Bitcoin arranca el 2023 con una pequeña ganancia semanal del 1,95%, después de haber anotado a pérdida tres de las cuatro semanas de diciembre de 2022.
Bitcoin termina la primera semana de 2023 con una ganancia de casi el 2%
Los que están esperando una recuperación cultivan alguna esperanza con este arranque en verde. El porcentaje puede parecer exiguo, pero si se miden las puntas del precio, BTC llegó a aumentar en la primera semana de enero hasta casi un 3%, unos U$S 500, incremento que no pudo sostener cerrando finalmente en la cifra señalada en el primer párrafo.
Fue el segundo mejor cierre semanal de bitcoin en las últimas 10 semanas, lapso en el que además sufrió una durísima caída de más del 20%, a comienzos de noviembre, cuando se produjo la quiebra de la casa de cambios de criptomonedas FTX.
El crash de FTX pescó a bitcoin cuando su precio parecía recuperar el piso de los 20K, derrumbándose sin más hasta los U$S 15.588 por unidad y tocando fondo un par de semana después en los U$S 15.476, el valor más bajo de los últimos dos años.
Fue un gran momento de incertidumbre, en el que comenzaron a aparecer los pronósticos de que podía caer hasta los 12K, pero finalmente no sucedió. Tras tocar fondo, bitcoin logró volver a instalarse por encima de los U$S 16.000 y consiguió trepar hasta los U$S 18.300 a mediados de diciembre, pero el precio no pudo sostenerse.
Este valor, por encima de los 18,3K que alcanzó el 13 de diciembre y no pudo mantener es importante, porque si lograra recuperarlo y sostenerlo durante enero, el precio quedaría por encima de la Media Móvil de 20, es decir, por arriba del precio promedio de las últimas 20 semanas.
Si ocurriese sería toda una noticia, porque el valor semanal de BTC no logra superar ese precio promedio de la MM20 desde fines de noviembre de 2021. Pero bueno, por ahora esos 18,3K están cerca, pero son como una corta y empinada pared que hay que escalar.
Es que, tras el crack de FTX, siguieron hasta hoy las ocho semanas con menor volatilidad desde 2020. Esta "estabilidad" del precio, por un lado, dio un respiro porque se consolidó un piso, un soporte, por encima de los 16K, alejando algún peligro inmediato de una caída mayor.
Por otro lado, con semejante mansedumbre el precio no puede dar saltos importantes porque no hay ni grandes ni muchos jugadores operando en el mercado. Las carreras alcistas y las fuertes caídas necesitan de un marco de alta volatilidad, que es lo que no está ocurriendo ahora.
Con tantos días, más de 40, con el precio estacionado, con los índices de volatilidad más bajos en mucho tiempo, con los valores mínimos y máximos de bitcoin casi chocando entre sí, el mercado tendrá que decidir qué camino tomar: esto es, si es el momento de comprar en gran cantidad para que aumente el precio o de buscar un nuevo piso (otra caída) para darle oxígeno a la rentabilidad.
No es una medida consensuada. Es una relación de fuerzas. Algunos venderán convencidos de que el precio baja y otros comprarán seguros de que aumenta y esa pulseada decidirá hacia donde sigue. Mientras estas fuerzas se mantengan en "tablas" como hasta ahora, no habrá sorpresas.