La histórica planta de margarina y aceites ubicada en la localidad de Lavallol cesó definitivamente sus operaciones. La empresa argumentó "graves problemas económicos" y abonará indemnizaciones reducidas. Los gremios rechazan la medida y exigen soluciones.
Dánica cerró una de sus plantas tras 85 años y despidió a 150 trabajadores
El 2025 comenzó con una noticia desalentadora para el sector industrial y los trabajadores: Dánica, la reconocida empresa productora de margarinas y aceites, cerró las puertas de su histórica planta de Lavallol, en el partido de Lomas de Zamora, dejando a 150 operarios sin empleo.
La decisión, que había sido anticipada en octubre de 2023 con la suspensión de actividades y adelanto de vacaciones, se formalizó este 2 de enero con el envío de los telegramas de despido.
Los trabajadores afectados recibirán una indemnización reducida al 50%, amparada en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que establece esta posibilidad ante "graves crisis económicas".
Según la empresa, el cierre responde a un "combo de factores" que incluye el desfasaje de costos, problemas logísticos, la caída de ventas en un contexto de recesión y el "alto costo laboral" debido a un encuadre sindical que consideran por encima de la media de la industria.
La empresa despidió a 150 operarios.
La planta de Lavallol comenzó a operar en 1939 y fue un ícono del sector alimenticio durante más de ocho décadas. Sin embargo, los últimos años estuvieron marcados por conflictos gremiales y dificultades económicas.
En 2020, en plena pandemia, la planta estuvo al borde del cierre, pero la intervención del gobierno bonaerense logró evitarlo mediante un "procedimiento preventivo de crisis".
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En 2023, Dánica también había cesado sus operaciones en su planta de San Luis, lo que evidenció un deterioro progresivo en su estructura productiva. Actualmente, la empresa solo conserva una planta de aderezos ubicada en el Parque Industrial Ferreyra, en Córdoba, y anunció que tercerizará la producción de margarinas.
El Sindicato de Aceiteros y la Federación de Trabajadores Aceiteros rechazaron el cierre y presentaron un reclamo ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, exigiendo que se garanticen las fuentes laborales.
El sindicato pide que se garanticen las fuentes laborales.
"Es inadmisible que después de décadas de producción y ganancias, dejen a 150 familias en la calle, y además con indemnizaciones recortadas", expresó un referente gremial.
Por su parte, los trabajadores despedidos, además de enfrentar un futuro incierto, señalaron que el cierre afecta profundamente a la comunidad de Lavallol, donde la planta era un motor económico y social.
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