Precipicio a la vista

Dólar récord, riesgo país por las nubes y bonos argentinos en pesos por el piso. La pregunta es si el gobierno podrá frenar a tiempo, si hay o no default, y cómo va a seguir una economía muy recalentada. El fantasma de una devaluación. Opiniones.

Precipicio a la vista

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Una tormenta se desató sobre la economía argentina en las últimas semanas, e hizo eclosión ayer luego del anuncio del BCRA sobre nuevas restricciones de acceso al dólar, esta vez para empresas e importaciones, pero también para bienes de consumo. Ayer el dólar se disparó en todas sus cotizaciones paralelas. El "blue", es decir el billete que los argentinos compran en el mercado negro, llegó a 232 pesos, un nuevo récord. Hay además una corrida fenomenal contra los bonos argentinos en pesos, porque los inversores temen que esa deuda (que llega a los nueve billones de pesos, una cifra casi imposible de escribir a papel y lápiz, para cualquier argentino común) no se pague o se reperfile. A ello se suman las dificultades para acumular reservas, porque las importaciones se dispararon. Es el famoso "festival" que denunció Cristina, pero que incluyen USD 2.000 millones de importación de gas para generar energía. Ese valor se disparó en mayo y junio 120 % de acuerdo a cifras que funcionarios del gobierno nacional hicieron circular, respecto de lo que se pagaba en meses anteriores. Los mismos funcionarios citados por medios porteños aseguran que en octubre esa presión cederá a niveles soportables. Entretanto, colgamos del borde del precipicio y aún estamos lejos de conocer la profundidad de la crisis. La palabra clave es desconfianza.

En el gráfico interactivo y navegable, se puede ver en cada punto la evolución del dólar blue con cada salto, desde que gobiernan Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Acompañamos la gráfica con algunos datos "macro".

El economista Carlos Ponce, presidente además de Plataforma Digital, empresa editora de Mendoza Post, lo describe de una manera muy gráfica. "Vamos a suponer que estamos todos en un cine. Se empieza a incendiar, se llena todo de humo, no se ve nada... en medio del fuego que nos rodea, logramos agarrar a alguien del cuello, y lo sacamos. Le salvamos la vida. Y alguien podría considerar tal acción como heroica. Tomamos una medida de rescate, desesperada. Si en una situación normal, mientras están todos mirando una película, entramos al mismo cine y sacamos a alguien del cuello, probablemente nos catalogarían de locos o terminaríamos presos. Eso es lo que están haciendo con la economía. Tomando medidas desesperadas tratando de salvar lo que queda... El problema es que ya es la cuarta o quinta vez que se nos incendia el cine..." dijo. Y luego explicó las cuestiones técnicas. "Los fondos de inversión, el mercado, creen que la Argentina tendrá dificultades para pagar los vencimientos en pesos. La semana pasada hubo un canje de la mitad de los bonos que vencían hoy, y patearon hacia adelante 350.000 millones de pesos. Pero fueron comprados por el sector público. Veremos hoy, y septiembre, donde hay vencimientos por casi un billón de pesos. A la vez, se aceleraron el gasto público, la emisión de pesos, pero también de deuda. Y ahora hay otro cepo para el dólar de las importaciones... es lógico que se disparen las diversas variantes de dólar" aseguró.

Lo que hay, nos explica Carlos Ponce, es una mezcla explosiva, letal, que incluye emisión de deuda que parece impagable en pesos + déficit fiscal acelerado + dificultad para retener reservas + corrida contra los bonos, porque los ahorristas de los fondos de inversión empezaron a huir de los títulos argentinos. Luego, nuestro economista agrega que hay al menos unos diez puntos "extra" de la ya de por sí alta inflación argentina, a causa de la invasión de Rusia a Ucrania, que ha recalentado la economía mundial.

Scioli, Guzmán y Pesce. "Línea de tres" para atajar dólares.

Podría decirse que las palabras miedo y desconfianza son un buen resumen. Si Argentina no paga la deuda en pesos caerá en default, y un canje obligado de esos bonos al estilo "Plan Bonex" de diciembre de 1989 podría estar más cerca.

