Qué tiene que hacer Caputo para "poner patas arriba" la economía

"Voy a poner patas arriba la economía", advirtió Javier Milei  a Luis Majul hace una semana, dejando a sus seguidores más convencidos que nunca, y a sus oponentes con la certeza de que el tipo que resultó presidente electo está loco. 

El anterior prometía que iba "a poner a Argentina de pie" y la deja más bien patas arriba, así que la promesa de Milei podría leerse como un "volver a dar vuelta" y poner las cosas como deben estar. 

En este sentido, poner patas arriba es ordenar todo el descalabro económico y financiero que deja el gobierno de Alberto Fernández y que cada semana se pone peor. 

Repasemos algunas de las variables con las que debe lidiar el equipo de Luis Caputo y lo que tiene que ordenar: 

-Déficit: Ya está en 575 mil millones de pesos gracias a la última ampliación presupuestaria de $1,87 billones que firmó por decreto Alberto Fernández el viernes pasado. 

-Base monetaria: durante el último mes, superó los 8 billones de pesos, marcando  un nuevo récord.

-Pases pasivos remunerados: Entre Pases Diarios y Leliqs, suman $26,5 billones.    

-Dólar planchado: el oficial a $376,50 está muy por debajo de lo que debería. Calculan que en los primeros días del nuevo gobierno el precio se sincerará y quedará alrededor de los $750. También se unificará lo antes posible, pero no se podrá levantar el cepo hasta que se hayan ordenado las variables anteriores. 

-Deuda Bruta: Milei hereda un gobierno que debe un total de 530 mil millones de dólares. Casi lo que produce Argentina en un año entero. 

Sacar las garrapatas para dar vuelta al perro

El nuevo presidente ya adelantó que tiene listo un "paquete de medidas" para enviar al Congreso el lunes 21 de diciembre. El paquete incluye tres puntos clave: la reforma de la Ley de Ministerios para dejarlos en 8 y achicar el gasto público con un fortísimo ajuste "a la política"; las reformas necesarias para parar la maquinita del Banco Central y el reparto de Aportes del Tesoro y todo chorro de dinero que salga del Estado Nacional; y finalmente la derogación de un conjunto de normativas que impiden y estancan la producción con el fin de comenzar a reactivar la economía y que, tal vez, atraiga a invertir en vez de guardar los dólares bajo el colchón. 

Para poder terminar con la "estanflación", que hace al menos una década tiene a la Argentina y que la ha dejado "patas arriba" como el perro que se rasca el lomo, es urgente terminar con el problema. Y el problema es el gasto. 

Quedan 7 días de gobierno de Alberto Fernández y su última ampliación de presupuesto es como si el inquilino que se va pague todos los servicios del mes del departamento con la plata del nuevo inquilino. Y además deja una deuda gigante. 

Ojalá estos siete días el señor Fernández esté ocupado embalando sus pertenencias y preparando su viaje a España.