Bitcoin: estable en medio de la guerra, una bestia negra amenaza su precio

A pesar de los pronósticos de que un duro criptoinvierno se aproximaba para enviar los precios al piso, hace 45 días que Bitcoin mantiene una inusual estabilidad, cotizando en un canal paralelo que zigzaguea entre los U$S 36.000 y los U$S45.800. El rango de casi 30% entre el piso y el techo en los que rebota el precio ofrece a los traders la oportunidad de hacer diferencias respetables.

La anunciadísima y a la vez inesperada invasión a Ucrania, fue lo único que puso en aprietos a la cripto el mismo día que Rusia inició la guerra. Ese 24 de febrero, el precio de Btc que pujaba por superar los U$S 40.000 se desbarrancó hasta los U$S 34.300 pero el susto duró poco y no tardó en acomodarse.

En el medio han volado noticias a favor y en contra. Que Ucrania había legalizado el uso de las criptos, que las donaciones con Bitcoin para ayudar a los ucranianos aumentaría la demanda y el precio, que Rusia prohibiría las criptomonedas, luego que alentaría su uso para que los millonarios rusos pudieran gambetear las sanciones de Occidente, que Estados Unidos y la Unión Europea sancionarían el uso de criptomonedas de los rusos que quisieran amortiguar estas restricciones, la negativa ante las autoridades occidentales de algunos exchanges a suspender las cuentas de ciudadanos rusos comunes y corrientes que tienen parte de sus ahorros en moneda digital, que las criptos serían la alternativa ante la guerra para aquellos que se quedaban sin acceso a los billetes o sus servicios de tarjetas, etc.

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Todo esto no hizo disparar el precio de Bitcoin ni tampoco lo hundió, al igual que el resto de las criptos, que ahora más que nunca, siguen la suerte de Btc, ante los momentos impredecibles que se viven.

Lo que sí se notó a simple vista es que la gran especulación en el mercado de las monedas digitales parece haberse mudado a los mercados de bolsa tradicionales. En estos mismos 45 días, se disparó el precio del oro, el petróleo y los granos. El primero es refugio tradicional cuando hay crisis económicas mundiales severas o cuando hay guerras. El segundo y el tercero son los insumos de base con los que se mueve el mundo, insumos de los que, para colmo de males, Ucrania y Rusia son dos grandes productores mundiales, el primero de granos y el segundo de gas y petróleo.

Disparados los precios de estos productos, los especuladores que buscan la oportunidad no tardaron en saltar allí para hacer las diferencias a corto y mediano plazo. A eso hay que agregarle los bonos del Tesoro de Estados Unidos, otro refugio tan popular como el oro, y que en los próximos días es probable que confirme un aumento de la tasa de interés de referencia como ya lo había anticipado su gobierno en los últimos días de 2021.

Como se verá, demasiadas bocas absorbiendo dinero fuera del mercado cripto como para que Btc y las monedas digitales anden dando saltos de garrocha.

A ello se suma un impacto de mediano plazo que ya está ocurriendo. La durísima prohibición en China contra la comercialización de Bitcoin, como así también el minado (los mineros son los que emiten los nuevos Btc) se empezó a hacer notar y el mercado cripto tiene hoy menos negocios. El mercado extraña a China, en donde hasta julio de 2021, era el epicentro de la minería y comercialización de Bitcoin.

Es posible que semejante panorama sea un obstáculo para que hoy el rey de las criptos no pueda superar la barrera de los U$S 45.000 y soñar con llegar a los 100K como imaginaba la comunidad el año pasado. Pero haber mantenido el piso, el precio de soporte, por encima de los U$S 36.000 le ha dado una fortaleza a priori, que ahora exige pruebas para argumentar una fuerte caída a futuro.

La noticia inquietante es que esas pruebas efectivamente están. Hay condiciones amenazantes que sitúan a Btc muy cerca del risco aunque no necesariamente puede terminar en un precipicio. Este riesgo de hoy es como si transitara un camino de montaña, en el que, aunque la ruta es segura siempre se está a 10 metros del barranco.

Esas pruebas las mostró el ingeniero Iván Paz, CEO de Trading Different, en una entrevista que le dio al sitio web online Cointelegraph.

El experto explicó que entre los U$S 34.000 y los U$S 27.000 hay una gigantesca cantidad de Stop Loss a la espera de ejecutarse automáticamente. 

¿De qué está hablando? En los exchanges, cualquier comprador de criptomonedas puede programar una orden de venta que se disparará de forma automática con el fin de no estar 24 horas por 7 días sentado frente a la pantalla, esclavo de los movimientos del precio.

Ver: Bitcoin: la cripto de ocho ceros que permite estar al alcance de la mano

De este modo, quien compra Bitcoin puede poner una orden de venta fijando a partir de qué precio quiere tomar ganancia, y también otra similar pero que se ejecutará si el precio baja y que tiene por fin evitar una severa pérdida.

Este último tipo de orden se llama Stop Loss y busca proteger el activo ante el riesgo de que, como ocurriera el 24 de febrero a la 1.30 de la mañana hora argentina, Rusia anunciara la invasión a Ucrania y el mercado se viniera abajo.

Volviendo a Iván Paz, este asegura que hay una enorme cantidad de órdenes de venta esperando liquidarse entre los 34 mil y 27 mil. ¿Qué significa esto? Que si Bitcoin cae abruptamente por debajo de los U$S 34.000, los Stop Loss se activarán de modo automático, disparando un vendaval de ventas para evitar mayores pérdidas, que podría sumergir el precio de Btc por debajo de los 27k rápidamente, perforando los pisos que mantiene hace 15 meses y abriendo un escenario impredecible.