El estallido de la guerra que impulsa Rusia hizo temer un derrumbe de los criptoactivos.
Bitcoin y las cripto sobreviven a los primeros días de la invasión a Ucrania
Bitcoin y el mundo de las criptomonedas sobreviven exitosamente a la primera semana de un acontecimiento impensado hace 15 días y desconocido para la mayoría de los que promueven y cultivan su uso y comercio: una guerra en Europa que amenaza a Occidente e involucra a las principales potencias armamentísticas del mundo que cuentan con letales misiles nucleares en sus arsenales.
La previa del estallido de la invasión de Rusia a Ucrania generó especulaciones de todo tipo. Por un lado, que Bitcoin se iba a posicionar como el refugio de valor seguro y por lo tanto sus precios se dispararían, y por el otro, que se desplomaría a niveles casi de desaparición, agravado por un mercado que viene amagando con deprimirse por un buen tiempo en lo que los principales referentes denominan "un cripto invierno".
El pánico, sin embargo, alcanzó a los exchanges de criptomonedas en la madrugada del 24 de febrero, cuando el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la invasión y el ataque a la vecina Ucrania.
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En minutos, los precios de Bitcoin y el resto de las criptos entraron en caída libre pero el desbarranque se frenó cuando la baja llegó a un 12%. Es que la ambición por hacer ganancias no se espanta con nada y ante precios muy atractivos comenzaron las compras que en las siguientes 72 horas fue recomponiendo los precios.
Bitcoin caería hasta los U$S 34.322 y fue entonces cuando aparecieron entusiasmados compradores que terminaron marcando el piso de Btc para que luego retomara un tímido camino ascendente. En esa levantada, Bitcoin llegó ayer a los U$S 40.348 y luego se quedó flotando en la franja de los U$S 39.000.
Está por verse cuál será la reacción de las criptomonedas en los próximos días, luego de que recortaran pérdidas en las últimas 48 horas. Hay muchos condimentos y elementos en juego, que hace imposible hacer pronósticos inmediatos.
Por lo pronto, las ballenas de Bitcoin, nos referimos a los grandes tenedores de la criptomoneda tienen sus Btc guardados en sus billeteras. De hecho, sitios especializados que se dedican a seguir estos datos dan cuenta que el revuelo en el mercado ha sido más bien entre los traders y comercializadores al menudeo de Bitcoin, quienes viven del movimiento especulativo de comprar y vender. Pero la gran mayoría de los Btc emitidos están guardados en las wallet de sus propios dueños, quienes al parecer no han dudado ni un segundo en despegarse de la moneda digital ni tampoco se han inmutado por la caída de su precio.
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Por otro lado, está la reacción del mundo real. Cada vez que estalló una guerra de importancia en los últimos 30 años, se dispararon el precio del oro y el del petróleo por encima del resto de los activos y la cuenta es bastante simple: el oro sigue siendo una reserva de valor incuestionable en tiempos de crisis, y el petróleo escasea si los países involucrados son productores. En el caso de la invasión a Ucrania se han dado los dos supuestos porque Rusia es uno de los grandes productores de petróleo y gas.
Además, en esta guerra ha entrado en juego el rol de internet y el hackeo de los servidores y redes como estrategia de guerra. Este tema no es menor para el criptomundo vive en el mundo on line.
Ayer, Rusia sufrió un hackeo masivo de su sede en el Ministerio de Defensa impulsado por la red hackers Anonymus. En los días previos a la invasión, Rusia atacó severamente en varias ocasiones la red de internet en Ucrania desconectando bancos y múltiples sitios de utilidad pública y en las últimas horas el gobierno de Ucrania temía un golpe cibernético de los rusos que los dejara aislados digitalmente.
Por eso el vice primer ministro ucraniano Mykhailo Fedorov le rogó por Twitter al multimillonario empresario espacial y gran promotor de las criptomonedas, Elon Musk, que pusiera a disposición su satélites Starlink para asegurarle señal de internet a Ucrania. El proyecto de Starlink busca asegurar señal de internet desde el espacio y alrededor del mundo. Musk no tardó en responder y le aseguró la prestación involucrándose así en el conflicto. Estados Unidos por su parte, también ha dejado trascender que prepara ataques cibernéticos de alto impacto contra los rusos.
Una internet apagada o afectada severamente por una guerra que tome dimensiones mayores hacia el resto de Europa o el mundo, no solo paralizará a la humanidad sino que pondrá al sistema de criptomonedas en aprietos serios como alternativa de solución para el comercio.
Eso sí: todos aquellos ahorros criptos como los millones de Bitcoin y otras monedas digitales que están guardados en las billeteras electrónicas personales, más conocidas como wallet o billeteras frías, estarían a salvo hasta que el sistema se normalice porque una wallet no está conectada a internet salvo cuando se utiliza para depositar o extraer criptomonedas.
Mientras la guerra se desarrolla y el resto del mundo sigue girando, el índice de las Bandas de Bollinger, que predice el precio máximo y mínimo que puede tener el precio de un activo mientras está cotizando, coloca por estas horas a Bitcoin en un piso mínimo de unos U$S 36.000 y un máximo de U$S 46.000 en la cotización diaria. El índice es muy estable y por lo tanto bastante certero, lo que no quita que un momento de pánico o euforia pueda perforar esos pisos y techos.
Por ahora, las criptomonedas transitan estables una de las crisis bélicas más graves después de la segunda guerra mundial.