Dólar récord

El futuro inmediato, el corto plazo, está repleto de acechanzas y malos presagios. La respuesta del mercado ayer a las medidas tomadas por el BCRA y que dificultan el acceso a dólares a las empresas (con excepción de las Pymes), hicieron volar el riesgo país a 2.342 puntos (cuando la Argentina intentaba ser normal, aún en plena convertibilidad, se peleaba por mantenerse en los 500 puntos básicos) y el blue trepó a 232 pesos. El "contado con liquidación" que es uno de los dólares financieros a los que podrían acceder las empresas, superó ayer los 248 pesos. Esa es la cotización que -dicen los especialistas- hay que seguir por estos días.

Ayer fue un día de muchos nervios y de lunes negro para la economía. No se autorizó ni una sola importación. Las operaciones se frenaron. Los bonos argentinos en dólares cayeron hasta un 4 % en NY. Y los bonos en pesos respiraron una jornada, porque el BCRA intervino comprando. Las reservas siguen mal ayer compraron 250 millones de dólares (nada) y se usaron "cien millones de dólares extra" en compra de energía, dijo el presidente de la entidad monetaria Miguel Pesce. En cada declaración se nota la tensión entre Cristina Fernández de Kirchner (dicen que saldrá a hablar más seguido) y quienes "usan la lapicera". Es decir, Martín Guzmán, Miguel Pesce y Alberto Fernández. Entre ellos tres más Daniel Scioli deberán arreglárselas para pisar las importaciones, y juntar reservas.

El cóctel está condimentado por el fantasma de la devaluación del peso. Justamente fue Scioli el que dijo que quienes agitan tales versiones son "bomberos pirómanos".

Estos vaivenes no son neutros para la economía de todos los días. En Mendoza, fuentes inmobiliarias y del sector de las concesionarias del automotor coincidieron en una medida auto protectiva. "Paramos todo", dijeron, en referencia a las ventas. Consultores ya aseguran que la inflación de junio será superior a mayo y más del 5 %. Los precios de la economía básica siguen inatajables, y el que puede, no vende, porque teme perder capital.

Es el país que hay, en un contexto de alta inflación y pobreza sostenida.

Más opiniones

Claudio Caprarulo, de Analytica, a Infobae: "Las nuevas medidas son poco felices pero lógicas y necesarias en un régimen macroeconómico donde los incentivos están muy distorsionados. Es un nuevo parche". "Desde Analytica estimamos que en mayo el exceso de importaciones por encima del nivel de actividad rondó los U$S 1.200 millones, un lujo que la Argentina aún sumida en una crisis de deuda externa no se puede dar".

Francisco Gismondi, de Empiria, a Infobae: "lo más importante son las nuevas restricciones para las importaciones de las licencias no automáticas (que además de que las aprobaciones son discrecionales ahora tienen máximos a pagar al contado, y una parte van a tener que pagarlo a 180 días) y para la importación de servicios". "El efecto negativo sobre la actividad se sumará a la falta de energía. El máximo de actividad del año pareciera que ya ocurrió"

Lisandro Nieri, ex ministro de Hacienda y diputado nacional de Cambia Mendoza, al POST: "Todo esto es por desconfianza... con el dólar pasa como con el gasoil... si lo tenés muy barato, la demanda crece, y después no hay para satisfacer la necesidad..."

Aldo Abraham, director de la Fundación Libertad y Progreso, a Ámbito Financiero. "Ahora no hay energía y hay que importarla. Ese es el problema de fondo, no los niveles de importación. Se dispararon las importaciones de energía en mayo y va a seguir en niveles altos en los próximos meses, por esta escasez provocada por los errores de la gestión kirchnerista". "Y esta medida va a tener impacto en el nivel de actividad. Se están achicando los cupos, cuando ya había problemas porque no tenían en cuenta que desde el año pasado hubo una elevada inflación en el mundo, sobre todo en muchos insumos, con lo cual el aumento de los cupos que se había dado antes para importar, ni siquiera cubría los aumentos de los precios de esos insumos. Es decir, implicaba importar menos para producir más. Ya ahí hay una restricción clarísima para el nivel de producción de una empresa. Y ahora si se lo achican más, va a poder producir menos todavía".

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