El consumo de vino disminuye, pero cae menos que otros sectores. Hay dos segmentos que ayudan a menguar el golpe de la recesión. Cómo es el efecto repunte del blanco y el sodeado.
El sodeado y el blanco sostienen al vino "puntero" en Mendoza
La recesión económica golpea a casi todos los sectores de la economía. Sin embargo, el vino parece no acusar recibo de la misma manera que otros sectores. Cambios tendenciales y coyunturales afectan de distinta manera al consumo del vino, pero desde el sector vitivinícola aseguran que "la gente toma menos, pero toma igual".
Según datos de la consultora Scentia, las ventas entre los supermercados y los autoservicios cayeron un 12,5% en junio y llevan una caída en promedio del 8,5% interanual.
Al ahondar sobre la venta de vinos, los datos del INV revelan que el consumo interno acumulado de vino en Argentina durante los primeros cinco meses del año 2024 cayó un 3,5% en comparación con el mismo período de 2023.
El informe del organismo vitivinícola señala que las ventas de vino en el mercado interno durante el mes de mayo 2024 alcanzaron un volumen de 669.091 hl, lo que evidencia un aumento del 6,4% con respecto a igual mes del año anterior. Dentro del desagregado, un 58,2% corresponde a vinos sin mención varietal, el 39,3% a varietales, el 2,3% a espumosos y el 0,2% a otros vinos (cóctel de vino, gasificado y especial).
Hubo un repunte de las ventas en mayo, pero aún no se recupera la caída anual.
En diálogo el Post, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, explicó que "el consumo de bebidas cayó un 19%, en ese contexto de caída, la del vino es menor a la media". Mientras que explicó que la caída en la venta de tetrabrik es menor que en botellas.
En cuanto al mercado interno en Mendoza, el informe del INV advierte que en mayo de 2024, las ventas de vino fueron de 562.000 hectolitros, lo que representa un incremento del 6.8% respecto al mismo mes del año anterior.
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El desglose de las ventas es el siguiente: Vino sin mención varietal 56.2%; Vino varietal 40.9%; Vino espumoso 2.7%; Otros vinos: 0.2%
En el acumulado de enero a mayo de 2024, las ventas en Mendoza disminuyeron solo un 1.4% comparado con el mismo período de 2023. "No es una buena noticia, pero hay que ver cómo está el panorama", explicó Villanueva.
Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina.
Cambios en el consumo
En cuanto a la caída de los consumos, los mismos afectaron de distinta manera a diferentes vinos y presentaciones. Incluso hubo sectores que en el interanual lograron un crecimiento que terminó siendo la causa para aminorar la caída general.
Tipos de Presentaciones: Aumentos y Disminuciones
Vinos Varietales:
Vino varietal blanco: +97% en mayo de 2024 en comparación con mayo de 2023.
Vino varietal color: +25.7% en mayo de 2024 en comparación con mayo de 2023.
Vino sin mención varietal blanco: -14.9% en mayo de 2024 en comparación con mayo de 2023.
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En este contexto, Villanueva explicó que "el vino en las crisis rinde más, la gente lo sodea, lo diluye". En ese sentido, cabe destacar que algunos de los vinos tradicionales "sodeables" se encuentran por precios menores a los $1400, lo que los convierte en un segmento muy competitivo.
El importante crecimiento del vino blanco se explica por dos factores, advierte el entrevistado, por un lado "la gente está consumiendo más vino blanco a nivel mundial" explica y añade que "además suelen ser más baratos".
El vino blanco, una de las estrellas en el consumo interno.
Argentina tiene un consumo promedio de un 75% de vino tinto y un 25% de blancos, rosados y espumantes. Pese al empuje del blanco, hay una caída, pero la caída no es tan marcada.
El viraje en el consumo del vino, el crecimiento del blanco y "la vuelta" que le encuentran los jóvenes, también explican este nuevo panorama. En ese contexto, Villanueva recordó una frase del reconocido "Gato" Dumas, quien decía que "un vino con otra cosa es un trago, mientras mejor es el vino, mejor es el trago".
Esto explica también que los jóvenes y los bartenders crean tragos con vinos finos, los famosos "vinos de verano", con frutas o gaseosas, son una nueva alternativa al viejo sodeado.
Vino de verano, un cambio en el consumo del producto más tradicional de Mendoza.
"Si se pone difícil, la gente toma menos o baja un poco la calidad de los vinos que toma, si se pone más difícil, deja de tomar", explicó el entrevistado. En tanto que aseguró que la clave está en la accesibilidad.
"Hay factores tendenciales que no inciden ahora en el cambio, son más a largo plazo. Y hay factores coyunturales que inciden directamente, como la recesión y el desempleo. Hay que dar la pelea con el precio para que la gente siga consumiendo", sentenció el gerente de la Unión Vitivinícola Argentina.
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