La depreciación de la moneda brasileña abarata costos para la importación y plantea desafíos y oportunidades para el mercado de automóviles a nivel local.
Brasil devaluó el real: cómo puede impactar en el precio de los autos
La reciente devaluación del real brasileño ha generado repercusiones significativas en el mercado automotriz argentino, poniendo de manifiesto el impacto que tienen las fluctuaciones cambiarias en la dinámica de importación y exportación entre ambos países.
La moneda de Brasil, que ha acumulado una depreciación del 19% en lo que va del año, plantea una serie de desafíos y oportunidades para las empresas automotrices en Argentina, un sector que depende en gran medida de su intercambio comercial con el gigante sudamericano.
La devaluación del real hace que los autos importados desde Brasil resulten más económicos para el mercado argentino, lo que podría incidir en una mayor proporción de unidades importadas.
Esto es particularmente favorable en el contexto actual, donde la importación de vehículos ha crecido tras las reformas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, quien eliminó la obligatoriedad de obtener permisos de importación (SIRA).
Según datos del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), las importaciones de autos brasileños representaban un 33% en julio, y hacia octubre ya alcanzaban el 36%, una tendencia que, según estimaciones, podría escalar aún más hacia fin de año.
Por otro lado, hay empresas que dependen mayormente de las exportaciones hacia Brasil. Para ellos, esta situación es compleja, ya que los autos producidos en Argentina se vuelven más costosos en el mercado brasileño.
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Esto podría representar un problema para las terminales que tienen una balanza comercial positiva (es decir, aquellas que exportan más de lo que importan), y podría obligarlas a reducir su volumen de ventas hacia Brasil o a ajustar sus precios para seguir siendo competitivas.
Qué pasa con el mercado
La situación actual podría alterar el mix de vehículos nacionales e importados disponibles en Argentina, con una tendencia a aumentar la oferta de modelos importados desde Brasil.
Aunque esto beneficia a las terminales locales que traen unidades de Brasil, también plantea un reto a la industria nacional, que deberá equilibrar la pérdida de competitividad en el exterior con un aumento en las importaciones a menor costo.
Sin embargo, como señaló Luiz Fernando Pedrucci, CEO de Renault Latam en entrevista con Infobae, las empresas automotrices están acostumbradas a enfrentar estas fluctuaciones cambiarias y buscan equilibrar su producción en toda la región para reducir la volatilidad económica.
La visión a largo plazo de las compañías en este contexto les permite absorber algunos de los impactos de estas variaciones, aunque siempre enfrentan el desafío de mantenerse competitivas en ambos lados de la frontera .
Otro aspecto a considerar es la incidencia de esta devaluación en el sector de autopartes. La industria automotriz argentina depende en gran medida de piezas importadas, de las cuales un alto porcentaje proviene de Brasil.
Esto significa que, con un real más barato, las autopartes necesarias para el ensamblaje de autos en Argentina también tendrán un menor costo, lo cual representa una ventaja para reducir los costos de producción de vehículos nacionales.
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Sin embargo, esta situación también afecta a los proveedores locales de autopartes. Según explicó a Infobae Juan Cantarella, presidente de la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), aunque los costos de importación de insumos brasileños disminuyen, el encarecimiento de las autopartes exportadas hacia Brasil podría impactar negativamente en las ventas al principal mercado extranjero de Argentina.
Cantarella destacó la importancia de implementar medidas fiscales que alivien esta situación, como la reducción de derechos de exportación, para mejorar la competitividad de la industria local .
A largo plazo, los efectos de esta devaluación dependerán en gran medida de la duración y magnitud del desequilibrio cambiario. Si la depreciación del real persiste, es probable que las terminales argentinas adapten sus estrategias comerciales, ya sea mediante una mayor dependencia de autos importados o mediante ajustes de precio en las unidades exportadas.