de que una cuasimoneda no cuente con el respaldo total o la garantía del Estado, significa que su valor puede ser más volátil y sujeto a cambios impulsados por factores externos.
Además, esta clase de instrumentos se utilizan en circunstancias específicas y pueden tener un alcance geográfico o sectorial restringido, como por ejemplo cuando se implementaron los "Petrom" en Mendoza entre 2001 y 2002. En el mismo período, el gobierno nacional emitió las Lecop, una cuasimoneda pero de curso federal. En cambio, las 15 provincias que en esa época emitieron cuasimonedas, tuvieorn muchos problemas para cambiarlas fuera de su jurisdicción.
En definitiva, estas monedas no son más que papeles a los que el gobierno que los emite les da cierto valor, pero que no es real, ya que no tiene un respaldo sustentable, como una contraparte en dólares o en oro, como tienen las monedas oficiales. Las cuasimonedas se pueden emitir en forma de Bonos locales o en monedas específicas para un sector, para asegurar que se sigan comprando y vendiendo bienes y servicios.
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Aunque las cuasimonedas pueden proporcionar una solución temporal en momentos de crisis, su uso prolongado o generalizado puede dar lugar a consecuencias negativas significativas en una economía. La falta de respaldo gubernamental completo y la ausencia de regulación pueden generar desconfianza entre los participantes del mercado. Esta incertidumbre puede traducirse en una pérdida de valor de la cuasimoneda, erosionando el poder adquisitivo de quienes la utilizan y generando inestabilidad económica.
Además, el uso de cuasimonedas puede dificultar la implementación de políticas monetarias efectivas por parte de las autoridades económicas. La presencia de estas formas alternativas de intercambio puede obstaculizar la capacidad del gobierno para controlar la inflación, ya que la oferta y demanda de cuasimonedas no están sujetas a las mismas medidas y regulaciones que la moneda oficial.
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