Con caídas que rozaron al 7%, el lunes negro también golpeó a los ADRs. El desplome de los mercados globales ante una guerra de aranceles que no afloja impacta en los activos locales.
Los bonos argentinos cayeron en medio de una jornada negra
En medio de un nuevo capítulo de tensión comercial a escala global, las bolsas del mundo atraviesan una jornada de caídas generalizadas, y la Argentina no es la excepción.
Este lunes, las acciones de empresas locales, los bonos soberanos y los ADRs argentinos se tiñeron de rojo, reflejando el cimbronazo internacional provocado por la guerra de aranceles impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump.
En la Bolsa porteña, el índice S&P Merval retrocede carca de un 4% y se ubica apenas por encima de los 2.000.000 puntos. Si se lo mide en dólares -a través del contado con liquidación (CCL)-, la caída es más pronunciada: se desploma un 3% y se posiciona en los 1.529 puntos.
La presión vendedora se siente también en los ADRs de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, que anotan bajas de hasta 6,65%. Entre las caídas más significativas del día se destacan las de IRSA (-6,65%), Transportadora Gas del Sur (-6,54%), Grupo Financiero Galicia (-6,03%), BBVA Argentina (-5,82%), y Pampa Energía (-5,64%). También se hunden los papeles de YPF (-5,03%), Edenor (-5,24%) y Cresud (-5,57%).
En contrapartida, solo Despegar.com logra escapar al derrumbe, con una leve suba del 0,5%. El sacudón alcanza también a los bonos soberanos en dólares. El Global 2038 retrocede 5%, mientras que el Bonar 2041 cae 4,9%, el Bonar 2038 baja 4,4% y el Global 2035 se desploma un 4,2%.
Esta tendencia empuja al alza al riesgo país, que escala 35 unidades (+3,8%) y alcanzó los 960 puntos básicos, según el índice que elabora el banco J.P. Morgan.
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Un conflicto que sacude a todo el planeta financiero
El epicentro de la volatilidad global está en Washington. La tensión entre Estados Unidos y China volvió a escalar tras las recientes declaraciones del presidente Trump, quien reiteró que aplicará un arancel adicional del 50% a los productos chinos si el gigante asiático no desactiva las represalias comerciales que anunció la semana pasada.
Pese a los rumores sobre una posible moratoria de 90 días para algunos países, fuentes de la Casa Blanca desmintieron cualquier marcha atrás, alimentando la incertidumbre en los mercados.
En este contexto, las principales bolsas asiáticas vivieron un verdadero lunes negro. El índice Hang Seng, de Hong Kong, se desplomó un 13,2%, mientras que el Nikkei de Tokio cayó 7,8%, el Shanghái Composite perdió 7,3% y el Kospi surcoreano, un 5,6%.
Estas cifras superan incluso las caídas registradas el jueves y viernes previos, cuando comenzaron a sentirse los efectos de la escalada. Europa también se tiñó de rojo: el DAX alemán bajó 4,2%, el CAC 40 de París retrocedió 4,8%, y la Bolsa de Londres cayó un 4,5%. El índice paneuropeo Stoxx 50 se desplomó un 4,3%.
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En Wall Street, el comportamiento fue dispar. Mientras que el Dow Jones cerró con una leve baja del 0,6%, el S&P 500 subió 0,3% y el Nasdaq repuntó 0,9%, en medio de especulaciones sobre posibles medidas paliativas por parte del Tesoro estadounidense.
El impacto de este nuevo shock internacional llega en un momento particularmente sensible para la economía argentina, que arrastra desequilibrios macroeconómicos estructurales y una fuerte dependencia de los mercados financieros externos.
En este marco, la disparada del riesgo país y la caída de los activos argentinos vuelven a poner en evidencia la vulnerabilidad del frente financiero.
El panorama global no ayuda. Los inversores huyen de los mercados emergentes en busca de refugio en activos considerados más seguros, como los bonos del Tesoro estadounidense, el oro y el dólar, lo que agrava la presión sobre monedas, bonos y acciones de países como Argentina.
En este escenario de incertidumbre, todo indica que la semana recién empieza. Y lo hizo con el pie izquierdo.
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