Una fuerte devaluación y una deuda que duplica el PBI de Argentina tiene en crisis a Brasil, pero obliga a Argentina a estar en alerta.
Cómo impactará en Argentina la crisis económica de Brasil
La economía brasileña está en un momento crítico, con una crisis fiscal y de confianza que ha captado la atención internacional. Un reciente informe de Abeceb calificó esta situación como el mayor riesgo para la economía argentina en 2025, mientras que un análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) detalla las implicancias para el mercado de granos y el comercio regional.
Durante 2024, el real brasileño se depreció un 27,4% frente al dólar, la mayor caída entre las monedas internacionales. Esta depreciación se aceleró en el último trimestre, cuando el Banco Central de Brasil (BCB) intervino con ventas de 42.316 millones de dólares de sus reservas para evitar un colapso mayor.
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La moneda brasileña sigue devaluándose
Este debilitamiento de la moneda local ha generado una mayor competitividad para los productos brasileños en el mercado internacional, particularmente en el sector agroindustrial. Brasil, siendo el mayor exportador de soja y el segundo de maíz, proyecta una cosecha récord en 2025. Según la BCR, un real débil reduce los costos locales de los productores y aumenta la presión sobre los precios internacionales de los granos.
La crisis económica de Lula Da Silva tiene raíces profundas:
Desaceleración global: La ralentización de economías clave como Estados Unidos y China redujo la demanda de materias primas, afectando las exportaciones brasileñas.
Problemas fiscales: El déficit fiscal alcanzó un 9,5% del PBI en 2024, impulsado por un incremento del 12% en el gasto público.
Incertidumbre política: La transición en el Banco Central, con la salida de Roberto Campos Neto y la llegada de Gabriel Galípolo, genera dudas sobre posibles políticas más laxas.
Impacto en las commodities
Brasil depende fuertemente de las exportaciones de productos primarios, cuya baja en precios durante 2024 impactó negativamente en la recaudación fiscal y aumentó el déficit comercial.
Además, programas sociales como Bolsa Familia, que aumentaron su presupuesto en 500% desde 2021, han contribuido al aumento del gasto público. Para financiar estos desembolsos, el gobierno recurrió a la colocación de deuda soberana, que alcanzó un stock de 7,2 billones de reales (aproximadamente 1,3 billones de dólares), duplicando el PBI de Argentina.
Casi la mitad de la deuda brasileña está atada a la tasa de referencia Selic, actualmente en aumento. Con una inflación acelerada y una política monetaria restrictiva, se proyecta que la Selic alcance un 15% en mayo de 2025, incrementando los costos de la deuda y profundizando la crisis fiscal.
Aunque las reservas internacionales del BCB ascienden a 329.700 millones de dólares, su nivel más bajo desde 2010, la intervención para sostener el real ha erosionado estos recursos en más de 42.000 millones de dólares en tres meses.
Con este panorama, Argentina deberá ajustar su estrategia comercial para mitigar los efectos de una economía vecina en crisis.
Lula enfrenta una severa crisis económica
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