La posibilidad de otra devaluación lleva a stockearse en lo que se pueda dentro de lasposibilidades de cada uno.
Los argentinos queman los pesos frente a la incertidumbre
Frente a la incertidumbre del panorama económico, los consumidores no solo están comprando dólares, sino también productos de todo tipo, debido al temor a una posible hiperinflación y la dificultad de acceder a bienes en el corto plazo más allá de contar con efectivo.
La especulación sobre un posible salto cambiario no se hizo esperar, y muchos comercios han aumentado significativamente los precios este mes debido a un crecimiento inusual en la demanda.
Según datos proporcionados por MercadoTrack, un portal que rastrea precios en línea, Mercado Libre, uno de los principales canales minoristas del país, ha reflejado este fenómeno en los últimos días.
Los electrodomésticos han registrado un aumento promedio del 9.11% en lo que va del mes, aunque hubo heladeras que subieron hasta 77%. En productos de informática, el rubro avanzó 10,5% en el mes. En electrónica, los precios de los televisores se incrementaron 6,45% en promedio, y en alimentos, los azúcares y endulzantes experimentaron un alza del 8,81% en promedio.
Guillermo Maiolo, fundador de MercadoTrack, explicó que este aumento de precios se debe a un efecto "mixto" frente a una eventual devaluación después de las elecciones. El aumento del dólar influye directamente en productos con componentes importados, como productos electrónicos y electrodomésticos. Además, la incertidumbre electoral genera especulación tanto entre proveedores como comerciantes, que tienden a elevar sus precios preventivamente.
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La situación actual representa un combo peligroso, una reacción a la variación del tipo de cambio y una estrategia preventiva ante la posibilidad de un cambio político en octubre. Las dudas presentes en los mercados financieros se han extendido a comerciantes y consumidores.
A principios de mes, el dólar futuro ya anticipaba una posible devaluación fuerte en noviembre y diciembre. El mercado paralelo superó los $1,000, con una brecha del 200% en comparación con el dólar oficial. Argentina enfrenta un ritmo inflacionario sin precedentes desde 1991, lo que amenaza con continuar el próximo año.
Con este panorama, los argentinos buscan adelantar sus compras ante la incertidumbre sobre los precios y la posibilidad de escasez. Los consumidores quieren "quemar" los pesos lo más rápido posible.
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